Los Angeles Clippers y la mala suerte de los playoffs: una década de desgracias
Desde Chris Paul a Paul George y pasando por la sanción histórica al propietario por actitudes racistas, la fortuna va en su contra.
![Paul George se retira lesionado en un partido reciente. /EFE](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202303/24/media/cortadas/george-RbpebE0Mcmb5ay5efpas7hO-1200x648@Relevo.jpg)
A principio de la semana, Paul George, una de las estrellas de los Clippers, sufría una aparatosa lesión al intentar recoger un rebote ante los Thunder. El alero se tenía que retirar y a tres semanas del final de la temporada regular, saltaban todas las alarmas en la franquicia. Por ahora las noticias no son tan pesimistas como las imágenes podían hacer imaginar, con Paul George esperando una reevaluación en unas semanas, pero puede perderse una hipotética primera ronda. Otro año donde los Clippers salían como favoritos y la mala fortuna podía alejarles de luchar por el título. Desde 2012, la franquicia ha clasificado cada temporada a los playoffs (o play-in) a excepción de 2018, y cada año han tenido al menos un problema. Desde lesiones, el factor más habitual, hasta polémicas con el propietario. Una década de desgracias que sigue esta temporada.
En 2009, los Clippers elegían a Blake Griffin con el primer pick del draft. Una elección obvia que acabó con el espectacular interior perdiéndose toda su temporada de novato por una lesión en la rodilla, su primera dolencia. Dos años más tarde, conseguían a Chris Paul en un traspaso con los New Orleans Hornets, propiedad de la NBA en ese momento. El equipo, que ya contaba con DeAndre Jordan, empezó una nueva etapa en la historia de la franquicia, conocida como Lob City: fueron seis años consecutivos de playoffs, desde 2012 a 2017, sin nunca llegar a unas finales de conferencia. Su primer año, todavía con Vinny Del Negro en el banquillo, se dejaron remontar un 3-1 en primera ronda y ganaron el séptimo fuera de casa para caer 4-0 en semifinales ante San Antonio.
Desde entonces salieron cada año como favoritos antes de la dinastía de los Warriors. En 2013 se dejaron ganar cuatro partidos seguidos tras liderar 2-0 la serie ante Memphis en primera ronda en una muestra del espíritu de una franquicia que nunca ha podido competir por el anillo. Blake Griffin cayó lesionado en el quinto partido y jugó limitado en el sexto. Ese fue el último partido de Del Negro antes de firmar a Doc Rivers como entrenador, algo que solo trajo peor suerte. Durante los playoffs de 2014, Donald Sterling, propietario de la franquicia, fue acusado por TMZ de actitudes racistas al filtrarse una grabación donde insultaba tanto a afroamericanos como a latinos. El escándalo explotó durante la primera ronda ante Golden State, a quien batieron en siete, antes de caer contra Kevin Durant en semifinales.
Malditas lesiones
A falta de cuatro minutos en el quinto partido, los Clippers ganaban por 13 puntos y con 50 segundos, dominaban por siete. Chris Paul tuvo el peor cierre de partido de su carrera en el peor momento posible. Hubo entonces cambio de propietario. La llegada de Steve Ballmer como dueño solo puso más presión a la necesidad de ganar a partir de 2015. Eliminaron a los campeones en siete encuentros con un tiro de Paul para ganar a falta de un segundo, lesionado en el tendón, algo que le pasó factura en ante los Rockets, donde fue baja los primeros dos partidos. Con su vuelta, consiguieron ponerse 3-1 arriba antes de dejar escapar ventajas de 19 puntos en el sexto partido, con un parcial de 40-15 en el último cuarto.
En 2016 se encontraron con la suerte de cara: Steph Curry, MVP de la competición, caía lesionado y en caso de superar a los Blazers, se encontrarían con unos Warriors mermados. El problema es que tanto Chris Paul como Blake Griffin cayeron también lesionados en el cuarto partido y perdieron contra Damian Lillard en seis. Mismo guion para 2017, con Rudy Gobert perdiéndose el primer partido y aun así, los Clippers volvieron a perder la serie por una lesión de Blake Griffin en el tercer partido. Se acabó el proyecto Lob City, con más lesiones que series ganadas y con una deuda pendiente: pisar unas finales de conferencia. Para romper una sequía tan grande, qué mejor que el hombre que lo hizo en Toronto, Kawhi Leonard. En 2019 aterrizan Leonard y Paul George en los Clippers, y la franquicia tiene otra oportunidad.
O no. Tras perderse los playoffs de 2018 y caer en primera ronda de 2019 ante los Warriors con Shai Gilgeous-Alexander como mejor jugador y la pareja Lou Williams y Montrezl Harrel como referencia, empezaba la era Kawhi-George. Pero en el primer año, una pandemia mundial mandó a la NBA a una burbuja en Disney y, encerrado en el hotel, Paul George confesó haber sufrido una depresión durante ese tiempo y no estuvo a su mejor nivel.
Superaron a Luka Doncic y los Mavericks, se pusieron 3-1 arriba contra Denver, pero se dejaron remontar. Y ese Lakers contra Clippers que el mundo entero esperaba en las finales de conferencia nunca llegó. Era el segundo 3-1 que Doc Rivers se dejaba remontar (y ha tenido un tercero en Philadelphia). Fue su último partido en el banquillo.
Llegaba Ty Lue, un entrenador querido por la plantilla y otro candidato a intentar ganar el anillo con los Clippers. Un año después, fuera de la burbuja, lo volvían a intentar. Superaban otra vez a Luka Doncic en primera ronda, esta vez en siete y sufriendo, y y se ponían 0-2 ante Utah en semifinales, pero en el cuarto partido perdían a Kawhi Leonard para el resto de la temporada (y la siguiente). Pese a ello conseguían ganar la serie de la mano de George y Terance Mann antes de caer ante los Suns en las finales de conferencia.
Por fin pisaban la tercera serie de los playoffs, por primera vez en la historia, y lo hacían sin su estrella. Kawhi además se perdió toda la temporada 2021/22, la pasada, y los Clippers cayeron a play-in, aunque eran muy favoritos ante New Orleans en el partido por el #8. Nadie contaba con Paul George daría positivo por COVID el día antes.
La diosa fortuna nunca ha permitido a los Clippers competir al máximo nivel, con todas sus estrellas y en igualdad de condiciones, y este año, a apenas tres semanas para el inicio de los playoffs, vuelven a perder a George, quien puede llegar a ausentarse toda la primera ronda si es que los Clippers se clasifican. Por ahora tienen billete directo, pero viendo como está el Oeste, en 24 horas todo puede cambiar. Y los Clippers luchan contra los rivales y contra la suerte.