La NBA se pone dura con los grandes gastadores: las nuevas normas del convenio colectivo
La liga ha creado un segundo límite impositivo que, en caso de superar, limita la creación y mejora de la plantilla de manera muy sensible. Los ricos están en apuros.

El sábado llega la nueva temporada NBA. Con la llegada de julio, el calendario de la mejor liga de baloncesto del planeta cambia y este año aterriza con una novedad importante, el nuevo convenio colectivo. La temporada 2023/24 inaugura el CBA que propietarios y jugadores acordaron para los próximos siete años, uno que se ha vuelto muy estricto con los equipos que más gastan en salarios. La principal modificación es la creación de un segundo límite salarial (conocido como segundo apron) que, en caso de superado, impondrá una serie de regulaciones y sanciones. Los equipos que tengan más de $182.5 millones garantizados en sueldos de jugadores a final de temporada están en problemas.
A partir de este fin de semana, todos los equipos por encima del segundo apron no podrán usar la mid-level exception. Se trata de la principal herramienta que tienen los equipos por encima del límite salarial para poder firmar agentes libres en el mercado de traspaso. La MLE, siglas con las que se conoce la excepción, puede ser de hasta $12.4 millones de dólares para los equipos por debajo del impuesto de lujo, pero los más ricos dejarán de tener acceso a ella. Por ahora los afectados son Golden State Warriors, LA Clippers, Milwaukee Bucks, Miami Heat y Phoenix Suns, todos por encima o proyectando estar por encima de la cifra marcada.
La segunda gran norma es la regulación de los traspasos. En la NBA actual, un equipo puede recibir hasta el 125% del salario que envía a cambio; a partir de ahora la cifra será del 110% (y será el 100% el año que viene). Es uno de los motivos por los que el movimiento de Bradley Beal se hizo en junio y no en julio. Además, los equipos tampoco podrán firmar jugadores en el mercado de buyouts en el mes de marzo si estos han tenido un salario superior a la mid-level. Nombres como Russell Westbrook, Reggie Jackson o Kevin Love no podrían haber acabado la temporada en uno de los candidatos al anillo con la nueva normativa.
De cara a 2024/25 se pone todavía más estricto, con nuevas normas entrando en vigor el último día de la próxima temporada regular. Los equipos no podrán enviar dinero en efectivo en los traspasos ni podrán combinar diferentes salarios en un movimiento, limitando mucho dos herramientas que los grandes gastadores tenían. Otra regulación será que al enviar jugadores en un movimiento de sign and trade, no podrán recibir jugadores a cambio, ni al momento, ni usando excepciones de traspaso a largo plazo, que además quedan en desuso para los equipos por encima del segundo apron.
Por último, el draft también se ha visto afectado en dos maneras diferentes. La primera, los equipos no podrán traspasar la primera ronda siete años en adelante respecto al año inicial (si están por encima en 2025, no podrán traspasar la ronda de 2032) durante esa temporada. La segunda normativa es complementaria: si tras el año inicial, los equipos están por encima del segundo apron en dos de las siguientes cuatro temporadas, ese pick congelado se convierte automáticamente en la ronda #30 del draft, sin opción a subir. Si Golden State está por encima en 2025, no podrá traspasar la primera ronda de 2032 hasta el final de la temporada; si además, sigue por encima en 2026 y 2028, la primera ronda de 2032 será el #30.
Las nuevas regulaciones han decidido atacar a la construcción de la plantilla, siendo muy duras a la hora de mejorar los equipos, al contrario de como venía siendo habitual, causando una multa económica. El impuesto de lujo sigue vigente, y los propietarios de la NBA seguirán pagando una sanción por sobrepasar el límite salarial, pero ahora también se verán afectados en la pista. La liga busca igualdad y la creación del segundo apron y sus normativas pretenden crear una NBA igualitaria. Por ahora ya han conseguido que Golden State, Boston y Atlanta liberen jugadores que nadie pensaba... y no serán los últimos.