Antonio Barrul se da un baño de masas en su primer combate tras hacerse viral por el vídeo del cine
El púgil, que se dio a conocer al reducir a un hombre en un cine de León, congregó a un millar de aficionados en su sexta pelea profesional. El campeonato de España, su objetivo.

Un millar de aficionados se dieron cita en Puente Castro (León) para una tarde-noche muy especial. El barrio leonés estrenaba polideportivo, el cual llevaban reclamando más de una década, y en esa puesta de largo se colgó el cartel de "No hay entradas". El recinto no fue el protagonista, el rey de la jornada fue Antonio Barrul. El púgil local volvía al ring después del incidente en el que se vio envuelto al reducir a un hombre, en un cine, después de que éste, presuntamente, estuviese agrediendo a su pareja. Los hechos tuvieron lugar el 1 de mayo y están ahora judicializados.
El mes y medio que ha transcurrido desde entonces no ha sido fácil para el boxeador. Barrul reconocía a Relevo esta semana que "necesitaba volver al ring" para pasar página. Durante todo este tiempo el deportista ha recibido innumerables muestras de apoyo de la gente. En redes sociales ha pasado de 50.000 seguidores en Instagram a más de 260.000. El cariño ha sido grande y también ha tenido la misma respuesta con las personas que se encontraba por la calle. Aún así, Barrul tuvo este viernes su primer gran baño de masas desde ese primero de mayo.
Consciente de la posición que ocupa actualmente, Barrul no quiere que el mensaje se pierda. En Relevo destacaba la figura de su padre, quien lleva años trabajando por la integración de la comunidad gitana desde su gimnasio de boxeo. Ese fin, y el de la erradicación de la violencia, son los principales motores que mueven al púgil. En sus combates anteriores, con menor repercusión mediática, siempre intentó mandar mensajes positivos a sus fans. Incluso, en el último combate previo a Navidad (2023) entregó juguetes, sobre el ring, a los niños más necesitados de su comunidad. Por ello, para este combate customizó sus botas de boxeo para que en ellas se leyese un rechazo a la violencia.
"Hay que dar ejemplo a los niños y así ellos se convertirán en lo que todos queremos: buenas personas con un gran corazón", apuntaba en Relevo. El mensaje que quería transmitir no era el único. Había camisetas con su logo y la frase: "El silencio te convierte en cómplice". La pelea era una más, a nivel deportivo, en la carrera incipiente de un boxeador. El leonés se encontró con el rumano Alexandru Ionita. Le dio batalla, le hizo trabajar… pero la diferencia de calidad entre ambos era evidente. Barrul, de 25 años, está para cotas mayores. El visitante resistió dos asaltos los duros golpes del español, que le trabajó la zona hepática para doblarlo. En el segundo round le envió al suelo y al tercero Ionita no quiso salir.
El Campeonato de España del peso supergallo es su objetivo de 2024. La de este viernes fue su sexta victoria como profesional. El reglamento exige siete pleitos para poder optar al Nacional, pero en púgiles que han estado en la Selección se puede producir antes. Esa es la vía que en los despachos intentará jugar su equipo. "Quiero que la siguiente sea el Campeonato de España", espetó el púgil para delirio de los aficionados que le aclamaron durante todo el pleito. El combate de boxeo sirvió como un paso más en su carrera, pero fue la reafirmación de que ya es un referente para su comunidad y su ciudad. Este jueves, en el pesaje, cientos de aficionados le acompañaron frente a la Catedral de León y este viernes tampoco le dejaron sólo. Él quiere recompensarles con oro en forma de Campeonato de España y con el ejemplo, ese que su padre siempre le ha inculcado.