Doncic (con susto) e Irving confirman que los Mavs van en serio ante su rival favorito

Si no es una rivalidad, lo parece. Volvían los Dallas Mavericks a Minnesota, allá donde sellaron el billete para las finales en mayo de 2024. Volvían al lugar donde Luka Dončić hizo estragos con la defensa de Rudy Gobert y Jaden McDaniels, donde Kyrie Irving desmontó a Anthony Edwards. Ninguno de los dos llegaba igual que en mayo, con Klay Thompson, por un lado, y sin Karl-Anthony Towns en el otro, sustituido por Julius Randle y Donte DiVincenzo. Pero los focos estaban en las estrellas, en las jóvenes estrellas. En Doncic y Edwards. Respondieron ambas, a su manera, pero el triunfo se lo llevó Dallas, como en mayo.

Por momentos el partido pareció uno muy diferente a lo que se vio en la serie. Edwards empezó el duelo haciendo lo que mejor sabe: anotar. Pero lo hizo a un nivel que ni él había tenido, con 24 puntos en el primer cuarto. Aguantaban pendientes de un hilo los Mavericks, viendo a Edwards meter seis triples sin oposición y dominar para la locura de un Target Center que necesitaba la victoria. Y Dallas, mucho más maduro como boxeador veterano, supo aguantar los golpes de un equipo que tenía algo que demostrar. Pusieron la mejilla sabiendo que en algún momento la lluvia tenía que acabar, que lo hizo. Para entonces, los Mavericks estaban listos.

Porque los ocho puntos de ventaja al final del primer cuarto (34-26) fueron la máxima diferencia que tuvo Minny. La recuperó a la salida del descanso con un Luka Dončić renqueante tras un susto antes del descanso. Un golpe con McDaniels en la parte posterior de la rodilla le llevó a vestuarios antes de tiempo, aunque los Mavs se permitieron el lujo de terminar la remontada sin él. Fue en ese momento, tras el paso por la ducha y con un parcial de 10-0 para los Wolves que pudo cambiar el partido. Y apareció Kyrie Irving para dinamitar cualquier idea preestablecida de lo que esperar esta noche. El base explotó, con 16 puntos, destrozando cada opción de remontada.

Para entonces Dallas se sabía mejor, incluso con un Doncic mediocre (13 puntos en 3 cuartos). Pero siempre aparece el esloveno, con 11 en el último periodo. Y un triple marca de la casa, muy parecido al que le endosó en la cara a Gobert en las finales de conferencia para ganar. Este servía para sentenciar el triunfo que certifica lo que sospechábamos: los Mavericks van en serio. 3-1 para arrancar, solo por detrás de los tres invictos de la competición, y en el mismo escalón que Boston y Oklahoma, los dos favoritos en la mayoría de casas de apuestas. Tienen a Doncic, que acabó con 24, 8 rebotes y 8 asistencias, a Kyrie, que metió 35, y los secundarios brillan. Es momento de ganar.

Los Nets de Jordi Fernández lucharon hasta el final, pero el talento de Denver volvió a brillar. Como 24 horas antes, necesitaron una mezcla de suerte, con tiros fallados por el rival, y al mejor Jokic para llevarse el triunfo en la prórroga. Triple-doble para el serbio, que lleva dos en cuatro partidos, con 29 puntos, 18 rebotes (seis ofensivos) y 16 asistencias en un partido histórico. Solo Oscar Robertson, dos veces en 1962, había firmado esos números en la NBA. Muy buena noche de Russell Westbrook, con 22 puntos desde el banquillo. Para el equipo de Jordi, Dennis Schröder (28 puntos, 14 asistencias) y Cam Thomas, con 26 puntos, los mejores. Dorian Finney-Smith tuvo el triple para ganar, pero falló y decidió Jokic en la prórroga.

Un parcial de 40-28 en el tercer cuarto sirvió para que los Warriors le dieran la vuelta al partido y se llevaran un triunfo clave ante los Pelicans en el primer partido sin Steph Curry. El segundo tiempo acabó siendo un +22 para los Warriors, que tuvieron en Buddy Hield y sus siete triples al mejor jugador. Metieron 21 en total, otra noche de lujuria en el tiro para el equipo de Steve Kerr que vuelven a récord positivo a la espera de las pruebas médicas de Steph Curry. Y si hablamos de lesiones, otro caso en New Orleans, el de Herb Jones que se une a Dejounte Murray y Trey Murphy. Dramática la enfermería en Luisiana.

En Utah, los Kings hicieron los deberes en el tercer cuarto para conseguir un triunfo sencillo ante los Jazz, todavía sin victorias. Domantas Sabonis metió 28 tantos con 11 rebotes, el mejor para el conjunto de Mike Brown, que están ya en 50% de victorias. DeRozan metió 20, Fox 19 para cerrar el big-3 y los otros dos titulares, Murray y Huerter, 14 cada uno. Para Utah, un equipo que aspira al peor récord esta temporada, Jordan Clarkson fue el único que superó los 20 puntos en una mala noche de los Jazz y ya van cuatro... en cuatro partidos.