Vuelve el mejor Luka Doncic para poner a Dallas a un partido de las finales del Oeste

Ni las lesiones son excusa, ni los problemas físicos son motivos para no aparecer. Luka Doncic volvió a su mejor nivel para asaltar Oklahoma City y poner a los Mavericks otra vez con ventaja de campo y la opción de cerrar la serie en casa, en Dallas. Una exhibición con triple-doble (31 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes) que sirve como respuesta a la debacle del cuarto, donde se dejaron remontar dobles dígitos en el último cuarto. Se centró Luka, se aisló de los colegiados y de la defensa asfixiante de Lu Dort y se dedicó a llevar a su equipo al mejor nivel. Y con Doncic así, Oklahoma tiene poco que hacer.

Cambió el quinteto titular por fin Mark Daigneault, añadiendo a Isaiah Joe a cambio del marginado Josh Giddey, al que los Mavericks han forzado al banquillo. El australiano había sido un problema en ataque por no tirar y en defensa por no aguantar el cuerpo a cuerpo, y sin él Oklahoma pudo aguantar el primer cuarto, aunque al descanso llegaron 10 abajo. Los triples de Derrick Jones no tenían respuesta y cuando aparecía Shai en el tercer cuarto, nadie más anotaba para los Thunder. Muy solo el segundo en el MVP intentando una remontada que nunca pudo llegar. No si Doncic juega a este nivel.

 

Fue su tercer triple-doble con 30 o más puntos, el segundo jugador con más antes de llegar a los 25 años, solo por detrás de Oscar Robertson con siete. Lo hizo con 12/22 en tiros (5/11 en el triple) y con además un tapón a Shai Gilgeous-Alexander cuando los Thunder se estaban acercando. Porque parte del trabajo fue saber aplacar cualquier reacción de Oklahoma e intentar evitar el desastre del pasado lunes. Un pequeño parcial con dos triples seguidos del equipo local forzó el tiempo muerto, y el equipo de Kidd supo responder a los intentos de Shai. El canadiense se quedó en 30 puntos, el único en superar los 12 para Oklahoma. Holmgren metió 13, Jalen Williams y Dort 12 y Giddey desde el banco 11. 

Al contrario, Dallas ha encontrado la manera de hacer funcionar al equipo al completo. Kyrie Irving, que fue el mejor en la serie ante los Clippers, ha dado un paso al lado (12 puntos, solo 11 tiros) para hacer trabajo sucio y que sea Doncic quien maneje el balón. Derrick Jones acabó con 19 puntos, PJ Washington con 10 y otros 10 rebotes, y entre Daniel Gafford y Dereck Lively dominaron la pintura, combinados para 20 puntos y 20 rebotes, cinco en ataque. Dallas sacó más del doble de puntos en rebote ofensivo (12-5) y dejaron a los Thunder por debajo del 45% en el tiro y en un 25% en el triple (10/40). Los únicos puntos fáciles tras las 14 pérdidas de los Mavs, una tarea a mejorar para el equipo de Kidd. 

Y el sábado podrán cerrar la serie. Como ante los Clippers, con la oportunidad de haber puesto el 3-1 en casa y teniendo que ganar otra vez fuera, Dallas puede llevarse la eliminatoria en seis. El día extra de descanso será bienvenido por un Doncic que arrastra todo tipo de problemas físicos, pero para nada está ganada. Oklahoma fue el #1 del Oeste por algún motivo, mucho más allá de Shai.

Al otro lado del país, los Celtics hicieron los deberes. Con 3-1 y jugando en casa, Cleveland llegó sin Donovan Mitchell, Caris LeVert, Jarrett Allen y Craig Porter Jr. Si Boston ya era superior con todos sanos, la diferencia fue abismal, y sin jugar bien consiguieron el billete a las finales del Este. El sexto en ocho años, todos ellos con Jaylen Brown y los últimos cinco con Jayson Tatum. El que fuera el mejor equipo de la NBA, con 64 triunfos en temporada regular, ha necesitado solo 10 partidos para plantarse en la última serie del Este, donde espera rival. Saldrá del ganador de la semifinal entre Indiana y New York, con ventaja para los Knicks, ahora mismo 3-2.

El partido lo ganó Al Horford, quien jugó su mejor encuentro en estos playoffs. Metió 22 puntos, con seis triples, 15 rebotes, 5 asistencias y 3 tapones en una actuación que levantó al pabellón. Su defensa sobre Garland, que acabó con un 4/17 en el tiro, aportó la energía a unos Celtics que se tomaron el partido con calma y pisaron el acelerador por momentos para abrir la ventaja en dobles dígitos. Tatum metió 25 con 10 rebotes y 9 asistencias, a una del triple-doble, además de 4 robos en otra noche de hacer de todo sin necesidad de forzar. Porque si entran los triples (19/43) Boston es imparable.

La serie le sirve a Cleveland para entender que Evan Mobley es una opción también en ataque. El interior acabó con 33 puntos en 24 tiros a canasta, además de 7 rebotes, la única buena noticia junto con los 25 de Marcus Morris desde el banco (10/13 en tiros). Y los Cavaliers que se presentan en verano con la duda de qué hará Donovan Mitchell, quien podría extender su contrato, o si seguirán apostando por JB Bickerstaff en el banquillo. Mientras Boston espera, y podría estar sin jugar hasta el martes si los Pacers fuerzan un séptimo partido.