SUPERCOPA | UNICAJA - REAL MADRID

El Real Madrid quiere la sexta consecutiva y Unicaja, ser el rey de copas del año

La final de la Supercopa (domingo, 19:00 horas) tiene la duda de Gaby Deck en el conjunto blanco y de Jonathan Barreiro en el cuadro cajista.

Sergio Llull ante Jonathan Barreiro en el partido de Liga Endesa de la pasada temporada. /ACB PHOTO/M. JIMÉNEZ
Sergio Llull ante Jonathan Barreiro en el partido de Liga Endesa de la pasada temporada. ACB PHOTO/M. JIMÉNEZ
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Murcia.- Hay quien pudiera pensar que lo de esta final de la Supercopa Endesa pudiera ser otra de esas luchas de David contra Goliat. Pero lo cierto es que Unicaja ya dejó claro que puede codearse de tú a tú contra los grandes... Y vencerles. Por eso, el Real Madrid sabe que lo de la tarde de este domingo (19:00 horas, antes de la que se guardará un minuto de silencio en memoria de Pepe Domingo Castaño) en la final de la Supercopa Endesa no va a ser fácil. Sino todo lo contrario. Un partido de mucho desgaste ante un Unicaja que tiene claro que va a remar, de forma colectiva, para coronarse como el rey de copas del 2023.

Lo cierto es que la estadística bien podría decirse que está del lado blanco. Más que nada porque de las últimas seis ediciones -contando la de ahora que se celebra en el Palacio de los Deportes de Murcia- ha ganado todos los partidos que ha disputado en el torneo. Lo que se traduce en cinco títulos y once partidos ganados, con el de ayer al Barça, que dejan a los de Chus Mateo a sólo una victoria de lograr su sexta Supercopa consecutiva. Un hecho sin precedentes en esta competición.

"Nos tomamos este torneo muy en serio. Es el primero de la temporada. Estamos preparados, motivados y con muchas ganas de hacer el partido esta noche para conseguir ese primer título", decía la mañana de este domingo Sergio Llull, que hablaba de la gran motivación que supone para el Real Madrid estar en la final.

"El jugar una final ya es suficiente motivación para intentar ganar un título más. Lo que la Copa del Rey nos enseñó es que Unicaja es un equipo muy peligroso, que hay que respetarle y de alguna manera tenemos ese aviso pendiente. El equipo va a salir al 100% porque es una final y queremos ganarla", explicaba el base-escolta blanco que, eso sí, destacó la importancia de Tavares en la pintura y de ser un bloque que ya se conoce.

"Teniendo a Edy creo que tenemos superioridad ahí dentro en todos los partidos. Si ellos tienen además esas bajas, creo que puede ser un punto a nuestro favor. Hay que estar muy bien en defensa, muy bien de su contraataque, de sus tiros de tres, de sus jugadores hábiles en el pick and roll. Creo que Unicaja tiene muchísimas armas", decía el balear, para asegurar que aunque el "equipo obviamente tiene cosas a mejorar, creo que juega a nuestro favor que sólo hemos incorporado a Facu, que sabe cómo jugamos".

"Ayer se vio esa diferencia entre los dos equipos. En uno estábamos más cohesionados que en el otro. Eso nos va a ayudar a empezar la temporada con buen pie", indicaba Sergio Llull, algo que también destacó su entrenador, Chus Mateo. "Tenemos mucha hambre. No la estamos perdiendo. Para mí es muy importante esa ambición que demuestran cada día. Pero lo pasado ya no cuenta. Ganamos ayer y ya no cuenta. Ahora sólo hay un partido delante y ese es el que tenemos que ganar. No hay nada más", dijo el técnico.

Aunque lo cierto es que lo que se vio ayer fue un estado de forma y entendimiento del juego excelso de Facundo Campazzo. Algo que su pone un gran plus a un equipo que con grandes nombres pero al que le pide una cosa: jugar a nivel colectivo más que de forma individual.

"Facu es un jugador que da la sensación de que nunca se fue. Tenemos mucho conocimiento mutuo para saber lo que queremos el uno del otro. Sus ganas de jugar, su hambre para querer dar lo máximo cada vez que está en la pista, cómo transmite las ganas de recuperar el balón cuando está en defensa, todo eso ayuda a que el equipo siga teniendo esa hambre. Es un jugador muy importante para nosotros, será capital a la hora de jugar que no baje, sino que sumamos un peldaño en ese sentido de ganas y ambición. Todavía nos queda mucho margen de mejora. Ayer hicimos un partido bueno, pero no extraordinario. Lo importante es hacer un buen partido colectivo y no a nivel individual", explicó.

Eso sí, ese juego colectivo que pide hoy tiene un interrogante: Gaby Deck. El argentino se retiró a vestuarios con una molestia y aún no se sabe si podrá ser o no de la partida. "Ayer salió con un pequeño toque atrás y vamos a ver si hoy es capaz para hacer un esfuerzo por jugar. Ahora mismo no podría decir si es o no 100% segura su baja", explicó Chus Mateo, una situación que también se repite en Unicaja con Jonathan Barreiro.

"No sé si Barreiro va a poder jugar. Están haciéndole pruebas. Tomaremos una decisión antes del partido. Ahora mismo lo que es importante es que cuando empiece la Liga Endesa la semana que viene tengamos el máximo de jugadores sanos posibles", decía un Ibon Navarro que confía en hacer posible lo improbable. Porque ganar al Real Madrid "es posible, porque todo en la vida es posible, aunque probable es más complicado. Creo que tenemos que hacer un trabajo de todo el equipo, de coger todo el campo y que no lleguen fácil", dijo el técnico cajista.

Y es que, como reconocía Chus Mateo, Unicaja es un equipo que también tiene un compacto bloque del pasado año y que sabe bien a lo que juega. "Unicaja es un bloque muy sólido y compacto con muy buenos mecanismos y automatismos adquiridos desde el año pasado. Tampoco ha hecho muchos cambios y creo que juegan con muchísimo sentido. Es un equipo que te lleva al límite defensivamente y nos podrá las cosas muy complicadas en ataque porque defiende muy bien, anticipa muy bien, te saca del campo si no eres suficientemente agresivo en ataque. Tiene muchos recursos a pesar de las dos o tres bajas que tiene en este momento, tiene recursos suficientes como para demostrar por qué ha llegado a la final. Es un partido muy complicado", explicó.

Eso mismo explicaba Alberto Díaz, que consideró que "sabemos lo complicado que es este tipo de partidos y más ante el Real Madrid, pero por pocas posibilidades que tengamos, vamos a por ello. Son favoritos pero nosotros estamos confiados en el equipo, hemos hecho un grupo duro y competitivo", dijo el base de un Unicaja que tendrá que suplir las bajas en el juego interior con juego colectivo. "Creo que la fórmula está en el espíritu competitivo del equipo. El saber sobreponernos a las bajas que tenemos", expuso Ibon Navarro.

Lo que está claro es que se vivirá un gran ambiente de baloncesto y un partido a la altura de la final entre dos equipos que se conocen bien, que se enfrentaron en la pasada Copa del Rey -en la que Unicaja se erigió como matagigantes y campeón- y que saben bien a lo que juega al tener prácticamente las mismas plantillas que la pasada temporada.