Kemba Walker y otras estrellas NBA que pasaron por Europa
El base se une a una larga lista de históricos de la NBA que decidieron pasar en algún momento por el baloncesto europeo.

Saltaba la bomba al mediodía del viernes. Kemba Walker, estrella de la NBA en la última década, cuatro veces All Star y nombrado All NBA en 2019, ha firmado por AS Mónaco, equipo de Euroleague. Kemba cambia la NBA por la mejor liga del continente y defenderá la camiseta del gigante francés la próxima temporada, uniéndose a Willy Hernangómez como jugadores que han dado el salto inverso, de América a Europa. Y si bien la llegada de un jugador del talento de Kemba es histórico para el baloncesto europeo, no es la primera vez que una estrella hace las maletas rumbo a Europa. Ni siquiera el primer All NBA. Porque en la historia hay varios americanos que decidieron probar otro tipo de baloncesto antes de retirarse.
De todos los nombres, hay dos que brillan por encima del resto: Bob McAdoo y Dominique Wilkins. En el caso de Nique tuvo dos aventuras en Europa, la primera en Panathinaikos y la segunda en la Fortitudo Bologna, y le dio tiempo a ganar una Euroleague con el conjunto griego, siendo MVP de la Final Four ante el Barça, ambas copas, griega e italiana. Wilkins volvió a la NBA entre su año en Atenas y en Italia, y acabó retirándose en Orlando. Antes, en la NBA, Wilkins fue nueve veces All Star, siete veces All NBA y tiene el 21 retirado en el pabellón de los Atlanta Hawks, además de ser nombrado el año pasado uno de los 75 mejores jugadores de la historia por la propia liga.
También McAdoo fue héroe en Italia, con Olimpia Milano. El que fuera MVP de la NBA en 1975 ganó dos FIBA European Champions Cup seguidas, la actual Euroleague, además de varios torneos nacionales en Italia. Tras Milán, jugó en Filanto Forli y Teamsystem Fabriano antes de retirarse con 41 años. En siete temporadas promedió 27 puntos por partido en liga y 25.8 en competición continental. En su currículum tiene además dos anillos de la NBA, cinco All Stars, dos All NBA o el premio al mejor novato en 1973. McAdoo además fue tres veces seguidas, de 1974 a 1976, el máximo anotador de la liga y también, como Nique, forma parte de la lista de los 75 mejores jugadores de la historia.
Más recientemente está el caso de Amar'e Stoudemire, quien desde 2016 está jugando en Israel. Empezó en Hapoel Jerusalem, donde es copropietario y consiguió ganar una liga y una copa antes de cambiar a Maccabi Tel Aviv por una temporada. Fue dos meses antes de la pandemia, por lo que solo pudo jugar seis partidos de Euroleague, que fue cancelada, pero sí le dio tiempo a ganar la liga israelí siendo MVP de las finales. El éxito de Stoudemire y su prominente judaísmo le permitieron conseguir ciudadanía israelí en 2019, cuando adoptó el nombre de Yahoshafat Ben Avraham. Antes, en Estados Unidos, su carrera fue élite con seis All Stars o cinco All NBA, además de ser ROY en 2003.
No es el único que prefirió quedarse en el Europa. Micheal Ray Richardson fue vetado de la NBA en 1985 por tres positivos en controles antidrogas en la liga. Fue reinstaurado en 1988, ya que se trataba de un cuatro veces All Star y uno de los mejores bases de la liga, pero decidió seguir su carrera en Europa. Pasó por Italia, por Croacia y Francia antes de retirarse con 47 años. Con la Knorr Bologna le ganó la Copa Saporta en 1990 al Real Madrid de George Karl. Ettore Messina era el entrenador del conjunto italiano por aquel entonces, con solo 31 años de edad.
Otros jugaron solo un año. Artis Gilmore disputó 30 partidos con Fortitudo en 1989 antes de colgar las botas. Gilmore fue campeón y en MVP en la ABA, All Star en ambas, NBA y ABA y estuvo casi cada año en quintetos defensivos o de la liga. También estuvo solo una temporada, pero en Maccabi, Tom Chambers. Cuatro veces All Star, llevó a los israelís a ganar la liga antes de volver a la NBA donde se acabaría retirando.
Por supuesto, hubo algunos en España. Ralph Sampson jugó ocho partidos con Unicaja en 1991/92 tras dejar la NBA machacado por las lesiones. Sampson fue una de las dos torres de los Rockets, con Hakeem Olajuwon y el primer gran NBA en jugar en España, aunque casi todo el mundo recuerda a George Gervin. Tras dominar en Banco Roma, jugó el final de la temporada 1990 en el TDK Manresa donde fue clave para mantener la categoría. Promedió más de 25 puntos por partido pese a venir a España con 37 años y tras haber sufrido problemas de adicción. Al final, Gervin fue cuatro veces máximo anotador de la NBA, nueve All Star y siete All NBA. O incluso Lamar Odom y su llegada a Baskonia, en 2014, donde jugó solo dos partidos.
Ha habido otros que han pasado por el baloncesto europeo con sin hacer mucho ruido. Alex English jugó un año en Napoles, en la segunda división italiana, en la misma en la que estaba Adrian Dantley jugando en Milán. Hace menos, en 2010, Allen Iverson firmó por Besiktas. El que fuera MVP de la NBA una década antes firmó un contrato de dos años, pero tras diez partidos, se volvió a Estados Unidos por lesión y no ha vuelto a jugar desde entonces. También en Besiktas, aunque de manera temporal, firmó Deron Williams. Lo hizo en año de lockout, cuando la NBA paró por meses en 2011. Otros nombres algo conocidos como Brian Scalabrine (Benneton), Danny Green (Olimpija) o Ty Lawson (Zalgiris) siguieron los pasos de Deron.
Ahora llega la hora de Kemba Walker. Del base depende ser recordado como Lamar Odom o Allen Iverson, jugando apenas una decena de partidos, o ser el nuevo Dominique Wilkins en Europa y liderar a un poderoso Mónaco al título continental. Lo bueno es que todo el planeta podrá seguir disfrutando de su baloncesto.