Machismo, apuestas ilegales, homicidio... la lista negra que ha condenado a los Porter al infierno NBA

El apellido Porter es sinónimo de malas noticias en los últimos meses en el baloncesto estadounidense. Una saga llamada a ser protagonista por su juego, pero que en los últimos meses ha sido más protagonista por sus polémicas fuera de la cancha hasta el punto de cavar su propia fosa tanto mediática como deportiva.

Todo comenzó el pasado mes de febrero con la aparición del mayor de los Porter en un podcast para hablar de baloncesto. Michael Porter, campeón de la NBA y pieza importante de los Denver Nuggets, incendiaba las redes al dar su opinión sobre la igualdad salarial entre los jugadores de la NBA y las jugadoras de la WNBA.

"Lo veo desde ambos lados. Sé que estas mujeres quieren que les paguen más y tienen mucho talento. Pero también lo tiene un jugador de pimpón", dice Porter. "El mejor jugador de pimpón es tan talentoso como cualquiera. Eso no significa que le vayan a pagar lo mismo, porque no es lo que la gente quiere ver".

La intervención de Porter no se quedó ahí. "Por mucho que entienda que las mujeres quieran el mismo trato que los jugadores de baloncesto, es un deporte diferente. No llenan los pabellones y obviamente sus ofertas televisivas no son las mismas", dijo el jugador de los Nuggets, que despertó numerosas críticas como la de Breanna Stewart en Relevo. "Por mucho que defienda a las mujeres y la calidad del respeto a su oficio y todas esas cosas, no se les puede pagar lo mismo, ¿sabes? Pero siento que debería haber una pequeña manera de generar un poco más de dinero porque tienen mucho talento".

Cuando parecía que las aguas se calmaban en torno a los Porter, saltó el escándalo que tocaba de lleno al mediano de la saga. El pasado miércoles la NBA anunciaba que Jontay Porter era expulsado de por vida de la NBA. Una investigación de la liga confirmó que el jugador violó la normativa de juegos y apuestas de la competición en varios momentos, incluyendo cuando compartió información confidencial con apostadores, limitó su participación en varios partidos para beneficio económico y además, apostó en partidos de la NBA. Todo ello está prohibido según el convenio colectivo de la liga, y por ello, el alero no podrá volver a jugar en la mejor liga del mundo.

La investigación, que se lanzó tras un soplo de información de varias casas de apuestas y organizaciones que regulan el juego, se enfoca especialmente en un partido, y no como originalmente se pensó, aunque no descarta que Porter regulara su rendimiento en "al menos un partido de los Raptors". En específico apuntan al 20 de marzo, cuando se ha descubierto que el jugador de Toronto compartió información confidencial sobre su estado de salud a un individuo que es considerado apostador de la NBA, algo no permitido. Además, un segundo individuo con quien se ha asociado al jugador, y también habitual en círculos de apuestas, decidió realizar una apuesta de 80,000 dólares en una casa online, con una ganancia total de 1.1 millones.

Una cantidad que ahora resulta pequeña con todo lo que ha perdido Jontay. Pero este sólo era un paso más en el descenso a los infiernos de los Porter. Quedaba todavía un piso más por bajar y ese lo ha protagonizado el pequeño de la familia, Coban. El exjugador de la Universidad de Denver ha sido sentenciado por conducir bajo la influencia del alcohol y provocar un accidente con una víctima mortal.

El viernes, la jueza del Tribunal de Distrito de Denver, Ericka Englert, condenó a Porter a seis años de prisión por homicidio por la muerte de Katharina Rothman, de 42 años, además de dos años por agresión por herir a su pasajero. Porter, quien se declaró culpable de ambos cargos en febrero, cumplirá ambas sentencias al mismo tiempo.

La Policía dijo que Porter conducía bajo los efectos del alcohol cerca de la Universidad de Denver el 22 de enero de 2023, mientras era miembro del equipo de baloncesto masculino de los Pioneers. Porter iba por encima del límite de velocidad y se pasó un semáforo en rojo antes de chocar con Rothman, que conducía para Uber en ese momento. Rothman fue declarada muerta en el lugar y su pasajero, un hombre de 47 años, resultó gravemente herido en el accidente. "Sólo puedo decir que lo siento. Sé que nunca podré corregir el daño que he hecho. Nunca pensé que estaría aquí. Pensé que era invencible. No era la primera vez que bebía y conducía. Lo siento mucho."