Alberto Díaz: "No me gusta Twitter, genera mucho odio"
El base malagueño atiende a Relevo antes de afrontar su segundo gran torneo con la Selección española tras ser la revelación del pasado Eurobasket.
El 8 de agosto de 2022 Alberto Díaz hacía las maletas y abandonaba la concentración de la Selección española previa al Eurobasket. 20 días más tarde el base malagueño tenía que volver a empaquetar las cosas con urgencia. Scariolo volvía a reclamar sus servicios ante la ausencia de Sergio Llull y con esa llamada, el técnico italiano cambiaba por completo la vida del jugador de Unicaja.
Hoy Alberto Díaz ha dejado de ser el niño criado en el barrio de San Carlos y que creció pegado a una pelota para convertirse en el pelirrojo más famoso de España. Para ello no necesito canastas imposibles o anotaciones sobrehumanas. Le bastó con lo que lleva haciendo bien toda la vida: defender y dejarse el alma en cada segundo que está en la cancha.
Su entrega y su energía le valieron para ganarse un hueco importante en la rotación de Scariolo y en el corazón de los aficionados que hoy ya saben quién es Alberto Díaz -aunque esa fama en ocasiones le abrume-, el base que hace un año dejaba la concentración de La Familia y hoy es uno de los fijos en las quinielas para estar en Indonesia defendiendo el cetro mundial de una España que avanza con paso firme en su preparación para el torneo.
¿Cómo ves al equipo tras estas primeras sesiones de trabajo? ¿Y a Scariolo?
Creo que el equipo está muy conjuntado. Creo que ya tenemos una buena base desde el verano y las ventanas anteriores y creo que hemos empezado de una buena forma. Todavía estamos cogiendo nuestra plenitud física, pero creo que en la pista nos entendemos y el trabajo es bueno.
¿Qué les dice a los aficionados antes de empezar la cita mundialista? ¿Cómo tienen que estar?
Eso ya es cuestión de cada uno, de todos los que están detrás de las pantallas. Lo que tienen que estar seguros y tienen que esperar es que vamos a luchar cada partido, vamos a ir a tope, sea el rival que sea y vamos a ir a por todo.
"En el entorno la gente confía más en ti y piensa que vas a estar en la lista seguro"
Base de la Selección españolaDespués de ser el pelirrojo más famoso de España, ¿ha cambiado en algo esta concentración con respecto a la del año pasado?
Yo vengo con los mismos objetivos, con las mismas ganas, con la misma ilusión de venir, disfrutar con los compañeros y aprovechar cada minuto al máximo.
¿El pasado cuenta?
No
¿Sientes que por lo hecho el año pasado tienes un hueco entre los 12?
No, no me lo tomo así. Es verdad que en el entorno la gente confía más en ti, cree más en ti y piensa que vas a estar la lista, pero yo personalmente creo que aquí todos venimos a jugarnos el puesto, que cada puesto está muy caro y yo vengo a ganármelo.
Esa confianza que dices que te da la gente, ¿pesa?
No, eso lo que significa es que anteriormente he hecho un buen trabajo, lo cual me hace estar orgulloso y eso me motiva para seguir peleando. Ni mucho menos es presión ni nada de eso.
A pesar de tener que ganarse el puesto no me negarás que la vida te ha cambiado por completo en este año gracias a lo que pasó en el Eurobasket.
Mediáticamente ha cambiado mucho, hay mucho más foco. La gente te reconoce mucho más. Pero personalmente creo que sigo siendo la misma persona, hago las mismas cosas, con los mismos amigos, con la misma gente, así que exteriormente sí que he cambiado mi figura, pero bueno, ha sido un año maravilloso, de ensueño. Es verdad que cuando ganas hay un poquito más de presión, pero bienvenida sea, todos queremos y jugamos para ganar, para tener este tipo de presión, así que para mí es maravilloso.
¿En algún momento te has llegado a agobiar?
En cierto sentido sí. En Málaga estaba en una normalidad muy controlada y el tema del Eurobasket sí que ha sido un boom a nivel mediático, a nivel nacional. Sí se nota, pero como todo, es una ola, cuando pasa un poco ya uno se acostumbra y ahora sí que lo llevo con normalidad.
¿Cómo aprendiste a llevar esa presión extra? ¿Recurriste a algún tipo de ayuda?
Me he centrado mucho en mi familia, en mis amigos. Tengo la suerte de estar en mi ciudad, en Málaga, con mis seres queridos cercanos y eso sí que me ayuda mucho a mantener un poco los pies en el suelo.
"Mi familia y amigos me han ayudado a tener los pies en el suelo, si no me daban un toque de atención".
¿En algún momento llegaste a no pisar en tierra firme?
Yo creo que no, espero que no, si no ellos me pegan un toque de atención.
