Pistolas, palizas, denuncias y 50.000 dólares: cronología del caso Ja Morant

Ja Morant  tenía todo para ser la futura cara de la NBA, el elegido de Nike para relevar a Kyrie Irving como referencia de la marca y en la pista luchar por varios MVP y anillos. Y en las últimas semanas su carrera ha dado un vuelco por un problema extradeportivo, uno que le puede afectar a su carrera, pero también a su franquicia y a la imagen de la NBA. Ja Morant era uno de los jugadores que más clics atraía con sus espectaculares mates, pero en 2023 solo ha salido en las noticias por lo sucedido fuera de la pista. La última, que ha ingresado en un programa de orientación en Florida y será baja indefinida. ¿Qué ha pasado exactamente con el base de los Grizzlies? Esta es una cronología de todo lo sucedido con Morant desde enero. 

La primera polémica aparecía el 5 de febrero, en un artículo de The Athletic. Según diferentes trabajadores de los Pacers, tras el partido entre Indiana y Memphis disputado el 29 de enero, el entorno de Ja Morant estuvo insultando e increpando a los rivales en la puerta del autobús. Añaden, además, que alguien les apuntó con un láser rojo desde una furgoneta en movimiento donde estaba Ja Morant. Uno de los trabajadores de Indiana dijo que era "cien por cien una pistola", pero la NBA investigó la situación y no pudo encontrar evidencias de que hubiera armas involucradas en la trifulca entre los amigos de Morant y los trabajadores de Indiana.

El uno de marzo, el Washington Post publicaba un artículo con dos acusaciones diferentes alrededor de Ja Morant sucedidas el pasado verano. En la primera, el base de los Grizzlies acudió a un centro comercial tras una llamada de su madre, que tuvo una discusión con un empleado de una tienda de zapatos. Morant llegó al establecimiento con al menos nueve personas, iniciando un conflicto con el departamento de seguridad. Cuando el jefe de seguridad del centro comercial les pidió salir, hubo un enfrentamiento verbal y un miembro del grupo de Ja Morant, empujó en la cabeza al trabajador de seguridad. Finalmente al irse, el jugador amenazó al empleado insinuando que averiguaría a qué hora acababa su jornada laboral. Hubo una denuncia.

Solo cuatro días después, según el propio Post, Morant acogió un partido de baloncesto en su casa de Memphis, algo habitual los veranos. Uno de los participantes era un chico de 17 años, jugador de instituto local y seguidor de Morant. A la hora de empezar una jugada, Morant pasó muy fuerte el balón al adolescente, que decidió hacer lo mismo, con la mala fortuna de que le golpeó en la mandíbula al jugador de los Grizzlies. En ese momento, Ja le preguntó a un amigo si debería hacerlo o no, y cuando le respondieron que sí, propinó un puñetazo que mandó al suelo al menor de edad. En el suelo, y siempre según la versión del chico, Morant le dio 12 o 13 puñetazos más, y el amigo de Ja otros cuatro o cinco.

La peor parte viene después. Tras conseguir levantarse, Ja Morant volvió a su casa y salió al momento con un arma en la cintura. En ningún momento la sacó, ni apuntó a nadie, pero sí que puso la mano en la pistola que estaba a la vista de todos los presentes. En ese momento, Tee Morant, padre del jugador y persona conocida ya en la liga, le pidió a Ja que por favor no lo hiciera y que entrara en casa, mientras el chico se alejaba al grito de "voy a iluminar tu casa como fuegos artificiales", según los informes policiales. La madre del chico en cuestión denunció a la familia de Morant por $20 millones de dólares, y tiene un historial de denuncias por sumas altísimas de dinero.

Días más tarde llegó la gota que colmó el vaso. La madrugada del cuatro de marzo, tras perder ante los Denver Nuggets, Morant emitía un directo en Instagram de fiesta desde Glendale, Colorado. En el vídeo aparece brevemente con un arma en la mano, una pistola, mientras se le ve sin camiseta celebrando en un lugar de alterne conocido como Shotgun Willie's. La NBA abrió una investigación, los Grizzlies anunciaron que Morant estaría alejado del equipo dos partidos inicialmente y otros cuatro en un segundo comunicado, y el propio jugador emitió su propio comunicado pidiendo perdón y explicando que buscaría ayuda para aprender a lidiar con el estrés y su bienestar emocional.

La policía decidió cerrar el caso al no haber ningún tipo de delito ni crimen, ni haber recibido ninguna denuncia durante la madrugada del cuatro de marzo. La investigación que sigue abierta es la de la propia NBA, que busca averiguar si Morant subió la pistola al avión de los Grizzlies, algo rotundamente prohibido por el convenio colectivo de la liga. Ja Morant no ha vuelvo a jugar y desde el fin de semana la situación parecía calmada, pero el sábado se filtraron las fotos de la fiesta de Ja Morant, donde se le puede ver con una chica solos en el establecimiento y con unos $50.000 en el suelo, otro golpe contra la imagen del jugador, que ha desaparecido de las redes sociales desde el suceso.

Y es que además de no jugar, Morant está perdiendo acuerdos. Por ahora, la marca de bebidas Powerade, quién había apostado por Ja como cara de la organización, ha decidido borrar todo el contenido en internet que le relacionan con el base. Powerade iba a lanzar un anuncio nuevo para el inicio del torneo nacional universitario, pero finalmente no se hará público. Al contrario, Nike publicó un comunicado donde apreciaban la honestidad de Ja Morant y que esté buscando ayuda y tomando el tiempo necesario para mejorar tras haberse equivocado. La marca del swoosh seguirá al lado de la estrella.

La última información la publicaban anoche Adrian Wojnarowski y Tim MacMahon, periodistas de ESPN, que anunciaban que Morant había decidido ingresar en un programa de asesoramiento en Florida. Añadían además que no hay fecha para su vuelta a las canchas, ya que la prioridad es siempre que el jugador pueda recibir asistencia. El jugador anunció que buscaría ayuda y es el primer paso. Los Grizzlies, por boca de su entrenador Tyler Jenkins, han dejado claro que Morant tendrá que rendir cuentas por un patrón de comportamiento reprochable para el jugador y para la franquicia. Y todo sin saber cuándo será el final de su historia.

Ja Morant estará apartado de las pistas por un tiempo indefinido, muy probablemente reciba una sanción al volver a la NBA por parte de su franquicia e incluso desde la liga, y además tendrá para siempre la etiqueta de conflictivo. Pero lo importante es que el base pueda recibir la ayuda necesaria para tener una segunda oportunidad en la NBA y en la vida, y que no sea muy tarde para Morant. Que la cronología de su 2023 no tenga más capítulos polémicos fuera de la pista.