La motivación no tan secreta de España para ir a contracorriente
El conjunto de Scariolo vuelve a no ser favorito en los rankings y las apuestas pese a ser el número 1 de FIBA.

Yakarta.- Es la historia de cada campeonato durante los últimos cuatro años. España empieza los torneos en el segundo vagón de candidatos y al final acaba en el podio o ganando el título como sucedió en 2019 y en 2022 en el Eurobasket. Esta vez, pese a ser el actual campeón del mundo y número 1 del ranking FIBA, tampoco le ha valido para estar entre los favoritos. De hecho, muchos pronósticos dejan al equipo de Scariolo fuera de cuartos.
El equipo ni se inmuta ante esas quinielas. Es más, es parte de su motivación antes de empezar una nueva cita mundialista en la que defiende corona. "El tema del ranking… ya lo hemos visto. No nos vemos en ese tipo de listas. Nosotros nos fijamos en el trabajo diario del grupo. Los doce vamos a intentar luchar por lo máximo. No tenemos que ser los mejores, sino el mejor equipo y eso nos hará ir subiendo como hicimos el pasado verano. Tenemos que seguir trabajando y creyendo e ir cogiendo sensaciones", aseguró Rudy Fernández en la rueda de prensa oficial previa al torneo.
España no tiene el peso de la presión de estar entre los favoritos, pero sí que debe manejar la expectativas que puede haber sobre este grupo. "Presión existe siempre. Seguramente menos para el equipo que más éxitos ha conseguido para su país en la historia del deporte. Cuando tú tienes la conciencia tranquila por lo que has hecho tú sabes que puedes tener la mentalidad adecuada para afrontar la competición, pero sabiendo que no se acaba el mundo si se da una mala competición, porque el año siguiente todo empieza otra vez", confirmaba Sergio Scariolo en la misma comparecencia.
"Cuando tú tienes la conciencia tranquila por lo que has hecho tú sabes que puedes tener la mentalidad adecuada para afrontar la competición"
Seleccionador nacionalEl técnico italiano quiere hacer borrón y cuenta nueva. El pasado ya importa poco para él y ni siquiera la condición de campeón del mundo importa cuando se eche el balón al aire. "No defendemos nada. Todos empezamos de cero. Estamos orgullosos de haber superado las expectativas y ahora estamos otra vez por debajo de muchas predicciones. Nuestro primer objetivo es el primer grupo, el segundo es muy duro y si luego llegamos a tener la posibilidad de seguir avanzando ya pensaremos en ello".
La primera piedra de toque será Costa de Marfil, un "equipo atlético e impredecible", según señala Scariolo. Luego vendrán siete partidos más contra rivales de entidad y para afrontarlos España tiene una fórmula por todos reconocida, como apunta el seleccionador: "Es obvio y evidente que hay equipos con más cualidades físicas, más atléticas, más capacidad de anotación. Tenemos algo de eso, pero nuestras características son diferentes. Durante estos años, lo nuestro ha sido jugar en equipo, dar una imagen de colectiva superior al resto. Y por eso hemos sido respetados y hasta envidiados. No podemos basar nuestro juego en el uno contra uno, sino en el cinco contra cinco, y conseguir que esos valores colectivos que nos han hecho especiales, sean reconocibles y hasta brillantes".

Esa mentalidad de grupo y ese valor como equipo es algo que también apunta Rudy, que no concibe la posibilidad de disputar un Mundial sino es desde esa mentalidad colectiva.
La misión no será sencilla. Nunca lo es. España necesita a sus 12 jugadores al máximo para tener posibilidades y ahora mismo, todavía no los tiene. "Alberto Díaz no está al 100% pero está bastante bien. Si tuviéramos que jugar hoy, todos estarían en condiciones de jugar", concluyó el técnico italiano antes de cerrar la rueda de prensa en la que los españoles volvieron a dejar claro que esos rankings que hoy les dejan fuera del podio, son parte de su gasolina interna.