BALONMANO

Raúl González confía en Los Hispanos de cara a los Juegos Olímpicos, pero advierte de que "el Europeo fue un toque de atención"

El entrenador vallisoletano afronta su sexta temporada al frente del PSG con la ilusión de conseguir su primera Champions con los parisinos.

Raúl González, en un partido del PSG esta temporada./Afp
Raúl González, en un partido del PSG esta temporada. Afp
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

En octubre de 2017, la Real Sociedad se dio un festín en Skopje (Macedonia), endosándole un severo correctivo al equipo macedonio en la fase de grupos de la Europa League. El 0-6 final habla por sí solo, con un Willian José espectacular, siendo el autor de un póquer inolvidable. Por aquel entonces, Raúl González (Valladolid, 1970) era el entrenador del Vardar de balonmano, aunque al final de ese campeonato se dio a conocer su fichaje por el PSG francés. Seis años después, el vallisoletano sigue a los mandos de la escuadra francesa.

Hace una semana no pudo acudir al Parque de Los Príncipes por el compromiso europeo de su equipo, precisamente en tierras macedonias, frente al Eurofarm Pelister, un partido que terminó con clara victoria para el PSG por 25-31. "No os voy a desear suerte porque nosotros dependemos del fútbol. A nosotros, por decirlo de alguna manera, nos paga Mbappé y vivimos de que les vaya bien a ellos y para el club es muy importante pasar", lanza antes de poner fin a una conversación en la que repasa su trayectoria personal y en la que analiza también las posibilidades de Los Hispanos de cara a los Juegos Olímpicos de Francia después del flojo rendimiento ofrecido en el pasado Europeo, donde los de Jordi Ribera cayeron a las primeras de cambio.

¿Cómo está siendo la vuelta a la competición tras la victoria de Francia en el Europeo?

Estamos con mucha ilusión porque nos va todo muy bien. Los partidos que hemos jugado desde que se ha vuelto desde el Europeo hemos arrasado y eso te da mucha confianza. Vamos a cruzar los dedos para seguir así. Estamos vivos y eso es lo más importante en este tramo de competición. Esto es como el fútbol, llegan ahora las fechas importantes y a ver si sale todo bien. A ver si nos podemos clasificar para la Final Four de la Champions, que sería espectacular.

A nivel personal, cumple su sexta temporada al frente del PSG, ¿cuál es el secreto del éxito?

Estoy muy contento. Hemos creado un grupo de jugadores bueno, que compite y el club parece que está contento porque me va renovando, así que es una alegría poder disfrutar de París y estar en este equipo. Aspiramos a lo máximo, pero esto es muy parejo. Hay muchos equipos capaces, por ejemplo en Champions, de ganarla, con lo cual el abanico es grande y todo depende de pequeños detalles y también de un poquito de suerte. Siempre es difícil dar con la tecla.

¿Siente esa presión de estar en un equipo tan grande como el parisino?

Cuando estás en el más alto nivel, la exigencia siempre es máxima, juegues lo que juegues: Copa, Liga, Champions y de cualquier derrota, se hace un mundo, pero también es cierto que tener la costumbre de trabajar en estas condiciones, la presión y todo lo que la rodea la llevas de una manera diferente. Decía hace un tiempo Carlo Ancelotti que la presión era la gasolina de su trabajo. Son frases que cogemos todos. Aquí hay presión como en todos los lados, lo que pasa es que la gente magnifica un poco más las cosas. El club, internamente, es una delicia, es un club muy serio, que deja trabajar, que apoya muchos a los técnicos. Todo el mundo tiene muchísimas ganas. Se mete más presión desde fuera que la que nosotros sentimos. Claro que todo el mundo quiere ganar, pero dejan hacer el trabajo de una manera muy buena.

Raúl González habla de la presión de entrenar a un grande como el PSG. Relevo

¿Qué ha significado un nuevo triunfo de Francia en un Europeo?

Estamos con muchos ánimos porque para el club también fue una noticia muy buena. El recibimiento que se les hizo en el campo de fútbol el primer día que vinieron aquí, así lo demuestra. Francia es un referente a nivel de balonmano. Los Juegos están cerca y todo buen francés que se precie está muy pendiente de ellos, muy importantes para todo el mundo, pero evidentemente más para el país organizador con lo cual ha sido una gran noticia.

Hablando de los Juegos Olímpicos, ¿se nota ambiente olímpico?

Sí, sí, sobre todo de preparativos, que se aceleran las obras, los pequeños detalles. Los pabellones ya se están poniendo más a punto.

Tampoco es que sorprendiera mucho la victoria de Francia em el Europeo, ¿no?

