Un dato de otra época demuestra que el traspaso de Luka Doncic va muchísimo más allá del baloncesto
El Lakers-Celtics del sábado fue el partido de temporada regular más visto en Estados Unidos desde hace siete años.

El traspaso de Luka Doncic de Dallas Mavericks a Los Ángeles Lakers fue un absoluto terremoto a nivel mundial en uno de los movimientos más sonados de todos los tiempos. En el plano deportivo no quedaba duda de que sería un trueque capital, ya que los Mavs pretendían acercarse al anillo desde el poderío interior y la defensa de Anthony Davis, mientras la franquicia angelina se hacía con una de las grandes estrellas de la liga, tanto sobre la cancha como por su poder mediático. Esta última cualidad ya se ha consolidado con un registro estratosférico que no se veía desde el año 2018.
La NBA ha informado a través de su canal oficial que el partido entre Lakers y Celtics del pasado sábado fue visto por 4.61 millones de espectadores en el horario de Prime Time del sábado. Convirtiéndose así en el partido de temporada regular más visto en los últimos siete años y presentando un aumento del 92% de audiencia en comparación con la media habitual de los encuentros emitidos por ABC en esa franja.
Eso sí, hay matices a tener en cuenta como que ha sido el más visto excluyendo los partidos de Navidad, fecha en la que la NBA aprovecha para programar encuentros de prestigio y donde no hay más deporte más allá del baloncesto. Pero no hay que restar un ápice de mérito, ya que fue lo más visto de la noche del sábado en Estados Unidos, un éxito arrollador en términos televisivos.
Lakers-Celtics averaged 4.61 million viewers on NBA Saturday Primetime on ABC, making it the most-watched regular season game in seven years (excluding Christmas Day) and up 92% vs. the comparable window. The game peaked at 5.3 million viewers and was the most-watched program in… pic.twitter.com/Z5OWNGIOIS
— NBA Communications (@NBAPR) March 11, 2025
Por supuesto influyó que el partido fuera entre Lakers y Celtics, pero no hay que olvidar que juegan al menos dos partidos por temporada y cada año y que jamás había dado un dato así. También tuvo que ver el gran momento de los equipos. Los de Boston son los grandes candidatos a ganar el anillo, aunque de momento no pueden con Cleveland Cavaliers en lo más alto de la Conferencia Este. Los de Los Ángeles se encuentran en el mejor momento del año, con Doncic pletórico y un LeBron James (ahora lesionado) alcanzando unos números positivamente alarmantes a sus 40 años de edad.
Mientras tanto, en Dallas se vive en un páramo lúgubre sin el más mínimo rayo de luz en el horizonte. Nico Harrison apostó todo por el anillo de este año, quizás del que viene también, al dar las riendas del proyecto a dos veteranos con tendencia a las lesiones como Anthony Davis y Kyrie Irving. El tiempo no le ha dado la razón, aunque el infortunio se ha cruzado en su camino. El pívot sufrió una lesión de larga duración pocos días después de recalar en la ciudad y está en tela de juicio si volverá a jugar este año por las escasas esperanzas que tienen los Mavericks de pelear siquiera una eliminatoria de postemporada.
Para colmo, Kyrie Irving se ha roto el ligamento cruzado, una lesión fatal a sus 32 años de edad y que pone en jaque su futuro como estrella de la NBA. El plan, sea como fuere, ya se puede catalogar como un mal plan, ya que Dallas Mavericks, si consigue clasificarse para playin, raro será que pase una sola ronda y afrontará la próxima campaña con dos veteranos en mal estado físico. Entre tanto, los Lakers alcanzan un fantástico balance de victorias e incluso se llegaron a poner en la segunda posición de la Conferencia Oeste.
A estas alturas, pocos se atreven a descartar a LeBron James, Luka Doncic y compañía de la pelea por el anillo. Y otros muchos fantasean con la posibilidad de recuperar el gran clásico del baloncesto norteamericano entre Lakers y Celtics en la final de la NBA (solo podrían enfrentarse ahí por el sistema de conferencias de la competición). Precisamente por ello, todo el país estaba pendiente del partido del pasado sábado. Por televisión lo vieron 4.61 millones de personas y el minuto de oro contó con 5.3 millones de televidentes.
Datos de otra época que reflejan que el traspaso de Luka Doncic va muchísimo más allá del baloncesto.