Begoña de Santiago, doctora en la cancha: "Renuncio a cosas para seguir estudiando y jugando, pero merece la pena"
La jugadora de Estudiantes y campeona de Europa sub-20, sobre la gestión del tiempo a la hora de compaginar estudios y deporte.
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Una bata, un fonendoscopio… y unas botas de baloncesto. Este es el uniforme que a diario luce Begoña de Santiago. Jugadora de Estudiantes en la Liga Femenina Endesa y estudiante de medicina a partes iguales, la campeona de Europa exprime cada segundo del día para demostrar que el esfuerzo y el sacrificio merecen la pena cuando se tiene claro hasta dónde se quiere llegar.
En su caso, el destino es lo más lejos posible en el mundo del baloncesto, para luego seguir ligada al deporte como médico. "Ahora mismo estoy en tercero y todavía no sé en qué quiero especializarme. Sí que tengo claro que me gustaría que sea en algo relacionado con el baloncesto o con el deporte en general. Ya no solo el baloncesto, sino alguna salida que pueda trabajar en equipos, en selecciones, en todo eso".
Esa compatibilidad entre deporte y estudios es algo que Begoña ha naturalizado y ha conseguido llevar a la práctica. Pero no todo el mundo es capaz de hacerlo. De hecho la exigencia académica es una de las razonesmás poderosas por las que muchas chicas entre los 12 y los 18 años terminan abandonando la práctica deportiva. Esos son los datos que arroja el proyecto 'Basket Girlz', que indaga sobre las causas tras el abandono prematuro en el baloncesto femenino.
El informe resultante del proyecto presenta datos como el 59% de chicas que abandona el deporte por falta de tiempo para estudiar, mientras que un 62% lo hace por presión y prioridad familiar por los estudios. Números preocupantes que contrastan con las 98.483 federadas que hacen del baloncesto el deporte con más licencias femeninas en España. Sin embargo, en la adolescencia ese número baja drásticamente. Y ahí entran en juego referentes como Begoña, que personifica que sí, que se puede.
"Lo que más me ha costado es aprender a decir que no a muchas cosas"
"Es verdad que tengo que renunciar a muchas cosas siendo jugadora profesional, pero merece la pena". Ese es el consejo que esta madrileña de 20 años da a aquellas jugadoras que quieren seguir sus pasos tanto en el ámbito deportivo como en el académico. "Lo que más me ha costado estos tres años es aprender a decir que no a muchas cosas. Y esas cosas pueden ser distanciarse de muchas amistades, no poder quedar en el día a día, no poder ir al cumpleaños de no sé quién, quedar un fin de semana… Pero al final merece la pena".

La jugadora colegial tiene claro que el sacrificio merece la pena. Pero también que en su caso el esfuerzo que requiere es mayor por ser mujer. La desigualdad de género también se hace patente en estos casos y la propia Begoña señala que todo sería más fácil su fuera hombre. Sobre todo en el terreno del deporte por la falta de oportunidades que todavía existen para las jugadoras profesionales.
"A lo mejor, con casos como el mío se ve que se puede"
"Yo creo que en ese sentido las chicas que jugamos al baloncesto tenemos claro que tenemos que tener una carrera, porque al final del baloncesto femenino es muy complicado vivir", señala De Santiago, que aprovecha para pedir las mismas oportunidades. "Es muy complicado compatibilizar, compatibilizar el deporte con una carrera. Creo que aquí en España hay mucho camino por recorrer para que la gente pueda hacer las dos cosas de forma más fácil".
La jugadora colegial, que pide un esfuerzo a todas las partes para allanar el camino, tiene claro que mientras todo se soluciona se hace bueno eso de querer es poder: "A lo mejor con casos como el mío y con los de otra gente se ve que se puede. O sea que no te tienes que hacer una carrera online, no tienes que irte a Estados Unidos. Se pueden hacer las dos cosas. Que se podría facilitar mucho el camino, sí, pero que se puede, que no está ya el tabú de 'no es que para no jugar a nivel dejo el deporte'. No, es que el deporte te da muchas más cosas, o sea, te da amistades, es salud, es todo".
Para ello hace falta capacidad de sacrificio y mucha organización para no perderse en una agenda interminable de clases, prácticas y entrenamientos. Un laberinto del que alguna vez ha querido salir, como ella misma reconoce: "Demasiadas veces. Es muy duro. Es muy duro, sobre todo en épocas de exámenes. Te planteas muchas cosas porque al final yo creo que en medicina para mucha gente es su vida y el baloncesto para mucha gente es su vida y yo estoy viviendo dos vidas en una".
¿Y si en algún momento tiene que elegir? "Ese momento va a llegar. En el baloncesto no sabes dónde vas a estar mañana. No sabes si vas a poder vivir de ello en el futuro. Por tanto elijo el camino que estoy haciendo hoy: baloncesto y medicina. Y si tengo que elegir valoraré en qué momento estoy de mi carrera en el baloncesto, si he conseguido mis objetivos y lo que me queda por conseguir. Pero a día de hoy, como no ha llegado ese momento, no quiero elegir". Y no tiene que hacerlo mientras siga teniendo tan claro el rumbo que tomar.
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