Damian Lillard MVP del All Star más anotador de la historia

Damian Lillard cierra un fin de semana para el recuerdo con el MVP en el All Star más anotador de la historia. El Este, que se llevó el partido, superó los 200 puntos por primera vez en un All Star Game en una noche de muy poca defensa e intensidad por parte de los jugadores. La NBA volvió al formato original, eliminando finales alternativos y draft, buscando la implicación de los jugadores, pero no salió del todo bien. Un All Star que pasará a la historia por sus récords, pero no por el juego. 

El primer cuarto acabó dando pistas de hacia donde iba a ir el partido, con el Este dominando de la mano de Tyrese Haliburton y Damian Lillard con 15 y 9 puntos respectivamente. Como equipo sumaban ya 13 triples de los 19 tiros anotados, en un partido sin ningún tipo de defensa y con un ritmo trepidante. Pero para el segundo periodo, empezaron a romper el partido con un parcial de 13-0 con los suplentes, especialmente los debutantes Tyrese Maxey y Jalen Brunson. Empezaban también los detalles de calidad, como el caño de Trae Young a Kevin Durant, o el eurostep de Karl-Anthony Towns para evitar a Giannis. Al descanso, Lillard sumaba 22 puntos y Haliburton 18, en el que apuntaba a ser el duelo por el MVP.  

Porque los dos bases intercambiaron triples, con seis para cada uno, de los 22 que había metido el Este en apenas 24 minutos. No eran los únicos en dobles figuras en el Este, con Giannis y los dos jugadores de Boston, Jaylen Brown y Jayson Tatum en doce, y Maxey con 10. Nadie en el Oeste superaba los 12 de Kevin Durant y Steph Curry, con cuatro triples a cada cual más lejano. Y con 104 puntos, igualaban el récord en una parte del All Star Game, conseguido por el Oeste en 2016. Además, los 193 puntos combinados eran la marca más alta también en un partido de la estrellas. La revolución ofensiva de la NBA había llegado también al All Star, en una noche que se iban a batir una vez más muchos récords.

Y el Este, todavía a la cabeza, salió con un parcial de 17-8 tras el descanso, con cinco triples más y abriendo el hueco a más de 25 puntos tras dos tiros libres de Giannis Antetokounmpo. Incluso cuando lo bajaron a solo 12, fue Scottie Barnes quien reabrió la diferencia con dos triples. Al final del tercer periodo eran 24 puntos la brecha, algo insalvable para el equipo de LeBron James, que no perdía dos All Stars seguidos desde 2016 y 2017. La duda era saber si llegarían a 200 puntos tras superar los 50 en los tres primeros cuartos. Un triple de Jalen Brunson igualaba el récord de más triples anotados por un equipo, con 35, cifra que consiguió el Team LeBron en 2019.

Un minuto más tarde era Jaylen Brown el que rompía la marca de triples y se iba a 26 puntos, entrando en la lucha por el MVP. También batieron el récord de más lanzamientos de tres entre ambos equipos, superando los 62 de 2019, y dejando la marca en 67. Porque el último cuarto, el final especialmente, fue un constante de romper récords. La máxima anotación combinada fue el primero en caer, superando los 374 de 2017. Al mismo tiempo, con un triple de Tyrese Haliburton, el Este llegaba a 200 puntos por primera vez en la historia de la NBA. La marca más alta eran 196, una que quedó muy lejos de los 211 que consiguieron los jugadores del Este, y solo Karl-Anthony Towns evitó una tragedia mayor.

El dominicano se fue a 50 puntos, 31 de ellos en el último cuarto, otro récord del All Star que tenía Jayson Tatum con 27. Fueron 40 en la segunda parte, también la cifra más alta de la historia. Fue el máximo anotador del partido y la tercera puntuación más alta de la historia, solo por detrás de los 55 de Tatum el año pasado y Anthony Davis y sus 52 en 2017. Pero al contrario que ellos dos, KAT no se pudo hacer con el MVP porque el Oeste se llevó una buena paliza. Solo Shai Gilgeous-Alexander entre sus compañeros superó los 30 puntos, cuando tres jugadores diferentes lo hicieron en el rival: Jaylen Brown con 36 desde el banco, manteniendo su estatus de mayor promedio anotador en la historia del partido, y los dos jugadores que se pelearon el MVP: Damian Lillard y Tyrese Haliburton.

Se lo llevó el de los Bucks, para decepción del público, que animó cada jugada de Tyrese Haliburton como si un partido de los Pacers se tratara. Dame metió 39 con un 11/23 en triples, varios desde media pista, además de 6 asistencias y se convierte en el primer jugador en ganar el MVP y el concurso de triples la misma temporada. Haliburton, el héroe local, se quedó en 32 con 10 triples (en 14 intentos). Otros jugadores destacados fueron el compañero de Lillard, Giannis Antetokounmpo con 23 puntos y mates muy poderosos, los 20 tantos de Jayson Tatum o los 18 de Kevin Durant, que tuvo tiempo de picarse con Trae Young primero y Lillard más tarde.

Los cuatro debutantes tuvieron un buen papel. Barnes acabó con 16 puntos y 8 rebotes, Jalen Brunson sumó 12, Maxey metió 10 puntos y Paolo Banchero puso 6 en el triunfo. Y se lo tomaron más en serio que Luka Doncic y Nikola Jokic, por ejemplo. Los dos europeos han dejado claro que el All Star no es su escena, y que solo han ido a divertirse. Se combinaron para 20 puntos y dejaron jugadas cómicas, como un mate fallido por parte del esloveno o un falso mate de Jokic, que acabó en bandeja. También tuvieron tiempo para firmar una de las jugadas del partido, cruzando la pista sin botar para los dos puntos de Gilgeous-Alexander.

Con el MVP de Lillard se cierra el fin de semana de las estrellas. Y la liga ya mira a 2025. Será en San Francisco, en el pabellón de los Golden State Warriors. Antes queda el final de la temporada regular, que vuelve el jueves, y decidir un nuevo campeón. Porque los jugadores no han mostrado mucho interés en llevarse el partido de las estrellas, pero con el anillo la historia será muy diferente.