El balonmano sigue en pandemia: duro protocolo anti-COVID para el Mundial
La IHF ha confirmado un plan sanitario con vacunación obligatoria, test durante la competición y aislamiento para positivos.
Comienza 2023 y la primera gran competición que inaugura el año será el Mundial de balonmano, que se disputará en Suecia y Polonia entre el 12 y el 29 de enero. A unas pocas semanas de que se cumplan dos años del inicio de la pandemia del COVID y cuando la mayoría de deportes ya hace meses que decidió llegar al final de la desescalada de medidas contra el virus, la Federación Internacional de Balonmano (IHF) ha presentado un exigente protocolo para la cita mundialista donde destacan los aislamientos de jugadores, tests durante la competición o la exigencia de la vacunación. "La principal prioridad de la Federación Internacional de Balonmano sigue siendo la salud de sus partes interesadas, independientemente del costo", afirma la IHF.
El denominado "Plan de Precaución Médica COVID19" ya ha llegado a las diferentes federaciones internacionales que serán de la partida en Suecia y Polonia, y la dureza de las medidas ha provocado la sorpresa entre los miembros de las selecciones. En el protocolo se confirma la exigencia de la vacunación para todos los participantes y miembros de los staff de las distintas selecciones. "Solo las personas completamente vacunadas o que tengan un certificado médico de recuperación de la enfermedad en los últimos 180 días (2 de agosto de 2022) tienen derecho a participar en el Campeonato del Mundo", se puede leer en la circular de la federación internacional.
La vacunación será condición indispensable para competir pero el protocolo será aún más exigente en la previa y durante el torneo. Según confirma el organismo, "las federaciones deberán presentar una prueba negativa en COVID19 en las últimas 72 horas antes de comenzar la competición de cada uno de sus miembros". Una prueba que no será la última, ya que la lHF ha anunciado que realizará tests obligatorios durante el campeonato a todos los integrantes de las selecciones, después de la Round Robin (1ª fase) y de la Main Round (2ª fase). En el caso de detectarse algún positivo, el jugador o miembro del staff "será aislado por un total de cinco días, sin ningún excepción en el protocolo sanitario, y deberá tener una PCR negativa para volver a formar parte de su combinado nacional". Esta será, sin duda, la medida que más puede afectar a las selecciones, que podrán perder a algunos de sus integrantes para uno o varios partidos sin importar la carga vírica ni una recuperación rápida durante estas rondas de tests obligatorios.
🤜🏻🤛🏻 ¡Los #Hispanos🇪🇸 están de vuelta!
— RFEBalonmano (@RFEBalonmano) January 2, 2023
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El plan contra el COVID es similar al que se llevó a cabo a principios de 2022 en el Europeo masculino y que provocó un aluvión de bajas en las selecciones durante todo el torneo. Varias federaciones mostraron su disconformidad en aquel momento porque estos testados masivos se convertían en una "lotería" entre los diferentes equipos, dejando fuera a jugadores sin rastro de sintomatología. Por ejemplo, la selección española no pudo contar con Ian Tarrafeta y Joan Cañellas tras dar positivo antes de la Main Round y, poco después, Ferrán Solé y el portero Sergey Hernández también tuvieron que ser aislados y no pudieron estar disponibles para las semifinales. Para calmar aquellas críticas, la IHF ha anunciado que las bajas provocadas por positivos podrán ser sustituidos de la plantilla sin ser contabilizados en los cinco cambios permitidos durante la competición. Ante la consulta de Relevo, la Real Federación Española de Balonmano transmite que no se ha preparado ningún plan especial contra el contagio en el seno de los Hispanos hasta el momento.
No solo los jugadores y técnicos son objetivo del plan de la IHF, también los periodistas. Según se detalla en el informe, "todos los representantes de los medios de comunicación deben usar una máscara facial cuando estén en contacto directo con los jugadores y/o los oficiales del equipo" durante la cita mundialista. A diferencia de los jugadores y el personal de los equipos, solo se recomienda la vacunación para los periodistas que cubran el torneo.
Continúan las medidas de eventos anteriores
En 2021, el Mundial de balonmano fue la primera gran competición internacional de selecciones tras el parón por la pandemia. En aquel momento, la IHF creó una burbuja protegida sin aficionados en las gradas y una política de pruebas diagnósticas obligatorias cada 72 horas. "El Mundial de 2021 demostró ser un éxito y se convirtió en un punto de referencia para otras competiciones a medida que las condiciones evolucionaban en todo el mundo", ha afirmado la federación internacional en un comunicado. La IHF justifica ahora la continuación de exigentes medidas de protección con el objetivo de preservar la salud de los participantes y su entorno: "Con la pandemia de COVID-19 aún en curso, la IHF y los dos Comités Organizadores Locales tienen como objetivo salvaguardar la salud de todas las partes interesadas y reducir el riesgo de transmisión del virus. A pesar del despliegue mundial de vacunas, no se puede garantizar un entorno libre de infecciones".