BOXEO

Kiko Martínez, el rey del boxeo en España: "Perdí los mejores años de mi vida en la noche"

Sale a la venta 'Hasta que silben las balas', la biografía de uno de los boxeadores más exitosos de la historia de España.

Kiko Martínez, durante su encuentro con Relevo./Álex Corral
Kiko Martínez, durante su encuentro con Relevo. Álex Corral
Daniel Arribas
Álex Corral

Daniel Arribas y Álex Corral

Hay un pasaje de 'Hasta que silben las balas', el libro con el que Álvaro Carrera repasa la vida y obra de Kiko Martínez, en el que el protagonista, aún joven, observa las lágrimas de su padre en la cocina. El progenitor llora por los dolores físicos, inherentes a su existencia, algo que, sin embargo, no le impidió acudir a su puesto de trabajo ni un solo día.

"Ese carácter me forjó desde muy pequeño", asegura ahora el boxeador ilicitano, campeón del mundo de boxeo en dos pesos diferentes, pluma y supergallo. "Cómo no iba a ir yo a entrenar, si él no faltó ni un solo día a su trabajo. Cómo me iba a quejar yo por tener una costilla rota, la cara desfigurada o el tímpano perforado. No. No podía".

Con motivo de la publicación del libro, un viaje completísimo por la vida del púgil ilicitano, Martínez se sienta con Relevo para repasar una larguísima trayectoria plagada de victorias, hasta 44 como profesional, pero también de derrotas, tanto dentro como fuera del ring. "Yo he llorado mucho", asegura en la capital de España. "He pasado hambre, he sufrido la soledad de no poder salir con mis amigos, me han golpeado. Llegar hasta aquí ha sido muy, muy difícil. Nadie te regala nada".

Kiko Martínez explica sus peores años por culpa de la noche.D.A. / A.C. / RELEVO

Después de una infancia y adolescencia entregada al boxeo, Martínez cumplió 21 años, se sacó el carné de conducir y creyó que el mundo era suyo. "Empecé a salir, empecé a tener problemas, a hacer cosas malas, a salir por todos lados cada fin de semana...", explica con la tranquilidad que le caracteriza. "Pensaba que no me iba a hacer mayor nunca, pero mira, el tiempo pasa para todos y no hay vuelta atrás".

"Perdí los mejores años de mi vida en la noche con la puta mierda del alcohol, con los porros y con las peleas en la calle", reconoce sin titubeos, ahora más serio. "Pasé muchas horas ahí, perdí mucho tiempo de valor para mi carrera como boxeador, lo pasé en la puta noche. Ahora la odio. Odio la noche. Me ha hecho mucho daño. Daría todo por empezar de nuevo. Lo dejaría todo. Sé que cumpliría más sueños todavía".

Kiko Martínez, el rey del boxeo en España: “Perdí los mejores años de mi vida en la noche”

De ahí surgieron adicciones, y de ahí, como en un castillo de naipes, Martínez terminó arruinándose. "Esos años son las peores tormentas de mi vida", recuerda. "No me lo perdono. Todavía a día de hoy, me lo llevo a la cama y pienso en ello. ¿Por qué lo hice tan mal? ¡Si empecé bien! ¿Por qué fumé tantos porros? Si mis amigos me dijeran que no fumara... ¿Por qué viví tanto?".

Martínez, sin embargo, nunca traspasó la línea de la cocaína. "Nunca probé una raya", sentencia con el semblante inmóvil. "Tengo una hermana que ha sido toxicómana y sé lo que es eso. Hizo mucho daño en mi casa y no quise probarlo por ella. Me daba mucho miedo, porque conociéndome, podía ser como con el resto de mi vida: un todo o nada".

Kiko Martínez, sobre lo aprendido en su carrera.D.A. / A.C. / RELEVO

Pero un día, Martínez entendió que tenía un problema. "Me di cuenta cuando veía a mi mujer llorar, estaba arruinado, no tenía dinero, tenía una hija recién nacida, tenía problemas con el alcohol, con los porros... Estaba en la mierda", recuerda. "Firmé con Maravilla Box, el gimnasio de Sergio 'Maravilla' Martínez, y me fui con mi hija recién nacida para Madrid".

Ahí comenzó su nueva vida, esa que, sin estar ajena a los problemas, las ruinas y las depresiones, en definitiva, a la montaña rusa que siempre ha ido ligada a su nombre, le llevó a tocar de nuevo el cielo. "Hay que caerse mil veces para ser bueno", indica. "Hay que saber perder y, sobre todo, hay que cuestionarse para poder mejorar. Eso es lo que le diría a un peleador. Nunca busques culpables, cuestiónate qué has hecho mal".

Con ese método, Martínez, La Sensación, el mito, admirado más allá de nuestras fronteras, se retiró en agosto de 2023, hace ahora ocho meses. "Las mujeres de mi pueblo me veían la cara después de una pelea y lloraban, me decían Kiko, déjalo, ya basta", sentencia. "Pero era mi pasión, no podía dejarlo. El boxeo para mí lo ha sido todo, ha sido mi vida".