Víctor Romero, el Hispano que vive con sus padres pero que ya es un capitán de oro: "Tenemos que escuchar los consejos"
El pivote, capitán de la selección junior que se proclamó campeona mundial y europea, es uno de los jóvenes que ya han dado el salto al combinado nacional durante este Mundial 2025.
![Víctor Romero, en uno de los partidos de preparación para el Mundial./RFEBALONMANO](http://s2.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202501/22/media/cortadas/victor-romero-hispanos-R5bGQUXS6nInngGyV2OrQuN-1200x648@Relevo.jpg)
La tempranera eliminación de los Hispanos en el Mundial de balonmano, que se está celebrando como cada mes de enero, tiene varias lecturas posibles, pero lo que tiene es una clara explicación: España transita ahora mismo en un cambio generacional de quiénes le llevaron a los éxitos hasta los que le llevarán a lo más alto en el futuro. Estos solo son los primeros días de una nueva aventura.
Tras un gran cierre de ciclo con una medalla de bronce en París, este campeonato ha sido el primero donde la Generación de Oro, la que logró ganar el primer Mundial juvenil de nuestra historia, ha llegado a la lista de la absoluta con nombres que ya han sido protagonistas en este estreno, como Ian Barrufet o los hermanos Cikusa que han contado con minutos de calidad. Ellos encabezan el cambio de los nombres que heredan el ADN de los Hispanos junto a un prometedor Ferrán Castillo, que se quedó al corte en el último descarte pero que ya hizo grupo en la preparación, y otro de los grandes nombres de la ilusionante camada ya ha conformado parte de la selección en Oslo, aunque sin demasiados focos: Víctor Romero.
El pivote del Granollers se ha alistado con los 'mayores' tras ser el capitán de los 'juniors' de oro en los últimos años en su escalada hacia la élite, siendo él quien levantó un trofeo inédito en las vitrinas españolas. A pesar de ser grande y fuerte, como sus ídolos Adriá Figueras, el francés Ludovic Fabregas o Julen Aguinagalde, en su cara todavía se presiente una cara de niño que afronta su primera gran experiencia fuera de casa.
"Vivo con mis padres"
Y esto casi se puede decir que es literal. "Vivo con mis padres, entreno con mis hermanos, juego en el equipo de mi ciudad y estoy a 15 minutos del pabellón", confiesa a Relevo. Cosas de haber nacido en una de las grandes cunas del balonmano español, en el seno de un familia en la que todos sus miembros han embadurnado sus manos de 'pega', y que de momento no ha tenido que marcharse lejos del hogar familiar para buscarse la vida. Ahora, con su debut internacional, ha vivido estas semanas como una excursión para aprender junto a sus compañeros de clase.
"Esto es un proceso de adaptación", nos analiza sobre la llegada de la manada que debe marcar el futuro del balonmano español. "Venimos de hacer unos años muy buenos en categorías inferiores, y esto es un cambio de aires en el que te tienes que aclimatar. Aquí ya todos están en Champions y en niveles muy altos, a los que me gustaría llegar. Nos tenemos que empapar al nivel que hay y escuchar los consejos que nos dan los que ya tienen experiencia".
Romero, quien se ha quedado fuera de las convocatorias de Jordi Ribera en la cita mundialista, ha experimentado un máster en primer persona antes de afrontar, a buen seguro, el momento de la alternativa en el duro puesto del pivote y tiene ganas. "Soy un jugador que lo da todo en la pista, que aprovecha cada oportunidad y es ambicioso", señala antes de definir lo que le ha llevado hasta aquí: "Mi punto fuerte es la defensa y la salida al contraataque, que es mi rol en mi equipo". Cualidades clave para convertirse en una de las primeras piedras del nuevo proyecto en el camino hacia Los Ángeles.