La estirpe de los Ball se resigna con una única participación en el All Star... para cantar
Ni LaMelo ni Lonzo jugarán, mientras que su hermano LiAngelo, exjugador, actuará en la noche de los concursos.
![LiAngelo Ball./](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202502/08/media/cortadas/liangel-RhKLmLB1NMQ58PIpMlbdWuN-1200x648@Relevo.jpg)
Ball será All Star. Ahora bien, os preguntaréis que Ball. Lonzo lo tiene difícil, ya que ha vuelto de una lesión y su nivel dista muchísimo del que hace años se esperaba. Entonces será LaMelo, una estrella de la liga, mejor jugador de los Charlotte Hornets y un jugador que no puede encajar más en la clase de baloncesto que se disputa el fin de semana de las estrellas. ¡Pues no! Resulta que el único de esta peculiar familia que va a participar en el show del Chase Center de San Francisco va a ser LiAngelo Ball, el hermano malo, que recientemente renunció definitivamente al baloncesto para dedicarse a la música. Tal es el pelotazo que ha dado que la NBA le ha contratado para una actuación el sábado, en la noche de los concursos.
El exjugador de baloncesto firmó a finales de año un acuerdo millonario con las discográficas Universal Music Group y Def Jam, pero mucho antes de eso también tuvo, como sus hermanos, el gran sueño de convertirse en una estrella de la NBA. Concretamente, se presentó al Draft del año 2018, donde no fue seleccionado. Él es el mediano, más mayor que LaMelo. Y probablemente el menos talentoso. Como jugador, gozó de un gran cartel por su línea sanguínea y no tanto por sus habilidades. Era más bien un tirador, a diferencia de la maestría en la dirección de Lonzo y el liderazgo del pequeño. El de LiAngelo era un rol mucho más explotado en la mejor liga de baloncesto del mundo y una peligrosa apuesta por las polémicas generadas por su familia un tiempo atrás.
Al menos, LiAngelo pudo probarse en los training camp de los Pistons y los Hornets que, a posteriori, se convertiría en la franquicia de LaMelo. En la G-League no llegó siquiera a los cinco puntos de promedio, señal inequívoca de que jamás debutaría entre los gigantes. Tampoco tuvo el cartel de Lonzo, que era el primero de la estirpe en tocar cielo, ni del mencionado LaMelo, un proyecto magistral, más allá de la excentricidad de su padre. Por ello, para evitar estancarse en el mundo de la canasta, de convertirse en un trotamundos sin legado, al mediano le dio por probar, con evidente éxito, en el rap.
LiAngelo Ball ha firmado un contrato de 13 millones de dólares, de los cuales ocho están garantizados. Su debut en el mundo de la canción ha sido con el tema 'Tweaker'. El videoclip se publicó el pasado 1 de febrero en YouTube y cuenta ya con seis millones de reproducciones. Lo publicó bajo el sobrenombre de GELO, su denominación artística. Como aquí quien no corre vuela, ya ha lanzado el remix junto a Lil Wayne, una estrella mundial. Casi nada.
Fun NBA All-Star news: LiAngelo Ball will perform on All-Star Saturday night, Feb. 15, at Chase Center in his first televised show. pic.twitter.com/BSl5QEgkF4
— Shams Charania (@ShamsCharania) February 7, 2025
Motivos más que suficientes para ganarse su sitio en el fin de semana de las estrellas, aunque su historial pueda dejar alguna que otra duda. En 2017, LiAngelo Ball tuvo que pasar un día y medio en la cárcel china por robar en una tienda de lujo junto a dos compañeros de su antiguo equipo. Hasta Donald Trump tuvo que intervenir para evitar que fueran condenados a una pena de prisión que podía alcanzar hasta los diez años y posteriormente recriminó al padre, el mítico LaVar Ball, que ni siquiera se lo agradeciera.
Una historia que ya forma parte del pasado. Ahora, LiAngelo está plenamente centrado en la música, mientras que sus hermanos se codean con los grandes en la NBA. No deja de ser curioso que LaMelo Ball, jugador más votado por los aficionados en los exteriores de la Conferencia Este, no llegara a participar en el partido del domingo, a la par que su familiar brillará con micrófono en mano. Es un capítulo más de la saga de los Ball, ahora ya con todos, de una forma o de otra, brillando en lo suyo.