NBA

Lindsey Harding, entrenadora del año en la G-League, rival de Jordi Fernández por el banquillo de los Charlotte Hornets

La preparadora de los Stockton Kings podría convertirse en la primera mujer en entrenar en la NBA.

Lindsey Harding. /Getty
Lindsey Harding. Getty
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

La historia se escribe con pequeños momentos que acaban sumando, como una bola de nieve en crecimiento sin frenos. Y la evolución de la mujer en el deporte americano es un ejemplo más. Por eso, el nombre de Lindsey Harding es el siguiente a tener en cuenta a la hora de romper barreras de género. La semana pasada fue galardonada como entrenadora del año en la G-League por su labor al mando de los Stockton Kings, el equipo afiliado de Sacramento; ayer, Adrian Wojnarowski anunció que será una de las entrevistadas para el cargo de entrenador en jefe en la NBA. Porque Charlotte Hornets, en la búsqueda de un sucesor para Steve Clifford, ha pedido permiso para entrevistar a la que ya es candidata a ser la primera mujer en un banquillo NBA.

En la pelea estará el español Jordi Fernández, también en la búsqueda de su primer cargo como entrenador en jefe en la NBA, y hasta ahora asistente en Sacramento Kings, la misma franquicia que Harding. Junto a ellos dos, otros ayudantes NBA como David Adelman, en Denver, Charles Lee de Boston o el asistente en jefe de Phoenix, Kevin Young.

Harding releva a Becky Hammon como la gran candidata para convertirse en la voz que manda en un vestuario NBA. Elegida con el pick #1 del draft de la WNBA en 2007 por Phoenix Mercury, antes de ser traspasada a Minnesota Lynx, Harding pasó por la mitad de franquicias de la liga: Washington Mystics, Atlanta Dream (con quien llegó a las finales), Los Angeles Sparks, New York Liberty antes de retirarse con las Mercury, siendo la suplente de Diana Taurasi. También jugó en Lituania, Turquía o Rusia, y representó a Bielorrusia en los Juegos Olímpicos de 2016. Tiene el #10 retirado en la universidad de Duke tras haber sido nombrada jugadora del año en 2007 y dos veces mejor defensora de la conferencia. Desde que colgó las botas, en octubre de 2016, ha estado interesada en entrenar.

Ha pasado por los Philadelphia 76ers, donde hizo labores de ojeadora de personal en 2018/19 antes de dar el salto a Sacramento, a donde llegó como entrenadora asistente y de desarrollo de jugadores al año siguiente. Tras cuatro años en la segunda fila del banquillo, primero con Luke Walton, Alvin Gentry y ahora con Mike Brown, el pasado junio fue nombrada entrenadora en jefe del banquillo de Stockton. El mismo día, Anjali Ranadive, hija del propietario de los Kings, fue nombrada general manager del equipo G-League, cargo que dejó en enero. Fue la primera vez que una franquicia estaba liderada por dos mujeres, una en las oficinas y otra en la pista. Aunque los Kings no son su primera experiencia al mando.

En 2021, la nueva selección de Sudán del Sur decidió apostar por ella como entrenadora del equipo femenino para las ventanas de clasificación, y en 2022 cogió las riendas de México, a quien llevó a los cuartos de final del FIBA AmeriCup 2023. Aunque su siguiente reto podría ser mucho mayor: dirigir una franquicia NBA. Por ahora se convertirá en la tercera mujer en aparecer en los rumores de un banquillo, tras la mencionada Becky Hammon, quien pasó por varios procesos de entrevista antes de decidir marcharse a Las Vegas Aces, y Dawn Staley, a quien se relacionó con varias vacantes en 2021. Staley se proclamó este domingo campeona de la NCAA por tercera vez en siete años con South Carolina. 

Es una cuestión de tiempo, de cuándo y quién será la primera. Los banquillos NBA están repletos de asistentes femeninas, algunas exjugadoras de la WNBA. El año pasado fueron seis, contando a la propia Harding: Jenny Boucek (Indiana), Brittni Donaldson (Atlanta), Sonia Raman (Memphis), Kristi Toliver (Dallas) y Teresa Weatherspoon (New Orleans). Este año siguen Boucek, Donaldson, Toliver y Raman. Según el informe TIDES, que analiza el impacto racial y de género de las grandes ligas, la NBA es la mejor de las cuatro a la hora de contratar mujeres, con un 30% de los cargos de vicepresidente y casi un 40% en roles de manager de nivel senior. Solo falta por saber quién será la primera entrenadora.