Palestina empieza a ver la luz a base de canastas: "No puedo hacer que los jugadores se olviden de lo que está pasando en el país"

Se han cumplido ya casi cinco meses del inicio de la guerra Israel-Gaza. Si la invasión de Rusia en Ucrania tuvo consecuencias en el deporte, y más concretamente en el baloncesto, lo mismo ha sucedido en esta ocasión.

La Liga de Israel tuvo que suspenderse, los equipos que disputan competiciones europeas como Maccabi de Tel Aviv, Hapoel Holon, Hapoel Jerusalén y Hapoel Tel Aviv exiliarse… Pero… ¿y Palestina?

Este mes de febrero, al igual que el resto de las selecciones, Palestina ha tenido que participar en sus respectivas ventanas de clasificación, en este caso para la FIBA Asia Cup de 2025. Y el mejor testimonio posible nos lo da su seleccionador, el entrenador griego Ioannis Diamantakos (1974).

"En septiembre de 2022 firmé por el club Beit Sahour Orthodox B.C. de la liga de Palestina y cuatro meses después el presidente de la Federación me propuso dirigir también la selección", dice sobre su llegada al país. El primer torneo, la pre-clasificación para la FIBA Asia Cup en febrero de 2023 en Qatar, donde lograrían el triunfo necesario frente a Omán (46-80) que les daría el pase a los clasificatorios.

"La pasada temporada fue más fácil componer un equipo y prepararse. Desafortunadamente , esta temporada, a causa de la situación, no hay liga en Palestina: los clubes han parado la actividad y por supuesto la Federación se está enfrentando a problemas financieros debidos a la misma", añade.

Sobre las ventanas FIBA de febrero y lo que ha supuesto para Palestina, relata: "En consecuencia a lo que te he explicado, no hemos podido hacer un training camp. La Federación ha hecho todo lo posible para asegurar a la selección su participación en un torneo amistoso en Beirut, la Beirut Cup, justo una semana antes del inicio de los partidos oficiales. Como todo el mundo puede entender, debido a esas dificultades, el hecho de que pudiéramos participar fue un éxito para el baloncesto palestino".

Palestina, encuadrada en el grupo D, ha jugado dos partidos, cayendo por 73-46 ante Jordania y compitiendo hasta el final a Iraq (72-75). "Por supuesto, no podíamos tener grandes expectativas, pero el hecho de que participamos y luchamos en esos dos partidos es un gran logro", asegura Diamantakos.

Ambos partidos los han tenido que disputar como visitantes, ya que, "debido a la situación, la Federación decidió usar Amán como lugar de acogida para estas ventanas, porque era la ciudad más cercana a Cisjordania y además los dos países tienen buenas relaciones. Además, muchos palestinos viven en Amán y, sobre todo, en el primer partido contra Jordania, se creó un ambiente agradable y nos gustaría agradecerles por su apoyo."

El seleccionador palestino también explica cómo pueden afrontar los partidos centrados y concentrados: "No puedo hacer que los jugadores se olviden de lo que está pasando en el país. Es imposible. Pero todos los jugadores sintieron el deber de servir a su país siendo miembros de la selección en este momento y tratando de dar lo mejor de sí".

Además, en esta ventana han estrenado jugador nacionalizado. El escogido ha sido Calvin Godfrey, un trotamundos que ha jugado en Malasia, Ucrania, Turquía, Kosovo o Bulgaria, entre otros países, y que en la actualidad juega en el Nadim Souaid Academy del Líbano.

"Calvin no sabía mucho antes de su participación en la selección, que tuvo lugar en nuestra llegada a Beirut. Cuando se convirtió en miembro del equipo, los otros jugadores y él crearon una gran química. Y ha hecho todo lo que ha podido para ayudar al equipo entendiendo que jugar para Palestina en este período de tiempo era algo muy importante para todo el mundo en el país", revela el técnico.

Por último, el seleccionador desea hasta la próxima ventana "paz para volver al país y que la vida se convierta en normal y mejor. Desde que esto tenga lugar, que es más importante que cualquier cosa, en la ventana de noviembre intentaremos conseguir mejores resultados también".