Mientras Doncic y LeBron sonríen, media NBA es un polvorín: los Nuggets de Jokic baten un récord y se cargan a su entrenador a diez días de playoff

A falta de diez días para el comienzo de los playoffs, media NBA es un polvorín. Entre los focos puestos sobre el March Madness, el evidente tanking de una decena de equipos en busca de Cooper Flagg, las pequeñas dudas de Oklahoma, el despido de Taylor Jenkins de los Grizzlies... Ahora se suma otro terremoto de enormes dimensiones que afecta de lleno al cuarto clasificado de la Conferencia Oeste, los Denver Nuggets. Y es que contra todo pronóstico ha sido destituido su entrenador Mike Malone, ya no tanto paradójico por el estado del equipo, sino más por la proximidad de la postemporada. De hecho, es el despido más tardío de la historia, igualando al de Hubie Brown en la 80-81.

Tampoco es que justifique demasiado la decisión la hemeroteca. Mike Malone es el entrenador con más victorias en la historia de los Denver Nuggets. Llevaba en la franquicia desde el año 2015 y consiguió la hazaña de llevarles al anillo en el año 2023. Hay que rebuscar, bajar al fondo marino que rodea la mejor competición de baloncesto del mundo, para encontrar razones que justifiquen la caída de un técnico que gozaba de un gran prestigio en la franquicia y entre la afición. En todo este tiempo tampoco había sido cuestionado por el público, era una de las relaciones más fieles que se mantenían en la competición.

Pero algo está fallando, a la vista está. En este tramo de temporada, era imprescindible sumar victorias para asegurar el playoff y garantizar una buena posición para evitar un encuentro temprano con los Oklahoma City Thunder. Denver Nuggets lleva cuatro derrotas de forma consecutiva para situarse en la cuarta plaza y ya ser seriamente amenazado por Minnesota Timberwolves, Memphis Grizzlies, Los Ángeles Clippers o los Golden State Warriors. Sería una hecatombe caer a la octava plaza, aunque no parece lo más probable en este momento.

Es cierto que las sensaciones no eran las idóneas. Es difícil de justificar con la lógica en la mano que Jokic haga 61 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y el equipo pierda. Que firme 33 puntos, 12 rebotes, 9 asistencias y vuelvan a caer. Y que cierre la racha triunfal con 41 puntos, 15 rebotes y 13 asistencias para una derrota más. Si el mejor jugador del mundo desatado no es capaz de llevar a su equipo a la victoria, desde luego algo está fallando y no es precisamente él. De hecho, el gigante serbio apunta de nuevo a ser el MVP de la temporada.

Dicho lo cual, aunque pueda fallar algo en el engranaje del equipo, es evidente que hay un más allá que de momento no ha salido a la luz. Por divagar, se podría especular con una posible crisis en el vestuario con Jokic como implicado. Pero no parece ser así. Quizás pudo influir un cruce de declaraciones y tensión entre Aaron Gordon y Peyton Watson, impropia de un equipo de élite. Aunque tirar por la borda una etapa así solo por un momento de incertidumbre... Las imágenes son significativas, eso sí:

Para colmo en esta inesperada crisis de los Denver Nuggets, la gerencia también ha despedido al General Manager Calvin Booth. Es cierto que su labor sí que había sido mucho más discutida por renovaciones millonarias como las de Jamal Murray o Michael Porter Jr. o por dejar ir a jugadores fundamentales en la pelea por el título como Kentavious Caldwell-Pope. Ese fondo de armario que llevó a la franquicia al anillo había ido cayéndose progresivamente, si bien Jokic y el núcleo con Malone a los mandos les situaba todavía entre los aspirantes a la gloria.

El futuro, ahora, es una incógnita, y precisamente no hay tiempo para el margen de error. Un cambio de rumbo demasiado drástico, de la noche a la mañana, que sitúa a Nikola Jokic en una situación límite. El anillo aún es posible...