NBA

James Harden evoca su versión más anotadora para robar el factor pista en Boston

La Barba metió 45 puntos y consiguió el 1-0 para los Sixers en las semifinales del Este pese a la baja de Joel Embiid.

James Harden celebra un triple ante los Celtics. /AFP
James Harden celebra un triple ante los Celtics. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Dentro de la rivalidad entre Celtics y Sixers, la más antigua y compleja de la historia de la NBA, el partido de ayer se recordará para siempre como el James Harden Game. La noche en la que la Barba decidió, por su propia cuenta, ganar un partido (115-119), asaltar el TD Garden y robar el factor pista en la eliminatoria. En el primer intento, con 45 puntos, siete triples y un tiro para ganar a falta de 8.1 segundos que enmudeció el pabellón al completo. Una sensación que será difícil de recuperar en la ciudad de Boston, que ya espera al miércoles para el segundo duelo.

Faltaba Joel Embiid, pero no por ello los Sixers iban a salir asustados. Porque Philadelphia fue el único equipo que barrió en primera ronda por algún motivo, pese a no contar con su mejor jugador en el último partido, y los mismos Sixers asaltaron el pabellón de los Celtics en el primer encuentro de las semifinales. Fueron 16 en el primer cuarto, cinco en el segundo, nueve en el tercero y se guardó los últimos 15 para el definitivo. Con tres triples, el último para decidir el encuentro. Y lo acompaño con seis asistencias, dos robos y un rebote. "Hoy he sido agresivo. Es lo que el equipo necesitaba de mí. Puedo hacer esto esta noche y mañana tener otro rol, y no creo que muchos jugadores puedan decir eso en la NBA", aseguraba al acabar el partido.

Joe Mazzulla, entrenador de los Celtics, asumió parte de la responsabilidad, aunque realmente había poco más que hacer. Lo probó todo ante Harden. Le lanzó una defensa individual, defensa con cambios, dos contra uno, caída tras bloqueo y continuación, y Harden las superó todas. En un partido que rozó lo surrealista, donde Boston dominó la primera parte y desapareció en el último cuarto.

Y es que Boston lanzó solo 28 triples, la cifra más baja de la temporada, pese al más que aceptable 38.5% de acierto. Pero al mismo tiempo, permitió 20 puntos tras pérdidas, incluyendo la canasta de Tyrese Maxey para poner a Philly por delante. Y al contrario, casi la mitad de los tiros de Philadelphia fueron desde la media distancia, un equipo que tiene en sus oficinas a Daryl Morey, idealista del tiro efectivo: triple y debajo del aro. Boston superó el 58% en tiros de campo, bajó diez rebotes más que Philadelphia y falló solo un tiro libre, pero los 17 triples de los Sixers fueron la diferencia.

DeAnthony Melton, desde el banquillo, metió cinco y 17 puntos, la alternativa perfecta. El segundo mejor jugador fue, eso sí, otra vez Tyrese Maxey. El escolta acabó con 26 puntos (10/24 en tiros), 19 de ellos en la segunda parte. Y se sumó también Tobias Harris, con otros 18 para redondear un partido casi perfecto de cara al aro de los Sixers: 50% de tiros de campo, 44.7% en triples y 12/12 en tiros libres. Supieron sobrevivir a la baja de Embiid, algo que afectó a Boston: "No salimos con la misma intensidad sabiendo que no estaba Embiid, por el motivo que sea", decía Horford. Igual el miércoles vuelve Joel y ya es muy tarde.