NBA

Una revolución en el mercado NBA para destronar a Nikola Jokic

Todos los candidatos al anillo se han reforzado buscando superar a los Nuggets en un verano de locura en la NBA.

Jokic saca músculo durante un partido de pretemporada con los Denver Nuggets./Reuters
Jokic saca músculo durante un partido de pretemporada con los Denver Nuggets. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

El pasado 13 de junio, en el Ball Arena de Denver, los Nuggets se alzaban con el título NBA. Cerraban un año casi perfecto, donde habían sido el mejor equipo de la conferencia Oeste y habían perdido solo cuatro partidos en toda la postemporada (16-4 récord). Nikola Jokic era coronado MVP de las finales y aclamado como el mejor jugador del planeta y los Nuggets planeaban erigir una dictadura en la NBA con un proyecto joven pero sólido, de la mano del serbio, Jamal Murray, Michael Porter Jr y compañía. Apenas cuatro meses más tarde, el panorama NBA ha cambiado por completo. Porque las élites de la liga se han movido buscando mejorar con un único objetivo: destronar a Nikola Jokic.

En Este y Oeste, equipos de la parte alta de la tabla han decidido reforzarse a corto plazo buscando optimizar ventanas competitivas de sus estrellas, pasadas ya la 30 en algunos casos. Como el caso de unos Suns que no les bastó con conseguir a Kevin Durant en febrero, y fueron a por Bradley Beal en junio. El equipo de Phoenix se ha convertido en un popurrí de jugadores cobrando máximos salariales, Devin Booker, Beal y Durant, y otros nueve en un mínimo. Para ello tuvieron que dejar ir a DeAndre Ayton (rumbo a Portland), y a Chris Paul, quien acabó en Golden State tras una corta escala en Washington DC. Los Warriors cambiaron a Jordan Poole por el base de 38 años en un movimiento de despachos, pero que reaviva la competitividad de los hombres de Steve Kerr. 

Por primera vez desde que Kerr entrena a Golden State, Steph Curry y sus compañeros perdieron una serie de playoff en el Oeste y fue a manos de quien si no, LeBron James. Los Lakers fueron la gran sorpresa antes de ser barridos por Denver, y todavía con aires de venganza y el hacha en la boca, han retocado su plantilla con las piezas necesarias para ser mucho mejores. Gabe Vincent, Taurean Prince, Jaxson Hayes, Christian Wood o Cam Reddish le dan una profundidad a Los Angeles que no tenían el curso pasado. Similar a lo conseguido por los Clippers, que han mantenido a todos sus jugadores, incluyendo a Russell Westbrook, y que todavía quieren conseguir a James Harden, el único capítulo del mercado que todavía no se ha cerrado.

Memphis mantiene el proyecto y suma a Marcus Smart, los Mavericks de Luka Doncic han traído a Grant Williams, también de Boston, y los Thunder han recuperado a Chet Holmgren, que se suma al gran proyecto joven de la NBA. Y tanto Sacramento Kings como Minnesota Timberwolves y New Orleans Pelicans ganan salud, en lo que será una lucha encarnizada en la conferencia Oeste. Aunque en la mayoría de casas de apuestas se considera que los dos grandes favoritos para llevarse la NBA vienen del Este, y casualmente visten ambos de verde. Porque tanto Boston Celtics como Milwaukee Bucks han sido protagonistas del mercado. 

Damian Lillard fue el mayor traspaso del verano y fue Milwaukee quien se llevó el gato al agua. Juntar al base con Giannis Antetokounmpo pone a los Bucks automáticamente en la puja por el título, aunque tuvieran que dar a Jrue Holiday para lograrlo. El problema fue quién se llevó a su antiguo base: el mayor rival. Los Celtics, que ya habían logrado firmar a Kristaps Porzingis en junio, traspasaron también por Holiday, consiguiendo el mejor quinteto de la NBA junto a Jayson Tatum, Jaylen Brown y Derrick White. Ambos son los dos grandes candidatos a robarle el trono a los Nuggets, aunque no serán los únicos.

Porque mientras los Sixers esperan a solucionar la crisis Harden y Miami lamenta el no haber podido conseguir a Damian Lillard, el resto del Este se ha movido. Cleveland, cuarto el año pasado, ha conseguido a Max Strus y Georges Niang para cubrir sus puntos débiles; los Knicks han cambiado a un Obi Toppin que pedía demasiado protagonismo por Donte DiVincenzo, otro hombre perfecto para Tom Thibodeau. Brooklyn recupera a Ben Simmons, los Hawks mantienen el proyecto en el primer año completo de Quin Snyder y Toronto ha visto partir a Nick Nurse y Fred VanVleet... y son el único equipo de la conferencia invicto en pretemporada. Hasta Indiana, con la firma de Toppin, y los Magic de Franz Wagner y Paolo Banchero son interesantes.

La mitad alta de la NBA al completo se ha movido. Los cambios en el convenio colectivo han puesto algo de presión a los equipos que están en aprietos fiscales, especialmente aquellos cuyos salarios representan más de $182 millones, conocido como el segundo apron. Es posible que incluso durante la temporada, estrellas sean movidas por decisiones tomadas en los despachos y no en la pizarra del entrenador, nombres como Karl-Anthony Towns, Pascal Siakam o Zach LaVine, además de Harden. Pero la NBA sigue teniendo una premisa muy clara, solo hay una manera de solventar los millones gastados en salarios: ganar la NBA. Para eso, alguien tendrá que destronar a Nikola Jokic y los Denver Nuggets primero.