No. En balonmano hay un ramillete de cuatro selecciones que pueden ganar y, al final, se encuentran siempre en semifinales. Puede que alguna selección dé la sorpresa, pero ésta es conseguir precisamente la clasificación para las semifinales, pero en las quinielas nunca están. Dinamarca y Francia, por excelencia, siempre están ahí y luego España, Suecia… pero en las quinielas siempre están o los franceses o los daneses.

¿Qué te pareció el gol de Elohim Prandi?

(Risas) Ese gol fue gol. ¿Por qué? Porque lo dieron como gol. Vamos a dejarlo ahí.

¿Por qué España no rindió tan bien?

España llevaba una racha magnífica de resultados. El Europeo tampoco era tan importante para España porque está todo enfocado a los Juegos Olímpicos. Había muchas Federaciones que se jugaban la vida porque daban la clasificación para el Preolímpico y la gente estaba muy nerviosa. España tenía ya el billete. Lo importante de esta temporada son los Juegos Olímpicos. Yo creo que ha sido un toque de atención. Les va a servir para estar de garras para el futuro. Hay que tener en cuenta que mantener una regularidad así es muy complicado. Le ha pasado a todo el mundo. No hace mucho Francia cayó eliminada a las primeras de cambio y siempre es la súper favorita. A Dinamarca también le ha pasado lo mismo. En un amplio abanico de campeonatos, Europeos o Mundiales, eso te puede pasar. La buena noticia es que este Europeo para ellos tampoco era muy importante.

Raúl González habla del papel de España en el Europeo. Relevo

España se tiene que enfrentar a Eslovenia, Brasil y Bahrein. ¿Cómo lo ves?

Creo que España tiene grandes posibilidades porque juega mejor. Eslovenia, por ejemplo, es un conjunto con jugadores muy expertos, que juegan en grandes equipos y están acostumbrados a jugar grandes eventos. Es una selección muy fuerte, muy bien equilibrada, con gente que ataca, que defiende, gente grande. Ha hecho muy buen Europeo. Es el equipo más fuerte que se va a encontrar España en el Preolímpico, pero confío que por calidad y por juego España consiga ganarles. Brasil es la gran tapada de este grupo. Cuenta con jugadores muy buenos, que juegan también en grandes equipos. Quizá no son tan conocidos y a su favor es que van a jugar sin ninguna presión, con lo que eso supone. Yo creo que es la gran tapada del grupo y puede convertirse en un partido trampa. Baréin, por último, es un equipo con defensas abiertas raras y hay que saber adaptarse a ese tipo de juego. Normalmente juegan 6-0 con muchas salidas y cosas que no se suelen hacer mucho en Europa, pero yo creo que es la más débil. El primer puesto va a estar entre España y Eslovenia y ojo con Brasil.

Como entrenador de un equipo grande, ¿es complicado mantenerse al más alto nivel?

La verdad es que ni te enteras porque va todo rodado. Lo importante es no mirar ni atrás ni al futuro. Ir día a día y sobre todo, adaptarte porque las culturas son muy diferentes. De estar en un país a estar en otro, cambia todo… el tipo de jugadores, el carácter, hasta la forma de entrenar. Como dicen, 'cada maestrillo tiene su librillo' y no sabes qué es lo mejor, que los jugadores se adapten a ti o tú a los jugadores. Creo que el carácter español te da un plus. Somos gente que nos adaptamos a las circunstancias. El entrenador español, no solo en balonmano, sino que en fútbol y en todos los deportes, tiene muchos puntos ganados frente a los extranjeros.

¿Qué significa tener a sus órdenes a una leyenda como Niko Karabatic y en su día a Mikkel Hansen?

Siempre es un placer poder contar con jugadores de ese nivel, que lo han sido y lo son todo y que han ganado tantos títulos. Este año es muy especial para Karabatic porque es su último año. Ha ganado el Europeo y con Francia es firme candidato al oro este verano en los Juegos Olímpicos. Son gente a la que que se entrena muy fácil, porque para mantenerse a tan alto nivel tantos años, hay que tener una profesionalidad y una disciplina muy grandes. Si no, puedes tener altibajos, llegar, estar en la cima tres, cuatro años y luego caerte. Pero esta gente no. Llevan muchos años. Desde muy jóvenes han sido los mejores y ahora, que tienen una cierta edad, lo siguen siendo.

¿Cansado de estar fuera? ¿Le gustaría volver a España?

