Amenazas de muerte, escolta 24 horas al día… El lado más siniestro del traspaso de Luka Doncic a los Lakers de LeBron James

Ha pasado casi una semana del traspaso más importante de la última década en la NBA. Un intercambio de cromos que enviaba a Anthony Davis a los Dallas Mavericks, que enviaban a su jugador franquicia, Luka Doncic, a Los Angeles Lakers junto a LeBron James. Un movimiento que provocaba un auténtico seísmo en la NBA, que ha desembocado en el cierre de mercado más loco que se recuerda en la liga estadounidense.

La salida de Doncic, en un movimiento sorprendente y que nadie vio venir, no ha sido bien recibida en Dallas, donde los fans de los Mavericks han dejado claro desde el primer minuto su descontento con la maniobra ejecutada por el equipo tejano, que después de siete temporadas se deshacía del líder que la temporada pasada llevó a la franquicia a la final de la NBA.

Desde el primer momento se improvisaron protestas hasta el punto de recrear, con un ataúd incluido, un pequeño funeral por la salida del esloveno rumbo a Los Ángeles. Los seguidores de los Mavs colocaron en el suelo bastantes camisetas de Doncic, ya sean de juego o conmemorativas, junto a velas y flores, en señal del luto que muestran al perder a un jugador de su carisma. Alrededor de este improvisado velatorio, otros portaban pancartas con mensajes del estilo: "Es el peor traspaso de la historia de la NBA".

Era el lado más 'simpático' de un traspaso que en las últimas horas ha mostrado su cara menos amable. El mánager general de los Mavs Nico Harrison -el mismo que en su día desechó el fichaje de Stephen Curry por Nike- ha tenido que contratar seguridad privada para proteger su casa y su familia después de haber recibido amenazas de muerte, incluyendo insultos raciales, por el traspaso del exjugador del Real Madrid.

Los Mavs vuelven hoy a Dallas para disputar su primer partido en casa ya sin Doncic. Lo hará ante los Houston Rockets y en medio de fuertes medidas de seguridad, ya que se esperan protestas masivas en las afueras del pabellón -de donde ya se han retirado todas las imágenes del esloveno- como protesta por la marcha del que ha sido su jugador franquicia en las últimas siete temporadas.

"Nico Harrison no va a estar en su asiento normal. No hay razón para someterlo a ese tipo de riesgo. Esa ha sido una parte desafortunada de esta historia. Los aficionados tienen todo el derecho a sentir que les arrebataron una superestrella generacional, pero se han cruzado algunas líneas", apuntaba Tim McMahon, periodista de ESPN que cubre la información de unos Mavs en plena guerra civil por la marcha de Doncic.

El flamante acuerdo, alcanzado meses después de que Doncic llevara a los Mavericks a las Finales de la NBA, conmocionó a la liga y provocó una indignación en Dallas, donde fanáticos desconsolados organizaron un simulacro de funeral fuera de la cancha de los Mavs. "Lo entiendo", dijo Davis el viernes en la rueda de prensa de su presentación en Dallas un día después de la presentación ante la afición de Doncic- uno de los diamantes de la NBA a sus 25 años- en Los Angeles.

"No me sorprende la reacción de los aficionados y de la ciudad. Pero mi trabajo es venir y jugar al baloncesto y hacer lo que debo hacer para dar a los aficionados esperanza y tranquilidad sobre por qué (el director general) Nico (Harrison) me trajo aquí". Un personaje que es el centro de las iras de los fans de los Mavs, que han organizado una recolecta por internet -han recaudado más de 40.000 dólares- para colocar vallas publicitarias en contra de Harrison a las afueras del American Airlines Arena.