Un crecimiento enorme y un llenazo en el Movistar Arena confirman que el baloncesto femenino es un nicho que algunos ya intuyeron: "¿Por qué se tenía que regalar el abono?"
Las licencias han subido más de un 13% en un año y el basket se consagra como el deporte femenino más practicado de España.

Cuando este viernes, el Estudiantes colgó el cartel de sold out para el partido de las Women in Black de este domingo en el Movistar Arena (18:30 horas contra el Hozono Global Jairis) se confirmó lo que es una tendencia al alza que año tras año viene demostrando que el baloncesto femenino es un nicho en España. 13.500 personas acudirán a ver este partido de baloncesto femenino, una cifra de récord en la máxima categoría que superará con creces las más de 9.200 que se dieron cita en el Príncipe Felipe para ver el Casademont Zaragoza - Celta Zorka en 2023. Y que, como ya ocurriera en el pabellón maño, dejará una foto para la posteridad que confirma lo que hacía años ya había quienes veían: "Que la incorporación de la mujer a la práctica deportiva en España es una cosa que debería estudiarse en sitios importantes porque está siendo un caso de éxito clarísimo".
Esa afirmación, precisamente, es de Ignacio Triana, presidente del Movistar Estudiantes, uno de los clubes pioneros en apostar y mantener su sección de baloncesto femenino. "En el año 1988, el Ramiro de Maeztu se convierte en un colegio mixto y en 1989, el Estudiantes decidió tener un equipo femenino. Eso ya marca la manera de ser que tenía el club y 35 años después mantenemos ese equipo y lo seguimos haciendo crecer hasta el punto de que cada vez es más importante dentro de la institución", cuenta Triana a Relevo.
¡Llenemos el Movistar Arena por el 𝘿𝙞́𝙖 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙈𝙪𝙟𝙚𝙧! 💜
— Movistar Estudiantes (@MovistarEstu) February 20, 2025
🎟️ Entradas desde por 8€ (4€ para abonados). 👇https://t.co/3DPxvFpnrj pic.twitter.com/WyWTGcywSg
En aquella época nació también la Agrupación Deportiva Universidad de Salamanca, lo que hoy es el Perfumerías Avenida, y con el paso de los años fueron más los clubes que emergieron o los que decidieron apostar por ello, hasta el punto de convertirse en algo imprescindible para su estructura. Como ha sido el caso del Valencia Basket -y un ejemplo fue ese triplete histórico que logró la pasada temporada- o del Casademont Zaragoza, entre otros. Unas apuestas que han ido a más y que han ido creando algo fundamental: referentes.
"Si las chicas no tienen una referencia femenina, es mucho más difícil", explicaba Triana, que mantenía precisamente que por ello, la postura del Estudiantes, que ha ido creciendo deportiva y socialmente en los últimos años, es clara en este sentido: "Para nosotros es fundamental por una cosa tan básica como que la mitad de la población son mujeres. Nuestro lema es formar personas a través del baloncesto y queremos formar chicos, pero como digo, también chicas".
Pero es que además añade la importancia y el éxito que esto supone: "Creo que la incorporación de la mujer a la práctica deportiva, al deporte en España, debería estudiarse en sitios importantes porque está siendo un caso de éxito clarísimo. Faltan muchas cosas por mejorar todavía, pero se está haciendo y esto está permitiendo crear referentes, algo que está trayendo muchas niñas a las canchas". Y lo cierto es que no se equivoca.
Éxitos como la Copa de la Reina de Zaragoza de hace dos años, como la trayectoria de los equipos españoles por Europa -véase la última gesta del Baxi Ferroll en Eurocup esta misma semana, por ejemplo-, lo logrado con la Selección e incluso el boom del deporte de la canasta gracias a lo que lograron las jugadoras Gracia Alonso de Armiño, Juana Camilio, Sandra Ygueravide y Vega Gimeno en los Juegos Olímpicos con esa plata en el 3x3, confirman que el basket femenino es un nicho. Y los números lo demuestran.
