BALONMANO

Javi Rodríguez, el coloso de dos metros del Barça y los Hispanos que sonará durante el próximo decenio

El joven madrileño afronta este fin de semana su primera Final Four de la Champions con un Barcelona que sueña con la duodécima.

Javi Rodríguez (21), en la Copa del Rey de balonmano 2024. /VÍCTOR SALGADO / FC BARCELONA
Javi Rodríguez (21), en la Copa del Rey de balonmano 2024. VÍCTOR SALGADO / FC BARCELONA
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

Hace un año el seleccionador nacional de balonmano, Jordi Ribera, pulsó el botón de adelantar en el mando a distancia y la vida de Javi Rodríguez (Madrid, 2002) cambió por completo. Aquel 27 de abril, día de su debut con los Hispanos contra Dinamarca, el pívot, capitán y referente en categorías inferiores dio el salto con los mayores. Fue la primera bomba. La segunda llegó cuando el 4 de julio a las 11 am el Barça anunció su fichaje.

El decisivo Ludovic Fabregas había dejado un vacío inmenso ese verano al salir a tierras húngaras, al Telekom Veszprém, y el FC Barcelona se enfrentaba a la misión imposible de buscar sustitutos para el pivote galo. La continuidad del portugués Luís Frade y las incorporaciones de dos jóvenes valores madrileños fueron la solución. Jaime Gallego (2001), baja en la actualidad por una artritis en el tobillo izquierdo, llegó desde el BM Torrelavega. Javi Rodríguez lo hizo desde Logroño, previo paso por Guadalajara.

Este último, con sus dos metros y 98 kg, va quemando etapas a pasos agigantados. "Ahora estoy en un papel muy diferente. No es suficiente con hacer un buen papel en Asobal, busco ganar minutos en Champions y un nivel superior", confiesa a Relevo la semana de su debut en una Final Four de la Champions. Será el sábado contra el Kiel alemán en el mítico Lanxess Arena de Colonia.

Aquel niño que triunfó en categorías inferiores de la Selección y que idolatraba "a Julen Aguinagalde, como todos los españoles" ha ido evolucionando. "Cuando he ido creciendo, Ludo (Fabregas) sí ha sido más referente; es más completo, es lo que yo quiero llegar a ser. Me fijo bastante en él", dice un chico que ha aparcado sus estudios en esta fase crucial de su carrera. "Decidí poner toda la carne en el asador y dedicarme 100% al balonmano, para que no haya ninguna excusa".

Javi Rodríguez se define como "un trabajador" y la autoexigencia se desprende en cada respuesta. "Me queda mucho por aprender y mejorar. Se van viendo resultados poco a poco", comenta un jugador que realizó un gran papel en el último título blaugrana, la Copa del Rey conquistada en Jaén el pasado fin de semana. En la final (en la que vencieron 23-36 al BM Torrelavega) anotó tres goles; idéntico bagaje ofensivo que en la semifinal contra Bidasoa (28-32).

Javi Rodríguez, galardonado en los cuartos de Copa del Rey frente al Cangas.  VÍCTOR SALGADO / FC BARCELONA
Javi Rodríguez, galardonado en los cuartos de Copa del Rey frente al Cangas. VÍCTOR SALGADO / FC BARCELONA

Sin embargo, Rodríguez es mucho más que un pivote que utiliza su envergadura en tareas ofensivas, donde trata de variar cada vez más su repertorio. Su solidez defensiva contra Serbia fue clave en la dramática clasificación de los Hispanos para el Campeonato del Mundo que se disputará en Croacia, Dinamarca y Noruega entre el 14 de enero y el 2 de febrero de 2025. Una cita que estuvo pendiente de un hilo hasta la última acción de aquel partido de vuelta con final feliz.

"Estoy muy contento por entrar en las últimas listas y por el papel desempeñado en la última convocatoria ante Serbia", reconoce. "El seleccionador me dio la oportunidad y creo que la aproveché, pero eso ya es pasado. Estoy con muchas ganas del futuro y de poder seguir formando parte de las listas". Eso sí, todavía es pronto para dar el salto al mus de los Hispanos, el pasatiempo favorito del grupo de Jordi Ribera. "Hay que dejar espacio a la vieja guardia", bromea.

Ahora toca Colonia, donde verá en persona a algunos de los monstruos que de niño seguía por la tele. Como el Aalborg danés del astro Mikkel Hansen y del seguro de vida Niklas Landin (se miden al Magdeburg en la primera semifinal). Aunque pocos porteros intimidan más que la dupla culé: Gonzalo Pérez de Vargas y Emil Nielsen. "Es horrible tenerles ahí a diario, hay días que la bola no entra, y no entra", ironiza sobre los entrenamientos con la pareja de guardametas del Barça.

El sábado a las 18:00 tendrá a sus dos arqueros a favor, no así a la mayoría del público de un Lanxess Arena, con capacidad para 19.500 espectadores, que alberga la final a cuatro desde la campaña 2009-2010 (en la que ganó el propio Kiel, el otro gigante de Europa). Javi Rodríguez quiere hacer diana en la Champions a la primera, consciente de que hay que aprovechar las oportunidades, aunque le quede más de un decenio de balonmano. Un nombre común para designar a un pívot extraordinario.