MUNDIAL | LITUANIA 68 - SERBIA 87

Bogdan Bogdanovic, un coloso que mete a Serbia en semifinales

Los de Svetislav Pesic arrasan en cuartos ante Lituania y alcanzan la penúltima ronda del Mundial por primera vez desde 2014.

Bogdan Bogdanovic, un coloso que mete a Serbia en semifinales
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

"El baloncesto en Europa y en EE. UU. son casi deportes distintos". Esa frase la dijo hace unos meses quien este Mundial, y sobre todo este martes, se ha convertido en el máximo referente de Serbia. Bogdan Bogdanovic ha asumido el rol que, ante las bajas en la selección de Svetislav Pesic, le correspondía. Y lo ha hecho (y lo está bordando) en un baloncesto que, como él mismo reconoció en aquella entrevista concedida a la agencia Efe, es totalmente distinto al que él está acostumbrado a jugar. El escolta de los Atlanta Hawks, que hace unos meses firmaba una extensión de contrato por cuatro años más, es el gran referente de una Serbia que ya está en semifinales del Mundial tras arrollar a Lituania (68-87).

Normas distintas, dimensiones diferentes y, en definitiva, una serie de cuestiones hacen al baloncesto FIBA tener unas particularidades a las que tienen que adaptarse los jugadores de la NBA. Eso sí, salvo a Bogdanovic. Porque a él le da igual el baloncesto que se juegue, que sabe cómo bordarlo. Ante la ausencia de varias de las grandes estrellas, como Nikola Jokic o Vasilije Micic, la responsabilidad de liderar al conjunto serbio recayó sobre él. Y aunque empezó el Mundial con quizá más dudas de las que se esperaba, apareció a la hora de la verdad, cuando Serbia más lo necesitaba, y ya no se volvió a ir. Un claro ejemplo de ello ha sido el partido que ha firmado ante Lituania en los cuartos de final.

El escolta lideró a los suyos y contagió a toda su selección de un espíritu competitivo que bien puede decirse que es marca registrada de lo que son las selecciones balcánicas. O deportistas balcánicos en general. Porque por más que Lituania lo intentó, sobre todo a través de Tadas Sedekerskis y Jonas Valanciunas, no supo cómo frenar esa garra que hizo a Serbia pisar el acelerador en el tercer cuarto.

Ahí, la conexión entre los Jovic -Stefan y Nikola-, el buen hacer de Filip Petrusev o las aportaciones de Guduric, ejerciendo como base y asistiendo, terminaron por hacer el resto para que los de Pesic pusieran el +18 al final del tercer cuarto. Una renta que se llegó a poner en más de 23 puntos ya en el último parcial.

Serbia era una apisonadora, un torbellino baloncestístico que por más que el seleccionador lituano, Kazys Maksvytis, tratara de aplacar a base de pizarra, no hubo manera. En Lituania parecía que cada uno trataba de hacer la guerra por su cuenta y eso del divide y vencerás en el deporte de las manos está claro que no funciona. Los serbios habían logrado borrar a esa Lituania que hace apenas unos días consiguió bajar al mundo terrenal al Team USA y lo hicieron de tal forma que hasta parecía fácil. Pero sin que lo fuera.

Serbia, la que se presuponía como una de las favoritas del torneo, dejó claro el porqué de esta etiqueta, dando un recital de baloncesto, de clase, de talento, de táctica y de defensa. Un show baloncestístico que les ha hecho sellar su pase a semifinales (68-87). Serbia, por cuarta vez desde que se constituyó como país, ya está a un partido de la gran final del Mundial y espera a su rival, que saldrá del choque entre Canadá y Eslovenia.

Y por cierto, con la eliminación de Lituania, una selección europea menos en la pugna por las dos plazas que se reparten en este Mundial a nivel continental para los Juegos Olímpicos de París 2024 y otra más confirmada para el Preolímpico en el que también estará España.