Dillon Brooks, el 'villano' al que domó Jordi Fernández y que se ganó la admiración de Doncic

Seguramente con escuchar o leer el nombre, lo que a más de una persona le viene a la cabeza de primeras es esa imagen de jugador macarra o villano. De bad boy en toda regla de la NBA. Y no, lo cierto es que no va desencaminado. Porque la realidad es que esa fama se la ha labrado Dillon Brooks, alero de Canadá -y de los Houston Rockets- por sí sólo. Y en este mismo Mundial hay una imagen que lo demuestra. En el partido de cuartos, cuando fue eliminado por faltas en el duelo ante Eslovenia, se fue a los túneles de vestuarios, se calzó unos guantes de boxeo y se puso a practicar. Una imagen que no tardó en recorrer el mundo y que reforzaba, sin duda, esa etiqueta que tanto se le ha puesto. Si bien, la realidad es que Dillon Brooks ha hecho un gran Mundial, habiendo sacado a relucir su mejor baloncesto. O, mejor dicho, su mejor defensa. Y ahí, pese a la derrota ante Serbia (95-86) que pone fin a la andadura canadiense en el torneo, gran culpa la tiene Jordi Fernández.

El técnico catalán tenía en sus manos una de las mejores plantilla, sin ningún tipo de dudas, del torneo. Por algo tenía hasta siete jugadores NBA en ella. Sin embargo, encajar todos esos perfiles, sobre todo individualistas, no era tarea fácil. Y ahí, uno de los nombres que más trabajo conllevaba detrás era, sin duda, el de Brooks.

Su fuerte personalidad no exenta de polémica hizo que los Memphis Grizzlies, en sus inicios en la NBA, se cansaran de él y de sus trifulcas sobre el parqué y acabaron por decidir que no lo renovaban. Sus palabras sobre LeBron (lo llamó "viejo"), el golpe que le dio y por el que acabó expulsado, el encararse con un espectador que resultó ser la leyenda de la NFL Shannon Sharpe, su pelea con Donovan Mitchell, la falta que hizo a Gary Payton por la que este acabó con el codo roto, sus numerosas disputas con Daymon Green… Lo cierto es que la lista de polémicas de Brooks en la NBA no es pequeña. Y su ego, tampoco.

"Soy el mejor defensor perimetral del Mundial, del mundo y de la NBA", reconoció Brooks hace sólo unas horas, según recoge el periodista Christos Tsaltas, en Sportal. Y aunque lo cierto es que pueda sonar como una sobrada por su parte, lo que ha demostrado en este Mundial a nivel de defensa -o lo que ha logrado sacar Jordi Fernández de él- la verdad es que son argumentos a su favor para que pueda decirlo casi sin equivocarse.

Es más, incluso el propio Luka Doncic, tras caer en cuartos ante Canadá, se desenvolvió en elogios hacia él. Y no era para menos, porque como bien dijo Jordi Fernández, lo de Brooks, pese a acabar eliminado y con los guantes de boxeo por los pasillos del Manila Arena, se fue con las botas puestas tras haber dado "un clinic defensivo" ante el base esloveno.

"Pienso que Dillon jugó muy bien. Fue muy físico, como siempre lo hace. A mucha gente no le gusta, pero yo le respeto por lo que hace", dijo el propio Doncic, al que este bad boy trajo de cabeza, tras la derrota de Eslovenia. Y, aunque en semifinales, Canadá no haya podido con Serbia, lo cierto es que Brooks ha vuelto a destacar. Eso sí, pese a que esta vez haya sido Bogdan Bogdanovic el que lo haya traído a él de cabeza.

Brooks termina su participación en el mundial con 11,7 puntos, 2,7 rebotes y 2,3 asistencias de media, pero habiendo mostrado una gran versión defensiva, quizá la mejor de su carrera, sobre todo a nivel de intangibles. Villano o no, Brooks ha dejado claro que es, sin duda, un maestro en eso de por aquí, no.