Joel Embiid es el mayor riesgo en el fuego cruzado entre Philadelphia y James Harden
El MVP está viendo como su compañero y la franquicia han entrado en una guerra de la que puede salir como el gran perjudicado.

La guerra pública entre Philadelphia 76ers y James no ha hecho más que empezar. Desde que el jugador pidió el traspaso, el 30 de junio, ambos han estado involucrados en una batalla de egos y declaraciones, directas o filtradas, con el propósito de conseguir su objetivo. Para Harden, salir de Philadelphia; para los Sixers, retener al base o bien, traspasarlo por el mayor precio posible. Y mientras Daryl Morey, presidente de operaciones de la franquicia, pelea con el que fuera su hijo predilecto en Houston, Joel Embiid sufre como otro abandonado por sus padres en mitad del divorcio.
El camerunés, reciente ganador el premio MVP de la temporada regular y principal estrella de Philly, se ha visto involucrado en una guerra en la que solo puede salir perjudicado. Y sus acciones no están ayudando para nada a apagar el incendio en el que se han convertido los Sixers en los últimos meses. Primero, unas declaraciones en las que confesaba que le gustaría convencer a Harden de seguir juntos: "Le quiero de vuelta", aseguraba el pívot, que se sentía decepcionado al saber que su compañero no deseaba seguir en Philadelphia. Días más tarde, en una entrevista en directo, Embiid declaraba que su objetivo es ganar el anillo "sea aquí o en otro lugar", levantando las primeras dudas en la franquicia.
En las últimas horas, Joel Embiid ha decidido quitar de su cuenta de X (previamente conocido como Twitter) cualquier vinculación con Philadelphia, la localización (Philadelphia, PA) y la biografía Processing.... en honor al lema de la franquicia, Trust the Process. Si bien es cierto que Embiid se caracteriza por ser, como se ha definido a sí mismo varias veces, un troll online, no es una acción a la ligera y puede significar varias cosas. La primera, un acto de apoyo a Harden y sus durísimas declaraciones contra Morey, a quien llamó mentiroso. PJ Tucker y Kyrie Irving salieron en redes sociales a defender a su excompañero, y Embiid podría estar haciendo lo mismo. La segunda teoría es mucho peor.
Porque puede ser el final de Joel Embiid con los Sixers. La franquicia apostó por el jugador de Kansas en el draft de 2014 pese a sus lesiones, problemas físicos que le impidieron debutar en la NBA hasta 2016. Desde entonces, Embiid siempre ha sido la referencia de un equipo que todavía no ha conseguido superar la segunda ronda de playoff, ni con Ben Simmons, ni con Jimmy Butler, ni más recientemente con James Harden. Desde 2018, los Sixers han entrado en postemporada cada año, y en cinco de los seis años han caído en semifinales del Este. Ha habido diferentes entrenadores, sistemas y jugadores. El único común denominador en las seis eliminaciones es Joel Embiid y han empezado a sonar alarmas de emergencia.
Porque desde hace años, hay una franquicia que se está preparando para el día que Joel Embiid esté en el mercado: New York Knicks. En la Gran Manzana han hecho los deberes para estar considerados los máximos candidatos a conseguir al MVP. El general manager del equipo, Leon Rose, es el exagente de Joel Embiid y con quien todavía guarda una gran relación (se le vio hace un mes en la boda del jugador). Segundo, han conseguido un equipo sólido, liderados por Jalen Brunson y con nombres como Julius Randle, Josh Hart o Isaiah Hartenstein u Obi Topping... y todos tienen en común que son de la misma agencia, Creative Artists Agency, la última agencia de Embiid, que sigue sin representante desde 2022.
No es su guerra, Joel Embiid tiene contrato hasta 2027, con una opción de jugador el último año, pero si los Sixers vuelven a empeorar por el camino y dejan salir una estrella prácticamente gratis, como pasó con Jimmy Butler, Embiid puede levantar la mano. Y si el MVP pide el traspaso, resultado de un fuego cruzado, los Knicks van a estar esperando con la oferta lista.