LeBron James consigue el último billete a Las Vegas en un duelo a muerte contra Kevin Durant

El 8 de enero de 2008, con Kevin Durant todavía en la extinta franquicia de Seattle, se encontraron por primera vez LeBron James y Durant. En apenas un mes se cumplirán 16 años de la fecha: han cambiado de equipos, han ganado anillos, MVPs y siguen dominando. Por eso, como un eclipse casi aunque este año con más frecuencia, cada duelo entre Kevin Durant y LeBron James se tiene que saborear como si pudiera ser el último. Y más si es un partido a vida o muerte. Porque las lesiones nos tuvieron cuatro años sin verse las caras, pero en los últimos dos meses se han enfrentado tres veces y por ahora, LeBron ha conseguido ganar todas ellas, incluyendo las dos correspondientes al In-Season Tournament. El último, por un billete a Las Vegas. 

Salieron los Lakers marcando el ritmo del partido. En ataque, mandaba la pareja Anthony Davis y LeBron James, y en defensa, con la vuelta de Hachimura y sobre todo Jarred Vanderbilt, forzaron a Phoenix, que acumulaba 10 pérdidas en el primer cuarto. Los Suns aprovechaban cada minuto de descanso de LeBron para recortar la diferencia, pero la vuelta de James dinamitaba el encuentro. El +12 al descanso era una buenísima noticia para los Suns viendo el rendimiento del equipo en el primer tiempo, con el dominio de Anthony Davis, con 20 puntos invitado de lujo a la fiesta de LeBron y KD. Pero lo que parecía un partido visto para sentencia, cambió de guion por completo en la segunda parte.

Los Suns volvieron del descanso con un parcial de 14-0, cogiendo la delantera. Devin Booker y Kevin Durant dejaban, por un momento, de perder balones y enfocaban sus esfuerzos en remontar el partido. Le daban la vuelta al encuentro y le daban vida a Phoenix Suns que parecía no tener respuesta a Austin Reaves en el tercer cuarto, autor de 13 puntos y el único motivo por el que los Lakers llegaron al inicio del último arriba en el marcador. Y un triple de Kevin Durant, junto a tres minutos sin anotar de los Lakers, ponían a los Suns arriba con cuatro por jugarse. La última serie de cuartos de final se iba a decidir en el clutch. LeBron James contra un Kevin Durant con molestias físicas tras una mala caída.

LeBron metió dos tiros libres, y respondió Booker con otros dos. Un parcial de 4-0 para James ponía a los Lakers +5 y a LeBron en 30 puntos tras el fallo de Kevin Durant. Porque la defensa de Los Angeles volvía a brillar, forzando los 24 segundos de posesión. Fallaba Austin Reaves tras rebote ofensivo y ahora sí, Durant dejaba el partido en una posesión con un minuto por jugarse, cuando Anthony Davis volvía a perdonar en la pintura tras la bandeja fallada por James. Booker anotaba fácil y con 30 segundos, los Lakers dominaban solo por uno, pero aparecía Austin Reaves con un triple directo al corazón de los Suns. Lo intentaba Kevin Durant, pero una decisión polémica de los colegiados, y el último tiro de KD, que no tocó aro, cerraron los cuartos de final. Los Lakers se van a Las Vegas.

El Rey se convirtió en el primer jugador de los Lakers en firmar un partido de 20+ puntos, 10+ asistencias y 5+ robos desde Kobe Bryant en 2004. Acabó con 31, con 11 asistencias y a 2 rebotes del triple-doble, además de los 5 robos. Le acompañó Davis con 27 y 15 rebotes, nueve de ellos ofensivos, aunque tuvo un terrorífico 10/26 en tiros desde la zona. De hecho los Lakers se combinaron para un 27/58 en la pintura, pese a bajar 21 rebotes ofensivos. Aprovecharon muy bien las pérdidas de Phoenix (20) para anotar 25 puntos tras robo, y es que entre Booker (7) y Durant (5) cometieron más pérdidas que los Lakers, 11. KD se fue a los 31 también, con 12/17 en tiros y Booker firmó un doble-doble con 21 puntos y 11 rebotes. Aunque el partido lo decidió Austin Reaves con 20 puntos y un triple que vale un pase a semifinales.

En el primer partido de la jornada, los Bucks fueron demasiado para la defensa de New York. Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard se combinaron 63 puntos en 35 tiros, además de 17 asistencias y 11 rebotes en una noche en la que el ataque de los Bucks fue literalmente imparable. Anotaron 37, 38, 37 y 34 puntos, para irse a los 146, la máxima anotación de la temporada para Milwaukee que supo sobrevivir a la primera parte perfecta de Julius Randle y sus 41 puntos al final del partido. Y es que fueron un auténtico vendaval y poco pudieron hacer los de New York por evitarlo: 23 triples anotados con un 60.5% de acierto, imposible responder.

Aunque tardaron tres cuartos en romper el partido. Porque Julius Randle anotó, al descanso, 25 puntos sin fallo y estaba teniendo una noche mágica, pero el reloj marcó la medianoche a la salida de vestuarios. Un parcial de 37-22, liderados por Dame y Giannis, fue el detonante que acabó sentenciando el partido, cuando llegaron a mandar por 18. La diferencia, en el último cuarto, llegó a ser de hasta 27 puntos antes de que ambos entrenadores vaciaran sus banquillos. Los dos equipos del Este que acabaron la fase regular invictos han conseguido la quinta victoria confirmando el billete de avión para Las Vegas para Milwaukee, que se verá en semifinales ante Indiana.

Además de los 34 de Giannis, que se quedó a dos rebotes del triple-doble y los 28 de Lillard, con tres triples y 13 puntos casi seguidos para acabar el segundo cuarto, el colectivo aportó. Malik Beasley metió seis triples, Kris Middleton se quedó en 14 y desde el banco, Bobby Portis (13) y Cam Payne (12) se combinaron para 25. Brook Lopez fue clave en defensa, pese a quedarse en solo 9 puntos, con 3 tapones y 3 robos. Para los Knicks, Jalen Brunson metió 24 y RJ Barrett 23, aunque Immanuel Quickley no pudo ser diferencial como sexto hombre y los Knicks como equipo se quedaron en solo siete triples (7/23, 30.4%). La franquicia de Nueva York visitará Boston el viernes en un duelo entre los dos perdedores del Este.