Un fax y dos palabras para cambiar para siempre la historia del deporte: "He vuelto"

Nunca una frase corta causó un seísmo similar al que se vivió en el baloncesto el 18 de marzo de 1995. Ni siquiera el "Yo soy tu padre" de Vader o el "Yo soy inevitable" de Thanos causaron una perturbación en la fuerza similar a la que Michael Jordan provocó en el mundo del deporte hace hoy 30 años. Y con tan sólo dos palabras: "He vuelto".

Esa fue la forma que tuvo el mítico 'Air' de anunciar al mundo que regresaba a las canchas para regresar a un baloncesto huérfano tras año y medio desde que Jordan decidiera parar. La NBA, a pesar de la explosión de Olajuwon o de la pujanza de un joven Shaquille, seguía huérfana de un líder que llevara sobre sus hombros el peso de una competición que apenas tres años antes todavía deslumbraba con la luz cegadora de Bird, Magic y un Jordan que se había retirado por sorpresa tras conquistar su tercer anillo.

Una alegría que apenas un mes se convirtió en drama para el '23' de los Bulls. El 3 de agosto de 1993 el mundo de Michael se rompía en mil pedazos. Ese día el cuerpo de James Jordan, padre de una de las mayores estrellas del deporte mundial, aparecía sin vida en su coche, aparcado en una carretera secundaria a las afueras de Lumberton, Carolina del Norte. El patriarca de los Jordan había sido asesinado y provocaba una reacción inesperada por parte del escolta de los Bulls.

Michael se tomaba unos días de respiro para valorar su futuro. Y entonces decidió cambiar las botas de baloncesto por el bate de béisbol para intentar cumplir el sueño y la palabra que le había dado a su padre siendo niño: intentar convertirse también en leyenda en el diamante. Aunque la aventura no fue por el camino deseado y apenas tuvo trascendencia en los White Sox de Chicago, equipo que le cedió a su filial, los Barons de Birmingham.

Apenas fue un año. Suficiente para que Jordan se diera cuenta de que su sitio estaba en el parquet y no en el césped. El escolta empezó a alimentar los rumores de un posible regreso a los Bulls, que abrían las puertas de su centro de entrenamiento para que su anterior capitán se pusiera en forma. ¿Para qué?

El 18 de marzo de 1995 el mundo salió de dudas con un fax que llegó a las oficinas de la NBA en Nueva York. Una hoja en la que sólo había dos palabras escritas, pero que cambiaron por completo el curso de la historia en el deporte de la canasta. Bajo la mancheta en la que aparecía el nombre de los Chicago Bulls se leían dos palabras que en aquel momento sonaron a gloria para David Stern y todos los directivos de la NBA: "He vuelto (I'm back)".

Dos palabras con las que Jordan anunciaba su regreso al deporte que le había elevado a los altares. Horas más tarde Phil Jackson, entrenador de los Bulls, emitía otro mensaje parco en palabras y emociones: "Hoy Michael Jordan ha sido activado como miembro de los Chicago Bulls". Era más que suficiente.