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Los Celtics empatan la serie con su fórmula secreta: triples y defensa

En un recital desde el triple y una de las mejores defensas de la temporada, Boston consiguió el 1-1 ante los Sixers antes de que la serie se mude a Philadelphia.

Los Celtics empatan la serie con su fórmula secreta: triples y defensa
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Los Celtics responden a la derrota del primer partido con un golpe durísimo sobre la mesa. Una paliza que retumbará en el avión de los Sixers de vuelta a Philadelphia. Y es que en el retorno de Joel Embiid al quinteto titular, Boston dominó de principio a fin y rompió el partido en el tercer cuarto con un parcial de 35-16. Llegó a superar al eterno rival por 36 puntos, la diferencia acabó en 34 puntos (121-87) y la serie que cambia de sede con empate a uno. 

Lo hice con dos factores principalmente, el triple y la defensa. Joe Mazzulla había avisado a la mañana que el principal argumento de estos Celtics era su ofensiva y que necesitaban tirar más triples. En el primer encuentro, sin Embiid, atacaron la zona y probaron solo 26 lanzamientos lejanos; en la paliza ante los Sixers del segundo partido fueron casi el doble, 51. Y metieron prácticamente el mismo porcentaje, rozando el 40%. La diferencia, eso sí, fueron 10 anotados y 30 puntos en el marcador. La segunda clave, la defensa, algo menos habitual en estos Celtics. Dejaron a Philadelphia en 65 puntos al final del tercer cuarto, cuando ya estaba el encuentro sentenciado.

En una noche, además, en la que Jayson Tatum se quedó en siete puntos. La estrella de los Celtics se vio en problemas de faltas personales, con tres al principio del segundo cuarto y cuatro al inicio del tercer periodo. Su compañero en el último All Star Game, Jaylen Brown, fue quien tomó el relevo, al menos hasta que el colectivo rompió el partido al salir del descanso. Brown acabó con 25 puntos, máximo anotador. Y es que en esos doce minutos, Boston sacó su mejor versión: 35 puntos, liderados por Derrick White con diez y Malcolm Brogdon con nueve, metiendo 7/15 en triples. Cerraron el aro dejando a los Sixers en 16 puntos y empataron la serie.

Fue tanta la diferencia que Jaylen, Tatum y Al Horford no tuvieron que volver a jugar, y que Marcus Smart y Derrick White pisaron el parqué por apenas tres minutos cada uno. En un último cuarto de un partido de semifinales de conferencia.

En su vuelta, el primer partido tras haber recibido oficialmente el MVP, Embiid no tuvo su mejor noche. El camerunés, todavía renqueante de la lesión que arrastra en el ligamento lateral de la rodilla, fue diferencial en defensa con cinco tapones antes del descanso, pero no pudo ayudar al equipo en ataque. Acabó con 15 puntos, siete de los cuales llegaron desde la línea de tiros libres y un 4/9 en tiros de campo. Pero además, desestabilizó la ofensiva que sorprendió a Boston el lunes, una alrededor de Harden. La barba acabó con 2/14 en tiros y ocho de sus 12 puntos desde los tiros libres. 

Y ni tanto ni tan poco. Ni los Sixers van a volver a tirar como en el primer partido, ni jugarán tan mal como en el segundo una vez la serie llegue a Philadelphia. Porque si el primer encuentro fue una anomalía estadística positiva para los de Doc Rivers, el segundo fue también poco habitual. Pero los Celtics pusieron más intensidad, más garra "y estaban más desesperados que nosotros", dijo Embiid al final del partido. Han conseguido robar el factor pista y ahora solo tienen que ganar los tres que quedan en casa, pero Boston ha mandado un mensaje. Y se ha recibido alto y claro.