Steve Kerr y Klay Thompson destrozan el plan defensivo de los Lakers
Los campeones responden ganando el segundo partido de la serie con una exhibición de tiro, ajustando la alineación y secando a Anthony Davis.

Respondieron los Warriors con uno de los mejores partidos de estos playoffs para los campeones. Empataron la serie con una exhibición defensiva, ajustando el ataque y dominando por hasta 32 puntos a los Lakers, dejando el marcador final en 27 puntos de diferencia (127-100). Una victoria que tuvo al 'Big 3' de Golden State como estandarte, pero que empezó con los ajustes de Steve Kerr antes del partido.
Cambiaron los Warriors la alineación titular, con JaMychal Green entrando al quinteto por un Kevon Looney enfermo, y para ajustar la defensa de los Lakers. Si en el primer partido los exteriores de angelinos pudieron centrarse en marcar a Curry y Klay, para la segunda noche Steve Kerr aumentó el número de amenazas. Y con un Draymond Green mucho más agresivo, rozando el triple-doble, y Curry haciendo al mismo tiempo de generador y señuelo, liberaron espacio suficiente para que Klay Thompson tuviera una de esas noches mágicas de playoff. Uno de ocho triples, 30 puntos y porque no necesitaron mucho más de él con el partido sentenciado.
Porque Golden State salió ajustando y tardó doce minutos en hacerlo, llegando siete abajo al final del primer cuarto. Desde ese momento, se convirtió en un huracán pasando por encima de los Lakers: 41-23 en el segundo periodo y 43-24 en el tercero. La diferencia a la hora de entrar al último cuarto era de 30 puntos, insalvable para unos Lakers que superaban ligeramente el 40% en tiros de campo. Solo LeBron James y Rui Hachimura fueron un factor a tener en cuenta en ataque para los angelinos, con 23 y 21 puntos respectivamente. Ningún otro jugador de rotación tiró por encima del 50% de campo o superó los once puntos.
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— Golden State Warriors (@warriors) May 5, 2023
Y una de las claves fue sacar a Anthony Davis de la zona donde más influye el juego: la pintura en defensa. Ampliando el campo, usando a Draymond Green como hombre abierto y dinamo, los Lakers tenían que elegir a quién marcar con su referencia interior. Davis, con problemas de faltas en el primer cuarto, acabó con 11 puntos en once tiros de campo, siete rebotes, cuatro asistencias y tres tapones, lejos de la exhibición del primer partido. Casualmente fue el partido donde menos Kevon Looney hemos visto en toda la postemporada, solo doce minutos, y donde Davis más ha tenido que diversificar su defensa entre la pintura y el exterior. Respuesta maestra de Kerr.
Porque además forzó a Curry y Dray a exprimir una jugada tan sencilla como el bloqueo y continuación, con tres variables. En la primera, Green cortaba hacia el aro buscando el tirador abierto: Klay Thompson; en la segunda, el propio Dray era el encargado de atacar la canasta, lo que ha forzado que Curry acabara con doce asistencias; la tercera, quizá la más mortal, que la defensa pasara el bloqueo por detrás, permitiendo el triple abierto de Steph, o espacio para crear un tiro. Ha metido solo 20 puntos en su versión más altruista, pero ha entendido el juego como muy pocos y su pick and roll con Draymond sigue siendo virtualmente imparable por resultados y alternativas.
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Y la serie llega a Los Angeles con las dinámicas cambiadas. Porque como pasó en el clásico del Este entre Boston y Philadelphia, el equipo visitante robó el factor pista, pero el favorito para ganar la serie respondió con una serie de ajustes y una paliza. Los Lakers han hecho los deberes, pero Golden State ha respondido al golpe con uno más fuerte. Y la eliminatoria acaba de empezar.