Me encanta España. Lo que pasa es que en balonmano no hay muchas opciones. Ahora mismo el balonmano de alto nivel está fuera de España y para mí es un orgullo poder disfrutar de esto. La liga francesa es una de las más fuertes y estar aquí, me satisface. Hace unos años, cuando España dominaba en Europa en todas las competiciones, había hasta demasiados extranjeros y eso hacía que tampoco se consiguieran esos títulos con la selección. Ahora mismo, los expertos dicen que el nivel ha bajado, pero la promoción de jugadores es importante y se están exportando muchos. Eso habla muy bien del balonmano español. Y eso se está traduciendo en muchos éxitos de la selección. Es importante. Es un paso que ha sabido dar el balonmano hacia adelante. Pero la liga francesa es otro nivel, con los campos llenos y con la gente pagando mucho dinero. Cantidades que te sonrojan porque valoran mucho a los jugadores de balonmano y al deporte en general. El balonmano está muy bien visto. Nosotros, por ejemplo, llenamos todos los campos a los que vamos, hay entradas VIP. Digamos que el balonmano aquí es el baloncesto de España.

Raúl González habla de que ahora mismo no piensa en volver a España. Relevo

¿Qué es lo que convierte al balonmano en un deporte tan especial?

Es un deporte que gana mucho cuando lo ves en directo. A mí, por ejemplo, por televisión no me parece tan espectacular como en directo. Es puro dinamismo. Ves a gente de 120 kilos caerse, levantarse, correr… No se para. Todo el mundo que va a verlo por primera vez se queda impresionado de los golpes que se dan, de la dureza, pero también de la agilidad. Es un deporte que engancha. Es así. ¿Cómo se aguanta tanta dureza? La costumbre. Empiezas a dar y a recibir, pero ni lo notas. Luego llegas a casa y es cuando sientes la dureza de verdad, pero, de primeras, no te das cuenta. Es complicado aguantar esa exigencia. Nuestras lesiones no son controlables. Todo el mundo tiene golpes. Pero todo el mundo tira hacia adelante.

A nivel personal, ¿te sientes reconocido?

Con seguir aquí, me doy con un canto en los dientes. Estoy encantado de poder estar en París y de poder disfrutar de Francia, de la Liga y de todos los partidos que jugamos. Yo no aspiro a más. Aspiro a continuar. Cada vez que pasa un año, para un entrenador es más difícil continuar, porque a veces las experiencias cortas son más intensas y saben mejor, pero a los entrenadores les gusta la continuidad y claro que me gustaría continuar.

Echas la vista atrás. ¿Te esperabas tener esta carrera?

Que va, en absoluto. Yo tuve la suerte de estar con Talant Dujshebaev en Ciudad Real y nos fue todo fenomenal, pero al final nos quedamos en el paro. Nunca había sido primer entrenador. Tuve la suerte de que me llamó Sergey Samsonenko, el presidente del Vardar, y fuimos como un cohete y en pocos años ganamos la Champions y nos convertimos en habituales de la Final Four. Mi ilusión siempre fue coger un equipo de los de arriba, pero nunca un equipo de la categoría del PSG. Estoy viviendo un sueño y no quiero que se acabe.

¿Ves al PSG aspirando a ganar la Champions?

Siempre aspiramos a ganarla. Hemos estado en varias final four, pero cuando llegas ahí es bastante lotería. Es difícil porque hay equipos más fuertes económicamente hablando. Nosotros no somos ni la primera, ni tan siquiera la cuarta potencia económica a la hora de hacer fichajes. Es complicado. Lo bonito es poder mantener ese nivel de estar siempre ahí.

¿Es complicado convivir en una ciudad en la que el fútbol se lo lleva todo?

En París hay una gran cultura de deportes. La prensa es muy abierta. En España, por ejemplo, es diferente. La prensa se enfoca mucho en el fútbol y a los demás deportes no se les presta mucha atención. Aquí hay un respeto máximo al balonmano, pero también al rugby. En París los deportistas están muy bien valorados. Yo soy de los que piensan que el fútbol es un deporte especial, pero a veces, malvado, donde jugar bien no te garantiza ganar. En balonmano, por ejemplo, si juegas bien, con tantos ataques y tantas defensas, es más fácil ganar.

Raúl González habla de la figura de Kylian Mbappé. Relevo

¿Cómo se vive la figura de Kylian Mbappé?

Pues ahora con mucha expectación por saber dónde jugará la temporada que viene, pero nadie dice nada. Es una figura que lo llena todo. Es un referente no solo en París, sino en Francia. Es el mejor. Cada vez que coge el balón, el estadio se vuelve loco. Todo puede pasar, Es un jugador muy regular y al que los momentos difíciles le han hecho más grande. Los partidos complicados son donde él mejor ha jugado. Todo el mundo sabe que es la referencia. Yo, siempre que puedo, voy al Parque de Los Príncipes. Me encanta ver deporte t tengo la oportunidad de ver alto nivel. Cuando le meten un balón en largo y le ves adelantando a todos, es una delicia. No os voy a desear suerte en esta ocasión porque nosotros dependemos del fútbol. A nosotros, por decirlo de alguna manera, nos paga Mbappé y vivimos de que les vaya bien a ellos y para el club es muy importante pasar