WNBA

Las New York Liberty tiran de épica para terminar con 28 años de maldición en la WNBA

Con prórroga en el quinto y definitivo partido, una noche horrible en el tiro y Jonquel Jones como MVP, las neoyorquinas se llevan el primer título en su historia en una liga que ellas fundaron.

Las New York Liberty celebran su primer título de campeonas de la WNBA./Reuters
Las New York Liberty celebran su primer título de campeonas de la WNBA. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

La mejor temporada de la historia de la WNBA no podía tener un mejor final y la serie por el título no podía tener un mejor guion para decidir al campeón. Una eliminatoria que ha trascendido de buena a histórica, y donde New York Liberty y Minnesota Lynx pelearon hasta el final. El quinto partido necesitó de una prórroga para decidir al campeón y se lo acabaron llevando las locales (67-62). Las Liberty de Breanna Stewart, Sabrina Ionescu y de la MVP de las finales, Jonquel Jones. Porque suyas fueron las mejores finales.

En un quinto partido que tuvo de todo, incluyendo polémica arbitral. Con Minnesota dos arriba, los colegiados señalaron una falta y mandaron a Stewart a la línea de tiros libres con la opción de empatar el encuentro. La dos veces MVP venía de fallar dos, pero esta vez no erró forzando la prórroga y en el tiempo extra decidió la defensa de las Liberty, sobre todo porque los tiros de sus estrellas no entraron. Stewart acabó con 13 puntos y un problemático 4/15 y su compañera, Sabrina Ionescu, un trágico 1/19. Su único tiro, un triple, era la primera ventaja de 4 puntos para New York.

Aparecieron el resto. Jonquel acabó con 17 tantos y los dos factores clave fueron de origen alemán. Nyara Sabally metió 13 puntos con 7 rebotes en 17 minutos y la ex de Casademont Zaragoza, Leo Fiebich, puso otros 13 y un triple en el tiempo extra. Sabiendo que New York metió dos en todo el partido, el de la exjugadora de Zaragoza fue celebrado como medio título por la afición que llenaba el Barclays Center en otra entrada de récord, y que empujó durante todo el partido para remontar. Porque las Lynx fueron superiores tres cuartos y pudieron haber ganado sobre la bocina. Fallo Napheesa Collier en el tiempo reglamentario y se acabaron ahí las oportunidades.

Llegaron a mandar por 12 (32-20) en una salida en tromba, con Napheesa Collier y Kayla McBride jugando a placer. La estrella metió 22 puntos antes de acabar expulsada en la prórroga, y McBride se quedó en 21. Insuficientes, especialmente con el 2/14 de Courtney Williams y la lesión de Alanna Smith, que jugó toda la serie afectada por su salud y el juego duro de New York. Y eso que las Liberty tuvieron 25 tiros libres por solo 8 de Minnesota, un dato esclarecedor sobre el arbitraje en un partido para decidir el título, algo que Cheryl Reeve, entrenadora de Minnesota, dejó claro: "Esto nos lo han robado de las manos". Un premio que llevan esperando un cuarto de siglo.

Porque 28 años ha tardado Nueva York en levantar el anillo, siendo una de las franquicias que inició la WNBA en 1997. 28 años y cinco finales perdidas por el camino, una mudanza a Brooklyn con cambio de propietario y formar un superequipo alrededor de Breanna Stewart, pero por fin ha llegado. Perdieron en 1997, 1999 y 2000, todas ellas ante las Houston Comets. Volvieron en 2002, cayendo ante las Sparks de Lisa Leslie y el pasado año, ante Las Vegas Aces de A'ja Wilson. Y solo quedan dos, Atlanta Dream y Connecticut Sun, sin anillo.

Es el primero para Sabrina Ionescu y el primero de Breanna Stewart sin Sue Bird, ampliado un palmarés que ya la pone a la altura de las más grandes del deporte. Su cuarto partido, pese a la derrota, es ya historia de la WNBA y tiene solo 30 años. Y sobre todo, el primero para la ciudad en 51 años, desde 1971 que New York no gana un título de baloncesto. Y toca celebrar.