¿Dónde guarda esa medalla que le ha cambiado la vida?
Cambié, hice una vitrina para esa medalla y ahora he añadido la Copa del Rey y sí que lo tengo en un sitio muy especial.
¿La has hecho con espacio para lo que pueda venir?
Ojalá. Se hará hueco seguro.
Esa medalla en el Eurobasket comenzó con un amago sabor de boca, cuando Scariolo le comunica que es uno de los descartes de la Selección. ¿Cómo recuerda ese instante, el segundo después de recibir esa noticia?
Es un momento doloroso, un momento que uno sabe que puede llegar, pero para el que nunca estás preparado porque tienes la ilusión y las ganas. Es un momento de decepción por la ilusión que uno tiene, pero sabemos que es parte de este deporte, que es parte de esta selección y uno lo intenta afrontar de la mejor manera posible.
Todo cambia 20 días después. ¿Cómo fue ese momento en el que cuelga el teléfono tras saber que finalmente sí estará en el Eurobasket?
Bueno, cambia todo. Tu vida da un vuelco. Te invade la alegría y el nerviosismo por llegar ya, por reincorporarme con el grupo y pasas de esa decepción personal a un estado de euforia.
"¿Defenderme a mí mismo? ¿Por qué no? Todo es retarse"
En Berlín, con el oro al cuello, ¿sintió que ese momento era una especie de reivindicación personal, de decir, me lo merezco, tenía que estar aquí?
Ni mucho menos. Ese oro fue algo soñado, algo que el deporte me ha brindado y no es como una seña de demostrar nada, sino de gratitud hacia los compañeros y hacia los entrenadores.
Se ha ganado un hueco en el corazón de los aficionados desde la parte menos vistosa del juego, la defensa. ¿De dónde le viene esa afición por defender?
Es un poco innato. Yo tengo un hermano mayor que jugaba a baloncesto y que también era bueno defensivamente, quizás un especialista. Entre una cosa y otra juntas un amor por la defensa que no todos tienen.
¿Se defendería a sí mismo?
¿Por qué no? Todo es retarse. Pero sí, todo lo que sea defender a jugadores diferentes es un reto que me propongo.
¿Cuántos rivales te han dicho que eres un pesado?
Mucho, mucho, mucho, pero bueno, me lo tomo en el buen sentido. Es algo que me dicen cariñosamente y se lo agradezco porque quieras que no, pues te reconocen tu esfuerzo.
El de Alberto Díaz no es un camino fácil. De hecho estuviste a punto de dejarlo. ¿Llegaste a pensar que todo había terminado antes de empezar?
Sí. Evidentemente creo que todos tenemos algún momento duro de superación y a mí me tocó ese momento [sufrió una condromalacia en la rodilla]. Era un niño, no era tan maduro, entonces no te planteas tanto las cosas positivas como negativas. Lo ves todo negro y sí es verdad que en ese momento me lo planteé. Ahora cuando uno madura, doy gracias por las personas que tenía alrededor que me apoyaron y me dieron una mano cuando más lo necesitaba.
Ese momento en el que lo quisiste dejar, un instante tan negativo, ¿explica un poco tu intensidad en la cancha, querer agarrar cada segundo como si fuera el último?
Sí, empiezas a valorar lo que tienes y lo que podrías haber perdido y sí es verdad que cuando alguien pasa un momento duro valoras más las cosas del día a día, los pequeños detalles y eso a mí me sirvió. Me ayudó para aprovechar cada minuto.
"Nosotros podemos ser un espejo, un reflejo para los más jóvenes"
¿Qué problemas le preocupan fuera del baloncesto?
El odio. Yo creo que se ha implantado un odio generalizado, sobre todo por tema de redes sociales, que me crispa un poco. No me gusta nada, por ejemplo, Twitter. Lo veo una herramienta muy útil para la información, pero por otro lado veo que ahí se genera mucho odio, cualquiera puede despreciar o decir cosas malas de cualquier persona con impunidad. Quizás eso es lo que a mí me chirría un poco de esta sociedad.
¿Se sienten referentes que pueden cambiar las cosas?
Nosotros tenemos un impacto social muy alto, uno más que otro, pero lo tenemos y creo que nosotros podemos ser un espejo. Un reflejo sobre todo para los más jóvenes, que son los que empiezan a cimentar las bases de los valores.
¿De dónde viene lo de platanito?
Willy. Bueno, de los tíos de Willy, de cuando jugamos el primer europeo Sub-16. Sus tíos vinieron de Sevilla y me acogieron como si fuese su hijo al acabar cada partido me daban un plátano para recuperar energías y a partir de ahí se me quedó el mote.
¿Gana a la pocha?
No, no. Creo que hay gente muy veterana ahí con mucha carrera a la pocha y yo voy flojito de pocha.