Anthony Joshua maquilla una actuación discreta con un KO espectacular a Helenius

Tres asaltos tardó el público que llenó el O2 Arena de Londres en comenzar con el runrún. Anthony Joshua volvió a escuchar abucheos de su propio público. Le apoyan, pero lo visto en tres rounds era demasiado pobre. No fueron tres, acabaron siendo siete, pero con maquillaje. Un espectacular KO, candidato a mejor finalización del año en el boxeo, sobre Robert Helenius dejó una imagen potente para que todos se creciesen. "Quiero pelear contra Wilder, estoy de vuelta", espetó el púgil al acabar. Poco más habló. Al noquear bajó a saludar a los fans de primera fila y en cuanto terminó su breve speech de nuevo quiso dar gusto a los aficionados y se sacó fotos con ellos.

El combate tuvo poca historia. Robert Helenius fue valiente por aceptar la pelea con una semana de antelación y salió a sorprender. Al finlandés, de 39 años, no se le puede achacar nada. En la previa discutió con el equipo de AJ porque mantenía que sus guantes eran diferentes a los de su rival y al final consiguió que ambos peleasen con los mismos. Vino a dar batalla y salió fuerte, queriendo sorprender. Le dio para lo que le dio. La diferencia de nivel era grande y fue sumando castigo, aunque poco. El pleito se decidió en una acción aislada.

Joshua comentó en la previa que quiere priorizar la defensa y en ello trabaja. Es cierto, pero todavía tiene que rodar más. El inglés quería estar fuera de distancia, pero lo estaba en exceso, lo que hacía que llegase con máximo dos manos. No tenía continuidad. Acciones aisladas hacían que la pelea fuese aburrida. De nuevo el excampeón mundial mostró una actitud demasiado timorata. Muy lejos del prime. Los asaltos se iban decantando del lado de Joshua, pero había poco que destacar. Había buena defensa, pero aún así Helenius le pudo dejar marcada la cara. Necesita mejorar también en ese aspecto.

Cuando se inició el séptimo asalto la película parecía la misma que se vio en abril contra Franklin. Todo cambió en un segundo. Joshua había lanzado varias veces el uno-uno-dos. Es decir, tocaba dos veces con el jab y soltaba la derecha potente. En el séptimo episodio lo hizo con Helenius contra las cuerdas. El finlandés no pudo echarse para atrás para quitarse la derecha y el inglés le cazó. El visitante cayó desplomado al instante y AJ comenzó a festejar. Sigue habiendo pegada en esas manos.

La pelea fue mala, pero quizá era el acicate que necesitaba para salir con mayor seguridad a su próximo pleito. Joshua no noqueaba desde diciembre de 2020. La sensación de finalizar da alas y eso esperan sus fans. Wilder parece lo próximo. El Bombardero de Bronce no destaca por su técnica, pero no permite errores. Cualquier titubeo lo aprovecha. Tiene que seguir trabajando. Su mejor nivel todavía está lejos.