NBA

Se acabó el culebrón más largo de la NBA: los Hawks mandan a John Collins a Utah

El interior lleva en el mercado desde que firmó su extensión en 2021 y Atlanta por fin ha conseguido moverlo a la baja. Otro traspaso pensando en los salarios.

John Collins. /AFP
John Collins. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Se sigue moviendo la NBA. Esta vez han sido Atlanta y Utah que han llegado a un acuerdo que beneficia a ambas partes: John Collins por rumbo a los Jazz a cambio de Rudy Gay y una segunda ronda. En el movimiento, los Hawks consiguen liberar espacio salarial para alejarse del nuevo segundo apron y abren espacio para renovar a los agentes libres que tendrán el próximo verano; Utah aprovecha para deshacerse de un contrato como Rudy Gay, pagando una segunda ronda, para conseguir al que es sin ninguna duda el mejor jugador del traspaso.

La llegada del nuevo convenio colectivo sigue influyendo en la toma de decisiones de las gerencias. Pasó con Jordan Poole, Marcus Smart y ahora han sido los Hawks los que por fin han decidido sacarse de encima a John Collins. Desde que el interior firmó su extensión, antes de la temporada 2021, ha estado siempre en la lista de transferibles, pero nunca se había cerrado su salida. Esta vez los Hawks han tenido que hacerlo y a un precio paupérrimo. Porque el objetivo no era solo sacar de los libros fiscales el salario de Collins, sino al mismo tiempo crear espacio suficiente para poder firmar a largo plazo a Dejounte Murray, Onyeka Okongwu y Saddiq Bey, todos agentes libres el próximo verano y elegibles para una extensión a partir de julio.

El salario para la temporada 2024 ha bajado en algo más de $25.3 millones, quedando por debajo del impuesto de lujo y con espacio para usar la excepción mid-level al completo. Por el camino, además, han creado una excepción de traspaso del mismo valor que el contrato de Collins que podrán usar hasta junio de 2024 para absorber el salario de uno o varios jugadores en un traspaso que beneficie a la franquicia. Porque deportivamente, en este movimiento solo los Jazz han salido ganando. 

Utah consigue en John Collins un jugador infrautilizado por los Hawks. El único riesgo es que llega a ocupar una posición que el año pasado tuvo Lauri Markkanen, el mejor jugador de la franquicia, y que además acaban de elegir a Taylor Hendricks con la novena elección del último draft, otro perfil muy similar. Cuentan también con Kelly Olynyk en la posición de cuatro y con Walker Kessler como principal pívot. El finlandés el año pasado jugó un 45% de sus minutos como alero y en las tres alineaciones con más minutos en pista, Markkanen hizo de exterior compartiendo pista con Olynyk, Jarred Vanderbilt o Kessler. La opción inicial es usar a Collins con Lauri y Kessler. 

Si no sale, Danny Ainge tiene otra alternativa: volver a mover al exjugador de los Hawks. El traspaso ha sido muy barato en parte por la desesperación de Atlanta, pero Utah no tiene ni la prisa ni la necesidad de sacarse de encima un jugador que tiene contrato dos años y una opción de jugador para 2025/26. Ese fue el modus operandi del gerente cuando lideró la reconstrucción de Boston tras la era de Paul Pierce y Kevin Garnett, y está copiando paso por paso el modelo con los Jazz post Rudy Gobert y Donovan Mitchell: comprar barato, vender alto. Por ahora, entre todos los restos que se ha llevado ha encontrado dos diamantes a pulir en Markkanen y Kessler, quizá Collins se convierte en el tercero, ahora que por fin se ha acabado el culebrón.