Brunson lleva a los Knicks a semifinales con números de Michael Jordan

Por primera vez en 24 años, los Knicks jugarán dos semifinales de la NBA de manera consecutiva. Tras pisar la segunda ronda el curso pasado, eliminando a los Cavaliers, este año han hecho lo propio con Philadelphia 76ers (118-115). En seis partidos, en la mejor y más caótica serie de lo que va de playoff y con un Jalen Brunson que se asienta en el Olimpo de las estrellas de la NBA. Metió 41 puntos en 27 tiros, con 12 asistencias y siendo el mejor jugador de la serie. Ha promediado 35.5 en toda la eliminatoria con 9 asistencias, números que solo Luka Doncic y Russell Westbrook habían conseguido en una serie al completo. Y ese es su nivel, estrella de la NBA.

Porque Jalen Brunson se ha convertido en la referencia de los Knicks. Un equipo, el de Tom Thibodeau, que es de largo el mayor aspirante a pelearle a Boston la corona en el Este. Han sabido sufrir de tal manera que el resultado global de la serie, con New York ganando 4-2, es de +1 para los Knicks. Brunson es, también, el gran olvidado de la selección estadounidense (podría entrar por la lesión de Kawhi Leonard) aunque tras su última exhibición, debería estar pendiente del teléfono.

El sexto fue tan caótico como el resto. Un partido que los Knicks abrieron con un parcial de 33-11, sumado a la lesión de Joel Embiid. Apenas 12 minutos más tarde, los Sixers le habían dado la vuelta gracias a Buddy Hield, jugando apartado de la rotación de Philadelphia, con cinco triples. Un parcial de 38-14 le daba la vuelta y se iban arriba al descanso. Embiid volvía y con 17 puntos lideraba a Philadelphia, que soñaba con forzar un séptimo partido tras ponerse 1-3 abajo. Y el inicio de la segunda parte apuntaba a eso, con el equipo de Nick Nurse controlando el partido. A Jalen Brunson no le salía nada y Thibodeau tomaba la decisión más complicada de su carrera: sentar a su estrella por dos minutos y 16 segundos. Y fue la mejor decisión posible.

Porque el base volvió encendido. 14 puntos en el último cuarto para liderar a los Knicks, con 5/8 en tiros, además de 3 asistencias. Aparecía por fin Maxey para, con dos tiros espectaculares, recortar la diferencia a solo un punto. Los Knicks estaban ocho arriba (109-101) y apenas minuto y medio más tarde Kelly Oubre Jr dejaba la diferencia en solo un punto. Brunson metía un 2+1, pero fallaba el tiro libre, y respondía Maxey con el suyo propio para empatar a 34 segundos. ¿A quién le iría el balón en el momento más caliente de la temporada para New York? A Jalen Brunson, evidentemente. Pero el base decidió, con dos defensores encima, compartir con Josh Hart que metía un triple definitivo.

Nadie lo describió mejor que Nick Nurse antes del partido: "Ganamos los rebotes, se decide en el clutch; ganan ellos los rebotes, se decide en el clutch. He decidido que nada importa". Y sí, evidentemente se decidió en los últimos segundos. Hubo carrusel de tiros libres con DiVincenzo, Maxey y Brunson metiendo todos, y con 3.4 segundos y sin tiempos muertos, Philadelphia tuvo que improvisar. Un triple a la desesperada de Buddy Hield, con demasiado tiempo en el reloj y que ni tocó aro fue el último intento de los Sixers, que han peleado contra la salud, los Knicks y un Jalen Brunson tocado por una varita mágica en esta serie. Haciendo números que no se veían desde los Bulls de los noventa. Fue su cuarto partido consecutivo de playoff con al menos 39 puntos, algo que no lograba nadie desde que lo hiciera Michael Jordan en 1993. Antes que MJ, que también lo hizo en 1990, solo Jerry West y Bernard King

Y si la NBA ya tenía unas semifinales sin LeBron James, Kevin Durant y Steph Curry, ahora se añaden Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo, dos de los últimos tres MVP. Las de los Knicks empiezan el martes, en el Madison Square Garden ante los Pacers. Y sobre la mesa tienen la oportunidad de meterse en las finales de conferencia por primera vez desde 2000, todavía con Pat Ewing en el equipo.