Blake Griffin se retira: uno de los jugadores más espectaculares del siglo cuelga las botas
Elegido por los Clippers en 2009, la carrera de Blake ha tenido todo tipo de éxitos individuales, pero nunca pudo luchar por el anillo

Con un escueto comunicado en redes sociales, Blake Griffin hacía oficial su retirada. El que fuera pick #1 del draft de 2009 deja el baloncesto profesional tras 13 temporadas, 765 partidos en la NBA y un palmarés envidiable. Para el recuerdo, sus mates de principio de década y una temporada de novato a la altura de los más grandes de la historia: All Star, campeón del concurso de mates y ganador del Rookie of the Year en 2011. Y todo tras perderse su primer año por una lesión en la rodilla que le mantuvo alejado de las pistas: volvió con todo. Se retira promediando 19 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias, todos números redondos, además de haber sido seis veces All Star y otras cinco All NBA.
Recordado por su era en Los Angeles, Griffin jugó siete temporadas y media en los Clippers. Tras perderse todo el 2010, Blake participó en 504 partidos con la franquicia angelina, la mayoría junto a Chris Paul y DeAndre Jordan. Juntos formaron el Lob City, un equipo tan espectacular como desafortunado con las lesiones. Desde 2012, cada año jugaron playoff y nunca consiguieron siquiera ganar dos rondas por los problemas físicos de alguna de sus estrellas. En Los Angeles vivió sus mejores años, llegando a ser tercero en la lucha por el MVP en 2014, cuando firmó 24.1 puntos, 9.5 rebotes y fue uno de los jugadores más diferenciales de toda la competición. Aunque su sello de identidad fueron los mates.
Griffin dejó víctimas en cada uno de sus rivales y para la posteridad han quedado algunos de sus mates más espectaculares. Solo en su primer año firmó 214, a cada cual más violento que el anterior, dejando una pista de lo que iba a ser su carrera. Pau Gasol, Kendrick Perkins, Serge Ibaka, Kris Humphries, Tymofey Mozgov... sin importar el tamaño del rival, si había una oportunidad de hacer un mate por encima del rival, Blake lo haría. Para ganar el concurso de mates saltó por encima de un coche, un defensor era mucho menos. Alley-oops, 360 grados, de espaldas, tomahawk. Su colección es tan completa como su video recopilatorio. Este para su vigesimoctavo cumpleaños con sus mejores 28 mates, y todavía le quedaban seis años más de carrera.
En su despedida, "Agradecido por cada momento vivido en la NBA", Blake formó parte de Detroit, donde jugó su baloncesto más completo, antes de jugar los últimos años de su carrera en Brooklyn primero y en Boston la temporada pasada. Junto a Kevin Durant, Kyrie Irving y James Harden intentó buscar el anillo, aunque estuvo más cerca con los Celtics cuando llegó a unas finales de conferencia, las únicas de su carrera. Porque no haber ganado el título, ni haber pisado unas finales, es la gran mancha de Blake y de aquellos Clippers. "No solo de los buenos: los triunfos, los premios, los mates o el tiempo. También de los no tan buenos: las demasiadas operaciones". Porque las lesiones fueron parte de su carrera.
Porque además de pasar 2010 en el dique seco, desde 2015 Blake Griffin fue un habitual en la lista de la enfermería. Tras jugar todos los partidos excepto cuatro en sus primeros cuatro años, solo en Detroit volvió a superar los 60 partidos disputados en una temporada. Fueron las lesiones las que forzaron su salida de California rumbo a unos Pistons donde encontró la versión más global de su juego, y llegó a ser All Star y All NBA. Desde entonces, luchando por un contrato mínimo y por agrandar su leyenda con un anillo, aunque su último partido fue a final de 2023. Esta temporada la ha pasado en blanco, decidiendo su futuro, y desde anoche su decisión es definitiva. Se va una leyenda de la NBA, uno de los jugadores más espectaculares de la última generación.