Ricky Rubio y los Cavaliers trabajan para separar sus caminos, con el futuro del base en el aire
La franquicia no espera que el jugador juegue este curso y en Cleveland tienen urgencia.

El futuro de Ricky Rubio en la NBA está en el aire. El base del Masnou, que sigue ausente en las pistas para trabajar en su salud mental, ha empezado a trabajar con los Cleveland Cavaliers, su franquicia, para separar sus caminos. La necesidad de firmar jugadores de los Cavs, unido a la poca probabilidad de que Ricky vuelva esta temporada, han acelerado el proceso que puede finalizar la carrera NBA del jugador, según han publicado en el medio americano The Athletic.
Hasta la fecha, Ricky Rubio sigue en España desde el verano. El jugador, que anuncio que tenía que dejar el baloncesto de manera temporal para cuidar su salud mental justo antes del Mundial, y según la información que tiene la plantilla, no se espera que juegue esta temporada. Incluso se ha abierto la posibilidad de que no vuelva a disputar un partido NBA. Con 33 años y 12 temporadas NBA a sus espaldas, el futuro de Ricky está en duda. En Cleveland saben que Rubio no ha estado entrenando a baloncesto ni trabajando en su estado de forma, y que está gestionando un problema familiar. El quinto jugador español con más partidos en la historia de la mejor liga del mundo, líder en asistencias y robos entre los internacionales españoles, podría no volver a pisar una cancha NBA. Aunque primero tienen que solucionar el tema contractual.
Ricky todavía tiene contrato por esta temporada, por valor de $6.1 millones de dólares, y otros $4.25 millones garantizados para el próximo curso. Los representantes del jugador y la franquicia pueden intentar llegar a un acuerdo, pagando únicamente una parte del dinero pendiente en caso de que Ricky acepte un recorte sustancial, o la opción de cortar su contrato y pagarlo en los próximos cinco años, repartiendo la cantidad de manera prorrateada. Otra posibilidad es incluir a Rubio en un posible traspaso y que sea otro equipo, con mayor flexibilidad salarial, quien corte al jugador internacional. Lo importante es que la franquicia quiere respetar al jugador, a quien consideran una pieza clave del desarrollo del equipo en 2022, cuando clasificaron a play-in.
Fueron los Cavaliers los que firmaron a Ricky Rubio un contrato de tres años tras lesionarse el diciembre de 2021 jugando para Cleveland. Inicialmente, lo traspasaron a Indiana a cambio de Caris LeVert, pero en cuanto salió a la agencia libre, volvieron a por él con un contrato de $18.5 millones sobre la mesa. Desde la lesión, Ricky solo ha podido jugar 33 partidos y su nivel no fue el que se esperaban en Cleveland, promediando 5.2 puntos y 3.5 asistencias en solo 17 minutos de juego, por números, la peor temporada de su carrera. Y justo cuando venía de jugar su mejor baloncesto en su primera temporada en Ohio. Era la segunda lesión en el ligamento cruzado anterior de su carrera, algo que muy pocos jugadores de la NBA han sufrido y casi nadie ha superado.
Las lesiones de Darius Garland, base titular del equipo, y Evan Mobley, ala-pívot, han dado una necesidad de urgencia a la franquicia, que no ha tenido el mejor inicio de temporada, y necesita reforzar la plantilla. Porque además de las bajas de sus dos titulares, Donovan Mitchell ha tenido varios problemas físicos y Ty Jerome, el que venía a cumplir el rol de base suplente, lleva de baja desde el mes de octubre.
Los Cavaliers, con un récord de 15-12, están en la sexta posición del Este, empatados con Miami Heat y a solo medio partido de los Knicks. Pero la sensación en la franquicia no ha sido de mejora de un año al otro, y el precio a pagar para salir adelante puede ser el futuro de Ricky.