El Barça se encuentra con su 'bestia negra' y pierde la corona europea en los penaltis
El conjunto azulgrana, eliminado de la Final Four ante el Magdeburgo.
En los últimos tres años, solo dos equipos han podido ganar al Barça de balonmano en la pista. Solo uno, lo ha logrado en partidos eliminatorios y clave. Visten de negro con unas sombras verdes que les dan una imagen de 'malo de la película'. Es el Magdeburgo alemán, que venía de ser el verdugo culé en dos últimas ediciones de la Super Globe y hoy, en su tercer enfrentamiento, lo ha vuelto a hacer en la Final Four de la Liga de Campeones en Colonia.
El partido estuvo a la altura de dos de los grandes de Europa. Una primera parte de igualdad, de golpes cruzados, de mucho en juego. Uno de esos ambientes donde suelen sobresalir nombres inesperados y que no salían en la foto de la previa. Si el Barça cuenta con el (para muchos) mejor portero del mundo con Gonzalo Pérez de Vargas, la salida a la pista de Emil Nielsen y sus entre 125 y 135 kilos (según quién lleve la báscula) ha agarrado al conjunto catalán al partido tras los primeros minutos donde se rompía igualdad. Una actuación en el final de la primer período a golpe de parada que conseguía se llevaba a los de Antonio Carlos Ortega con dos goles de renta al descanso.
Los germanos tienen mucho callo gracias a una liga alemana de primer nivel y hay que echarlos de la pista unas cuantas veces. Así se ha podido ver en los primeros minutos de la segunda mitad, cuando el Magdeburgo ha pasado de llegar a estar a tres goles por debajo a dos por arriba. El partido se ponía cuesta arriba en la pista y más todavía cuando Dika Mem, una de las grandes estrellas blaugrana, se marchaba de la pista lesionado y con ostensibles gestos de dolor en su pierna derecha.
Cuando un equipo viene de ser campeón continental en las últimas dos temporadas es por algo y los dolores no existen a la hora de ganar. Si el Barça quería ganar el partido, necesitaba a Mem en la pista. Cojo, sin dar un paso con normalidad, el francés volvía a la pista para empatar el encuentro e incluso darle la vuelta al marcador a solo 4 minutos del final. La tensión terminó con el islandés Gisli Kristjansson, el MVP de la Bundesliga, en el suelo, con el hombro fuera. Tras cinco minutos de parón, quien caía de nuevo era Mem y Ortega se veía obligado a retirarlo.
La decisión, en los penaltis
Las fuerzas en todo lo alto y el empate en el marcador a falta de pocos segundos del final. El Barça se colocaba por delante, pero a menos de 10 segundos para el final eran los alemanas quién anotaba para colocar el empate. No, ahí no llegó el final y el Barça estuvo a punto de forzar un lanzamiento de 7 metros al intentar marcar y ser frenado por un jugador del equipo alemán que estuvo muy cerca de pisar el área. Y a la prórroga con el 31-31.
Allí, la 'bestia negra' fue más bestia negra que nunca. Y, como había pasado al final del primer tiempo, llega uno de esos jugadores en la sombra que decanta la balanza. El esloveno Bezjak, que no había jugado en todo el partido, irrumpió con cuatro goles y abrir una ventaja de dos tantos para los alemanes que parecía insalvable. Salvo para alguien que ha ganado 11 títulos de la máxima competición europea y tenga un gen de campeón inigualable. Una buena defensa y llegó un empate para llevar el partido a la tanda de 7 metros.
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— EHF Champions League (@ehfcl) June 17, 2023
En la lotería, ya todo podía pasar y pasó lo peor que podía pasar para el Barça. Cuatro lanzamientos culés fallados de manera consecutiva que le arrebatan la corona europeo tres años después. Un golpe duro, sobre todo por lo que viene. El club tiene previsto un fuerte recorte presupuestario que hará perder calidad y posibilidades a nivel continental en los próximos años. Se acaba una era triunfal y quizás no vuelva.