La NBA lanza una investigación ante la situación de James Harden y los Philadelphia 76ers
La liga investigará las declaraciones del jugador, la posibilidad de un acuerdo por debajo de la mesa y si Harden podría no presentarse al training camp.

La NBA ha lanzado una investigación sobre las circunstancias que rodean las diversas declaraciones de James Harden respecto a su franquicia, Philadelphia 76ers, y el presidente de operaciones, Daryl Morey. Según han informado Adrian Wojnarowski y Ramona Shelboune, periodistas de ESPN, desde la liga se está investigando si el jugador ha podido violar el el convenio colectivo firmado por la liga, o si está haciendo referencia a unas negociaciones anteriores por debajo de la mesa, que podrían suponer un caso de elusión del límite salarial por parte de los Sixers.
En los últimos días, en varias ocasiones, Harden ha tenido declaraciones contra Morey y el equipo. Primero, en un evento de publicidad en China, James Harden llamó mentiroso a Morey, gerente de la franquicia y dejó claro que no volvería a jugar en un equipo donde estuviera Morey. Días más tarde, de vuelta en Houston, Harden aseguró que la comunicación entre los Sixers y el jugador están rotas y que ha sido suficientemente paciente este verano por su parte. Según diversos periodistas, Harden y los Sixers tenían pactada una extensión salarial por el máximo este verano a cambio de que el jugador acordara un contrato a la baja el verano de 2022, algo ilegal en la NBA. La franquicia ha negado que esas informaciones sean correctas.
En sus círculos privados, James Harden ha dejado claro que sus declaraciones respecto a Morey son única y exclusivamente a la situación actual. El base pidió el traspaso en junio, tras ejercer su opción de jugador, pero en las últimas semanas la franquicia ha decidido no buscar el movimiento de Harden, con la expectativa de que empiece la temporada haciendo pareja con Joel Embiid. Los Sixers informaron al jugador que no habían encontrado un traspaso que les agradara con LA Clippers, el destino deseado por Harden, y que por ahora cesaban de buscarle una salida, algo que se le había prometido al jugador. Lo que puede derivar en un caso novedoso para la liga, específicamente por una cláusula en el CBA.
Como Harden está en su último año de contrato, en el caso de que el jugador decida no acudir al training camp, entrenamientos o partidos por 30 días o más, podría no entrar en la agencia libre. Se consideraría que el jugador no ha cumplido su contrato, y no se le permitiría firmar un contrato nuevo con otro equipo, sea en la NBA o en cualquier otra liga, sin la aprobación de Philadelphia. El objetivo de Harden es salir de Philadelphia y a poder ser, por motivos salariales, hacerlo vía traspaso para que el futuro equipo pueda renovarle por encima del límite salarial, por lo que parece que el equipo tiene la sartén por el mando, pero para nada.
Porque mientras Harden sigue cobrando como una estrella de la NBA, para el mercado se trata de un jugador en último año de contrato que el próximo mes de junio buscará firmar con LA Clippers. Su valor ha caído y sus declaraciones no hacen más que empeorar la situación. Y peor aún, si Harden decide finalmente no presentarse a los entrenamientos, el jugador sale perjudicado, pero los Sixers no tienen ningún beneficio. El equipo sin Harden ni un remplazo empeora. La situación ahora mismo es negativa para ambos, pero la investigación de la liga podría agilizar algún movimiento.