Jonfer y Molina cumplen para citarse en el combate del año

El boxeo español no hace planes para el 4de diciembre. Durante los últimos años se ha reclamado a boxeadores y promotores que los mejores púgiles nacionales boxeasen entre ellos. Es difícil que suceda, pero poco a poco la industria va evolucionando y estos pleitos llegan. Este sábado, en Aranjuez, Jon Fernández y Samuel Molina se vieron las caras en el ring. Fue simplemente un preámbulo de lo que vendrá el último mes del año. Ambos púgiles llevan mucho tiempo esperando enfrentarse y el destino los había separado hasta ahora. Habrá combate y será el más esperado en España en los últimos años. Todo se paralizará.

Jon Fernández (23-2, 20 KO) llegará a ese pleito como campeón de España del peso superligero. El vasco, de 27 años, ganó a José Osado en tres asaltos. Su velocidad, pegada e inteligencia en el ring no dieron opción a Osado, quien intentó jugar sus cartas, pero no pudo con un gran Jonfer. Su victoria, por abandono en el tercer asalto, se la dedicó a su público, ese que durante sus momentos más difíciles le ayudó a salir adelante. "Cada uno de nosotros pasará por malos momentos, lo importante es aprender de ellos y superarlos. Todo se puede en la vida si le pones ganas", aseguró el bilbaíno al público de Aranjuez, aunque él tenía en la cabeza a sus 'Rials'.

La comunidad que Jonfer ha creado en internet no para de crecer. El evento de Aranjuez lo transmitió en directo en su canal de Twitch y superó los 11.000 espectadores cuando arrancó su combate. Esa complicidad virtual con su público le hizo sacar de su cabeza la idea de dejar el boxeo a inicios de este año. Volvió y lo ha hecho con hambre. Recuperó su esencia y eso es mucho decir. "En algunos momentos decidí cruzar golpes. Si no le dejaba sacar su trabajo, Osado se cerraría y sería más complicado para mí", apuntó al acabar.

Antes de su combate fue el turno para su rival el próximo diciembre. Samuel Molina (21-2, 11 KO y 23 años) también daba sus primeros pasos en el superligero, y las sensaciones no pudieron ser mejores. No ha perdido velocidad ni ritmo y encima ha ganado pegada. El rumano Viorel Simion, diploma olímpico en Atenas 2004, dio buena cuenta de ello. Molina tenía mayor velocidad, percutió sin cesar variando las alturas a la perfección y su oponente tuvo tal castigo en tres asaltos que decidió no salir al cuarto. 

Tanto Jonfer como Molina han perdido sus invictos, han pasado malos momentos, pero parece que vuelven a estar en la cresta de la ola. Lucieron bien en Aranjuez y después fueron claros: "Quiero ese combate, llevo años esperándolo", espetaron los dos casi al unísono. Desean ver quién es el mejor de ambos y el público, también. La expectación que han generado no se recuerda en años. Todos miraremos a Málaga. Dos eternas promesas quieren ser realidad de nuevo para mirar al Europeo.