El Ciudad de Logroño no se conforma con Europa y quiere chafar otra coronación del Barça

Ver la camiseta del Barcelona enfrente en una final se ha convertido en el pan nuestro de cada día en el balonmano español. Los azulgrana son los grandes dominadores del 40x20 en el panorama nacional. Así lo certifican los dos títulos conquistados en menos de un mes (Copa ASOBAL y Liga) a los que esta tarde puede sumarse la Copa del Rey, que completaría un nuevo triplete para el equipo de Carlos Ortega.

El reto para los azulgrana es mayúsculo. No tanto por la dificultad del mismo (son claros favoritos para hacerse con el triunfo final) sino por lo que supone su consecución. Si esta tarde (16:00 horas) se repite la imagen de Gonzalo Pérez de Vargas levantando la Copa en Santander será el décimo título copero consecutivo para un equipo que quiere seguir haciendo historia en un balonmano nacional que domina con puño de hierro. Lo demuestran el hecho de que no pierde un título en España desde la temporada 2012-2013, cuando la Copa la levantó el extinto Atlético de Madrid.

Los culés saben que están ante una oportunidad histórica y no rechazan el cartel de claros favoritos para alzar un trofeo que nadie que no vista de azulgrana ha levantado en nueve años. "Vamos a tratar que sea lo más tarde posible, pero llegará algún día que perderemos. En las competiciones de casa somos favoritos, pero los partidos y los títulos se ganan en la pista", aseguraba Carlos Ortega a Mundo Deportivo tras el encuentro que el Barça ganó al Ademar León en las semifinales.

Una ronda que también superó el Ciudad de Logroño (se impuso por 29-27 al Recoletas Atlético Valladolid) que vuelve a una final copera cinco años después de su última vez. Su pase al partido por el título además tuvo premio. Con su victoria ante el conjunto pucelano, los riojanos consiguieron la clasificación automática para disputar la Liga Europea la próxima temporada.

Sin embargo, el conjunto logroñés no se conforma con lo conseguido y aunque esta temporada han perdido los dos enfrentamientos ante el Barcelona (30-35 en Logroño y 43-30 en el Palau) no van a regalar el título antes de empezar. Para ello cuentan con Juan Palomino, canterano azulgrana que sabe cómo funciona la pizarra de Carlos Ortega y que intentará descifrar a su exequipo para evitar que siga haciendo historia en el balonmano.