Súper Campazzo vuela para darle al Real Madrid la sexta Supercopa seguida

Murcia.- Quizá sea un atrevimiento, pero dicen que en eso consiste esto de la vida y del baloncesto. Y si no, que se lo pregunten a Unicaja, que ha sido capaz de poner contra las cuerdas -otra vez- al Real Madrid en la pelea por la Supercopa Endesa. Por eso, casi que este domingo, todo lo que se escriba debería empezar con un hola, hola, como el que se dijeron los dos equipos durante prácticamente todo el partido. El torneo del tú a tú, el de la emoción (que puso Unicaja en la segunda parte), el del espectáculo (patrocinado por Facundo Campazzo), el de siempre (lo que viene a ser el baloncesto), el del sonido inconfundible... Como cada vez que la bola hacía choff este fin de semana en el que, se puede decir, que ha arrancado la temporada del mundo de la canasta. El que finalmente acabó con el Real Madrid como campeón (81-88), lo que viene a ser ya casi un clásico en este torneo, como lo era ese inicio -que aparece en cursiva- con el que arrancaba Pepe Domingo Castaño, que en paz descanse, las innumerables tardes de radio.

El Real Madrid se ha alzado por sexta vez consecutiva como campeón de la Supercopa Endesa. Pero lo ha hecho en un partido en el que Unicaja, que parecía casi sentenciado al descanso, supo volver a equilibrar la balanza, aprovechar los errores de su rival y poner emoción hasta que se acabó el mismo. Eso sí, el base argentino volvió a hacer valer eso de "qué bueno que viniste" porque fue el que guio a los suyos para alzarse como campeones de la Supercopa Endesa 2023-2024.

Da igual que sea en ataque o en defensa. Campazzo es ese loco bajito que hace enloquecer a todo el que está a su alrededor. Para bien y para mal. Lo primero, porque es capaz de hacer jugar a sus compañeros y de apoyar en defensa cuando hace falta. Lo segundo, porque desquicia a todo el que trata de defenderle. Lo sufrió el Barça. Y lo ha sufrido Unicaja en esta final. El Facu ha sido el que ha cambiado el chip de los suyos, el que ha terminado dejando claro que sí, que es de los mejores bases que existen en la actualidad, y que su inteligencia, su talento, su clase... y, en definitiva, su baloncesto valen títulos. El MVP de la Supercopa es suyo. Y es más que merecido.

Decían Ibon Navarro y Alberto Díaz antes de la final que la mayor fortaleza de los suyos es el juego colectivo. Y por si alguien tenía algún resquicio de duda, lo que han demostrado tras el descanso lo confirman. Ahí, la conexión Djedovic-Osetkowski ha empezado a hacer de las suyas. Kalinoski afinó la mano y se convirtió en perseguidor del Facu cuando el argentino estaba en cancha. Ellos tirando así de los suyos cuando en otros momentos lo hicieron Tyson Carter en defensa y Kendrick Perry de cara a aro. Al final, las bajas se notaron. Y la fortaleza interior del Real Madrid, sobre todo con Edy Tavares, también. Y aún sabiendo que todavía queda por hacer, gran trabajo por parte del conjunto cajista. A ver qué tal les va esta temporada.

17 años y ya sabe lo que es jugar una final. Baba Badji se ha estrenado con la camiseta de Unicaja en la Supercopa Endesa, con sólo 17 años y ocho meses. La realidad es que las bajas en el juego interior de Unicaja han hecho más factible que esto haya ocurrido, pero, como se suele decir, que le quiten lo baliao. Porque encima su debut ha venido acompañado de su primera canasta. ¿Qué más se le puede pedir?

Pese a la victoria, lo cierto es que se ha visto a un Real Madrid aún falto de contundencia en algunos momentos. Porque los errores le han pasado factura. Primero, con los tiros libres en el primer cuarto y ese pobre 2/9 en acierto. Y luego, tras el descanso, con las pérdidas propiciadas por las desconexiones que le hizo acabar con mayor número de balones perdidos que Unicaja (13 frente a 11). A mejorar de cara al inicio de la Liga Endesa.

Son la pareja del año -o al menos, de la Supercopa- a nivel de juego interior. Porque lo cierto es que los dos han firmado un trabajo estelar para que los blancos se alcen con su sexta Supercopa. Pero, aunque la realidad es que el francés firmó un gran partido, el 'rey' es Tavares. Y es que el caboverdiano, además de lo que ha hecho en el parqué, ha dejado claro que sus números suman y siguen: de 12 partidos jugados en seis Supercopas con el Real Madrid, 12 victorias y seis títulos.