Orlando sufre su derrota más dulce: pierden por paliza en el Madison... pero ganan su billete a cuartos
Milwaukee hizo los deberes y tenemos cuartos de final... sin el campeón, eliminado por el diferencial.

La última noche de la Copa NBA prometía emociones fuertes, especialmente en la conferencia Este. Con solo los Hawks clasificados, ganadores del grupo de Boston y Cleveland, quedaban tres billetes en juego. Y dos duelos directos: en Detroit, Pistons y Milwaukee, y en el Madison Square Garden los Knicks recibían a Orlando. La matemática, además, era muy sencilla. Los dos ganadores clasificaban directamente y el último billete se lo llevaría el mejor segundo clasificado, al que también aspiraban los Celtics desde el sofá de casa. Y curiosidades de la NBA, los dos partidos no se jugaban al mismo tiempo.
Abrían primero los Bucks, que a sabiendas de que el segundo partido tendría ventaja, salieron con todo. Y al descanso, entre Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard ya habían roto el partido. El 42-28 del segundo periodo fue demoledor para unos Pistons que soñaban con el partido, descansaron jugadores el domingo pensando en los Bucks, y se llevaron un varapalo. La diferencia llegó a ser de 26 puntos, dejando a Detroit fuera de la lucha por el mejor segundo lugar. El griego metió 28, Lillard aportó sus 27 y los de Doc Rivers suman siete triunfos seguidos y nueve en los últimos diez. A cuartos de final y con el mejor diferencial posible, +50, que acabaría siendo clave.
Con la victoria de Milwaukee, abultada además, solo faltaba por decidir el equipo que clasificaría como mejor segundo: Orlando o Boston. A los Knicks solo les valía ganar y únicamente aspiraban al primer puesto, y lo sabían. Por eso, como Milwaukee media hora antes, salieron arrasando. Del 9-2 inicial para los Magic al 36-27 de New York al final del primer cuarto, diferencia que superaba los 20 antes del descanso. Y se entraba en un espacio de duda: si los Magic perdían por 37 o más, quedaban eliminados y eran los Celtics, que esperaban el milagro desde el sofá de casa, los que clasificaban. Pasó, a 2:34 para el final del tercer cuarto cuando un triple de Mikal Bridges ponía el 103-66 y los 37 de diferencia.
Duró, exactamente, nueve segundos la alegría en Boston antes de que los Magic cerraran el partido con un parcial de 40-18... con permiso de los Knicks, los más beneficiados. Ganando por 15, como acabó pasando, no solo eliminaban al campeón, sino que se aseguraban el cruce más fácil en cuartos, ante los Hawks. Levantaron el pie del acelerador, sentaron a los titulares y se olvidaron por completo de intentar superar el +50 de los Bucks. Y ambos, Orlando y Knicks, salieron del Madison clasificados. Y los Knicks con la certeza de, aún seguir un puesto por detrás de los Magic en la clasificación del Este, a la hora de competir todavía no están en el mismo escalón. Ni los 30 de Franz Wagner hicieron daño.
Los Bucks se quedan con el premio de ser el mejor primero y se verán en cuartos de final contra Orlando Magic, un partido que se jugará en Milwaukee el 10 u 11 de diciembre. Esos mismos días, los Hawks visitarán el pabellón de los Knicks en la segunda serie de cuartos de final y un duelo que traerá recuerdos a muchos. Por ejemplo, la primera ronda de playoff de 2021 cuando Trae Young mandó a los Knicks a casa 4-1 antes de acabar haciendo una reverencia en el Madison Square Garden. Eran otros tiempos, otros equipos, otro torneo. Esto es la Copa NBA, donde hasta las derrotas sientan bien.