La carrera por ser el peor equipo de la temporada no tiene un gran premio en el horizonte
Detroit Pistons y Washington Wizards están firmando dos de las peores temporadas de la historia. Y han elegido un mal año para ser horribles.
Detroit Pistons y Washington Wizards han sido, con diferencia, los dos peores equipos de la temporada en la NBA. Ambos equipos llegan a mitad de marzo por debajo del 17% de victorias, con diez y nueve triunfos respectivos y sin prospectos de mejorar. Detroit llegó a sumar 28 derrotas seguidas a final de 2023, la racha más larga de la historia en una temporada NBA, y los Wizards acumulan en el presente 16. Y Washington, en caso de perder todos los partidos de aquí al final, empataría por el peor récord de la historia de la NBA en una temporada de 82 partidos (9-73, igualando a Philadelphia 76ers de 1973). Por porcentaje de victorias, los Charlotte Bobcats de 2012 (7-59) siguen siendo el peor equipo nunca visto, con solo un 10.6% de triunfos.
Ahora mismo los Wizards duermen séptimos en esta siniestra lista, con los Pistons decimoterceros habiendo ganado anoche ante Brooklyn. Por delante, históricos de la NBA para mal como los Sixers del proceso (10-72, 11% de victorias), Dallas Mavericks de 1993 y Denver Nuggets en 1998, ambos con 11-71 (13.4%). Y todos ellos tuvieron un premio en el próximo draft. Philadelphia eligió a Ben Simmons en 2016 y Doug Collins en 1973, Dallas consiguió a Jamal Mashburn y los Nuggets a Raef LaFrentz, en un draft donde quedaba disponible Vince Carter, Dirk Nowitzki o Paul Pierce. En muchas ocasiones perder sirve y el tanking , como se conoce a este arte en el deporte americano, tiene en el horizonte un premio del tamaño de un pick #1 del draft.
El tanking ha sido, desde hace años, la normalidad en la NBA. Equipos sin aspiraciones deportivas soñando con conseguir la próxima estrella de la NBA. El formato es muy sencillo: como peor récord tenga un equipo, mejores opciones tiene de conseguir el pick #1 del próximo draft, o de tener un pick más alto. Ya sean los Spurs perdiendo por Victor Wembanyama, o Dallas Mavericks para intentar conseguir un hombre alto en el draft, como acabó siendo Dereck Lively III. Pero no siempre tiene resultados positivos, especialmente cuando se toman malas decisiones en el draft o cuando, como en esta temporada, no hay un premio mayúsculo esperando, perdiendo todo el sentido. Es importante saber cuándo dejar de competir para tener una buena ronda y cuando no hacerlo, y este año es la segunda opción.
El draft de 2024 se considera, según todos los especialistas en jugadores jóvenes y proyecciones, uno del montón. No hay un Wembanyama, pero tampoco un Paolo Banchero, LaMelo Ball o Scottie Barnes, los últimos ganadores del galardón al mejor novato del año. Ni siquiera hay quorum entre el jugador que debería salir elegido el primero, con candidatos en Europa, Australia, la G-League o la liga universitaria. Los franceses Zaccharie Risacher (JL Bourg) y Alexandre Sarr (Perth Wildcats), Nikola Topic (Estrella Roja), Matas Buzelis y Ron Holland (G-League Ignite) o nombres de la NCAA como Cody Williams (Colorado) o Stephon Castle (UConn) han salido en la parte alta de todas las predicciones. Ninguno unánime o desatando la ilusión de franquicias dispuestas a tirar la casa por la ventana. Un draft mediocre.
No todo es tankear en estas franquicias, también es cierto. En algunos casos la temporada sirve para desarrollar talento joven en la NBA, algo por lo que han pasado la mayoría de jóvenes de la NBA en los últimos años. Puede ser el caso de San Antonio con Wemby, tercer peor récord, o Charlotte Hornets y Portland Trail Blazers con Brandon Miller y Scoot Henderson. En esa misma lista entrarían los Pistons, el tercer equipo más joven de la NBA, pero no Washington. Los Wizards decidieron reventar el proyecto de Bradley Beal y Kristaps Porzingis el pasado verano, algo tarde, y ahora viven sumidos en la parte baja sin opciones reales de salir a corto plazo. Por suerte, uno de los dos, Pistons o Wizards, llegará pronto a la siguiente victoria: el próximo 29 se enfrentan los dos en la capital. Que sea o no la última del año es otra historia.