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El mejor equipo de la NBA no entiende de treguas y calendarios

La NBA esperaba un igualado Celtics - Suns y los de Boston pasaron por encima del conjunto de Arizona.

Jayson Tatum celebra una canasta con sus compañeros. /REUTERS
Jayson Tatum celebra una canasta con sus compañeros. REUTERS
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

En las oficinas centrales de ESPN había una semana marcada en rojo en el calendario: La segunda de diciembre. Boston Celticsempezaba una gira por el Oeste, la clásica que los equipos situados en la costa del Atlántico realizan una o dos veces cada temporada. La primera, la que empezó ayer, llevaría a Boston a jugar ante Phoenix, el mejor equipo local de la NBA y mejor récord de la conferencia, antes de visitar a Golden State, rival de las últimas NBA Finals, y cerrar en noches consecutivas ante Clippers y Lakers. 

Estaba marcada en rojo porque eran partidos que la televisión esperaba poder vender como los mejores duelos hasta el día de Navidad. Estaba marcada en rojo porque es una rivalidad que puede repetirse en las hipotéticas finales, porque Jayson Tatum y Devin Booker son dos de los favoritos al MVP y eran, al menos hasta ayer, los dos mejores ataques de la NBA. Estaba marcada en rojo y el partido fue cualquier cosa menos un duelo igualado. Boston dominó cada aspecto del juego pese a las bajas de Al Horford y Rob Williams, anotó a placer, dejó a Phoenix en 69 puntos en los tres primeros cuartos y llegó a liderar por 45 puntos al salir de vestuarios. No hay, ahora mismo, un equipo mejor que los Celtics en la NBA. 

El mejor ataque que hemos visto

Da igual quién es el rival. Los Pelicans son ahora el mejor récord del Oeste y Boston también les ganó. Han batido a Philadelphia, Miami, Toronto, Dallas, Memphis, Atlanta, Denver o Sacramento, los mejores récords de la liga. Solo Cleveland, dos veces y siempre con prórroga, Chicago otras dos veces y Miami han sumado un triunfo ante Boston. Van 26 partidos y solo tres franquicias han acabado un partido ante Boston con una victoria en el casillero. Juegan en otra liga.

Y si el año pasado fue una obra de arte en defensa, liderados por el ganador del premio al mejor defensor, Marcus Smart, y por un Rob Williams que sigue de baja, este año el foco ha cambiado. "El entrenador ha enfatizado mucho el movimiento de balón ofensivamente y asegurarnos que tengamos una ofensiva que fluya un poco más", decía Al Horford al acabar el duelo ante Toronto el lunes. Boston es el mejor ataque de la NBA y va camino de ser el mejor de la historia, es líder en tiro eficiente, en porcentaje de triples y tiros libres. Mérito de Joe Mazzulla. 

Y sí, tienen a Jayson Tatum y Jaylen Brown, pero parte del éxito pasa por las piezas de rotación. La llegada de Brogdon ha arreglado de un plumazo todos los problemas que Boston las últimas finales, anotación y generación. El paso adelante de Grant Williams y Derrick White, dos de los tiradores más fiables de la liga en la actualidad, o incluso la aparición de un Sam Hauser que llegó a Boston desde la G-League y se ha convertido en pieza de rotación cada noche. Hasta Luke Kornet, residuo en otras franquicias, es importante. Pero ninguno como los Jays, claro. 

Jay & Jay, sociedad limitada

Jayson y Jaylen, Tatum y Brown. Vidas paralelas, elegidos en el top-3 del draft y llegando a un equipo competitivo y no en desarrollo como la mayoría de elecciones tan altas. Ahora son la referencia. Tatum es el favorito al MVP, por récord y por rendimiento. A los Suns les metió 25 puntos en 29 minutos, sin jugar un segundo en los últimos 12 minutos y en una noche mediocre en ataque (9/19, 3/8 en triples). Su nivel, en ataque y especialmente en defensa, le pone en la lista de los jugadores elegidos, los que son tocados por una varita mágica.

Y su lado, Jaylen Brown. El mayor de los Jays tiene un motivo extra para mostrar su mejor nivel: si es elegido entre los mejores quintetos de la NBA podrá firmar una extensión máxima de alrededor de 290 millones por cinco temporadas (cifras aproximadas). Por ahora, es uno de los mejores anotadores de la NBA y ha trabajado en los puntos débiles que le hicieron vulnerable el pasado mes de junio. Máximo de carrera en puntos, rebotes, asistencias, porcentaje de tiro y de tiro libre y referente de la libreta de Mazzulla. 

Porque todo esto viene con nuevo entrenador, con una serie de catastróficas desdichas en el mes de septiembre entre lesiones y suspensiones y habiendo cambiado el estilo de juego por completo. Pero el mensaje es claro: no hay partidos marcados en rojo en el calendario, cada noche el equipo saldrá a barrer la pista con el rival sin importar quién está delante. Aunque el sábado, con los Warriors, sí que tendrá un toque especial.