"Los datos muestran un crecimiento en el baloncesto femenino que nos consolida como el deporte más practicado por las mujeres de nuestro país y que, unido al número de practicantes masculinos, ratifica a España como una de las principales potencias del baloncesto europeo", reconocía la propia presidenta de la Federación Española de Baloncesto (FEB), Elisa Aguilar, tras dar a conocer los datos de licencias del deporte de las manos en nuestro país. Y es que España cerró el 2024 con 157.432 licencias femeninas. Una cifra absolutamente récord que, además, supone una subida del 13,86% en sólo un año (en 2023 había 138.267).
Las licencias femeninas en baloncesto, según datos del CSD
- 2007: 116.416
- 2008: 122.083
- 2009: 125.396
- 2010: 132.440
- 2011: 136.248
- 2012: 142.923
- 2013: 144.748
- 2014: 130.178
- 2015: 130.549
- 2016: 112.266
- 2017: 118.260
- 2018: 138.004
- 2019: 132.927
- 2020: 130.539
- 2021: 98.483
- 2022: 130.644
- 2023: 138.267
- 2024: 157.432
De ahí, a que en muchos casos, haya pabellones o eventos que se queden pequeños. O se tomen decisiones en aras de seguir profesionalizando este deporte. Un claro ejemplo es el tan ansiado convenio colectivo que el 8 de mayo del pasado 2024 se registró, tras años de lucha, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y estipuló uno de los mayores reclamos que había en el baloncesto femenino: las normas por las que han de regirse las condiciones de trabajo de las jugadoras, incluidos los salarios mínimos (de 16.000 euros anuales), contratos o descansos y vacaciones entre otras cuestiones.
"Se hace camino al andar y hay que ir dando pasos, sin aturullarnos, sin atropellarnos, pero seguir dando pasos en esa dirección. Nosotros hace dos años decidimos cobrar el abono para el equipo femenino y cuando tomamos esa decisión fue pensando en dos cosas: una, en que el producto para valorarlo hay que cobrarlo y para dignificarlo hay que darle un valor económico. ¿Por qué se tenía que regalar el abono del femenino? Pues decidimos romper con eso y fue un éxito porque toda esa recaudación, todo ese ingreso fue a mejorar el equipo", explica Triana. Es más, para este partido especial del domingo, las entradas se vendieron a 8 euros para público general y 4 euros para abonados al club.
De hecho, aquella decisión no frenó el crecimiento social alrededor de las Women in Black -como se conoce al equipo femenino del Estudiantes-, sino todo lo contrario. Tanto es así, que el Magariños ya se les ha quedado bastante pequeño (y muestra de ello es el sold out de este domingo en el Movistar Estudiantes).
"Este verano creo que vamos a poder hacer un incremento del aforo de Movistar Academy Magariños. ¿Por qué? Pues porque es que lo necesitamos, porque es que no nos cabe la gente. Ese bendito problema tenemos que resolverlo. Vamos a intentar incrementar sencillamente el aforo de Movistar Academy Magariños. Eso estamos convencidos de que el equipo y la afición, ese esfuerzo, se lo van a comer muy rápidamente, porque van a volver a llenar ese Movistar Academy Magariños más grande. Y entonces nos volverán a llevar a un problema... y bendito problema. Y que ojalá sea así, y que en ese círculo virtuoso en el que en el femenino llevamos unos cuantos años ya, seamos capaces de seguir y seguir y seguir", cuenta Triana, que mantiene la importancia de seguir apostando por ello de cara al futuro.
"Es bueno para todo lo que viene detrás. Para todas esas niñas que viendo a sus referentes de su mismo género, que creo que esto es fundamental, pues digan: yo quiero ser como Ángela Salvadores, yo quiero ser como Frieda Bühner o yo quería ser como tantas y tantas jugadoras. Yo tenía un póster de algunos jugadores de la época, incluso llegué a tener uno de Nacho Azofra, pues cuando tú tienes esos referentes y del mismo género acabas cogiendo un balón de baloncesto, te vas a una cancha y haces deporte. Y eso es lo importante. Entonces eso es lo que tenemos que hacer, es nuestra labor", dijo. Y en ese camino lo cierto es que cada vez hay más adeptos con los que se confirma que, efectivamente, el baloncesto femenino es un nicho que está en alza. Y este domingo quedará, una vez más, claro en el Movistar Arena.