Sin LeBron James no hay paraíso: Los Lakers firman ocho derrotas en 11 partidos y dan su peor cara ante los Timberwolves de Anthony Edwards

Entre la noche de apertura de una temporada y la entrada de diciembre los equipos cambian enormemente. Si en octubre los Minnesota Timberwolves lucían como un conjunto de retales sin mucha cohesión entre sí, el paso de los meses y los partidos les ha permitido encontrar su propia identidad. Un poco lo opuesto a lo que ha sucedido con Los Angeles Lakers. Un grupo que progresivamente ha ido perdiendo el empuje que les caracterizó en el inicio de la campaña, fruto del nuevo entrenador y que ante la ausencia de LeBron James nada funciona como debería. Los angelinos volvieron a perder, precisamente frente al rival ante el cual ganaron cómodamente en la primera jornada, cayendo por 97-87 a domicilio.

*ASÍ ESTÁN LAS CLASIFICACIONES DE LA NBA

Los Lakers están lejos de pasar por su mejor momento. Mal en ataque, mal en defensa y proyectando la imagen de ser una plantilla a la deriva y sin alma. La tendencia al catastrofismo con los californianos ha sido una constante a lo largo de su historia. No obstante, en las últimas temporadas se ha incrementado. La llegada de JJ Redick estaba llamada a cambiar dicha tendencia. Pero ni siquiera una voz nueva y una cara bonita han impedido que se cumpla el destino de un proyecto que lleva dos años seguidos con los mismos cromos intentando conseguir un resultado diferente.

Los Timberwolves mantuvieron a raya a los locales gracias a un magnífico trabajo defensivo. Los de Chris Finch limitaron la producción rival en la pintura hasta dejarles en apenas 38 puntos. Este dato es de especial relevancia, pues en lo que va de curso dos de las cuatro peores marcas de los angelinos en este rubro han ocurrido con Minnesota delante. Y no solo eso, sino que cometieron un total de 22 pérdidas de balón, el máximo en esta 2024-25, superando así el anterior registro de 21 alcanzado, precisamente, frente a los Wolves el pasado 2 de diciembre.

En ese sentido, el trabajo de Rudy Gobert, Julius Randle y Naz Reid para proteger los aledaños del aro fue inmejorable. Minnesota limitó a los amarillos a un 60% de precisión en el aro y un 29,2% en el resto de la zona pintada. ¿Por qué es importante poner el foco aquí? Por una razón muy sencilla. Ante la ausencia de una alternativa desde el triple de suficiente peligro, toda la fuerza ofensiva de los Lakers reside en la anotación en los aledaños de la canasta. Sin LeBron disponible para poder incrementar el ritmo y jugar en transición, los de JJ Redick quedan vendidos a su suerte como sucedió en esta jornada.

Ni siquiera hizo falta que Anthony Edwards tuviera una actuación memorable, quedándose en una serie de 9 de 20 en tiros de campo (45%), incluyendo 2 de 7 desde el triple (28,6%) para 23 puntos únicamente. Los Timberwolves solo elevaron la tensión defensiva, incidieron en las carencias de los Lakers y dejaron encarrilado el choque.

Esta es la realidad de los Lakers cuando LeBron James desaparece de la ecuación. Un equipo mediocre, sin una propuesta clara, el cual depende de la inspiración de secundarios para estar en la pelea. Con esta los californianos suman 7 derrotas en los últimos 10 partidos disputados, incluyendo 4 de los 5 más recientes. La distancia con el abismo es cada vez menor, ocupando la 10ª plaza de la Conferencia Oeste con medio encuentro de distancia con los San Antonio Spurs que aparecen justo debajo.

Sin apenas margen salarial para hacer ningún traspaso y una plantilla que sigue sin funcionar, ¿habrá algún cambio o esta temporada será un remake con diferente director de la película del año pasado?