¡Pelos de punta! Así recibió la fiebre amarilla de los Lakers a su nuevo ídolo Luka Doncic: "Sé tu mismo, maldita sea"

Era la noche más esperada del año en Los Ángeles, con permiso de la de los Oscar. Y no defraudó. La expectación generada en la ciudad californiana ante el estreno de Luka Doncic, traspasado desde los Dallas Mavericks el pasado 1 de febrero a cambio de Anthony Davis, paralizó la vida angelina y la concentró en el entorno de un Crypto.com Arena que tuvo que sacar la alfombra roja.

Aunque en este caso tuvo que cambiar de color y transformó las gradas en un enorme icono amarillo. Los Lakers colocaron en cada asiento de su pabellón una camiseta amarilla con el número 77, el mismo que lucirá Doncic en esta nueva aventura junto a LeBron James y que ya se ha convertido en la nueva prenda favorita de los aficionados de los Lakers.

Nadie se quería perder nada en el estreno del exjugador del Real Madrid. Y por ello, horas antes, ya había gente entrando en el recinto para ver el calentamiento de Doncic que escogió música balcánica ('Imam Jedan Život' de la cantante Ana Bekuta) para estirar y calentar, momento en el que empezó a dejar muestras de su magia con un tiro marca de la casa, cuando en la ronda de entradas tiró el balón contra el reloj de tiro y terminó entrando.

Había llegado el momento. JJ Redick llamó a sus muchachos a la caseta para dar las últimas instrucciones antes del duelo ante los Jazz. Doncic ya era un Laker más y lo demostró desde el primer momento, integrándose con sus compañeros y especialmente con un LeBron con el que se le vio especialmente complice tanto antes del partido como en los primeros minutos del mismo, con el esloveno buscando al Rey casi en cada acción.

Eso fue después de que el Crypto.com Arena, el recinto en el que lucen 17 banderines de campeones de la NBA y 13 dorsales de leyenda ya retirados incluido al de Pau Gasol, se viniera abajo en la presentación de un Doncic que no ha tardado en convertirse en el nuevo favorito de la grada con permiso, claro, de LeBron James.

"Es como un sueño hecho realidad", aseguró el esloveno a su llegada a Los Ángeles sobre jugar con LeBron James, de 40 años, cuatro veces MVP. "Siempre lo admiré. Hay tantas cosas que puedo aprender de él, y estoy emocionado de aprenderlo todo y poder jugar con él. Es una sensación increíble". Un feeling que ya sabe lo que significa. Igual que ya sabe lo que es obedecer a King James.

Con el recinto venido abajo tras la presentación del equipo, los Lakers se reunieron en el centro de la cancha para escuchar las arengas del alero de Akron, que se dirigió especialmente a Doncic: "Se tú mismo en la cancha, maldita sea. No te adaptes al equipo, adáptate a la cancha". Palabra de LeBron y a Doncic no le quedó más remedio que atender.